La cosmovisión bíblica muestra el conflicto cósmico entre Dios y Satanás. El drama conflictivo es presentado por medio de una breve biografía sin pormenorizar del némesis de Dios, a saber, Satanás. Representado en las figuras del rey babilónico (Ez 28) y el rey tirio (Is 14). Semblanza que subyace en un lenguaje poético en los relatos ezequieliano (28), isaiano (14) y joánico (12).
En el relato ezequieliano (28) el némesis Satanás presenta su mayor herramienta en su rebelión contra Dios: la difamación. Difamar del verbo rakil. רָכִיל sustantivo masculino calumniador, portador de cuentos, informador; -siempre ׳ר absoluto; - יַהֲלֹךְ ׳ר Jeremías 9:3, ׳תֵּלֵךְ ר Levítico 9:16 (H), ׳הוֺלֵךְ ר Proverbios 11:13; Proverbios 20:19, todos de andar calumniando, como calumniadores (Ges§ 118q); ׳הֹלְבֵי ר Jeremías 6:28 andadores de calumnias (calumniadores) (compárese הָלַךְ); ׳אַנְשֵׁי ר Ezequiel 22:9 hombres calumniadores, delatores (Brown-Driver-Briggs). Strong diserta calumniar, llevar cuentos, chismoso. De rakal, traficante de escándalos (como quien viaja): calumniador, portador de historias, chismoso (Strong's Exhaustive Concordance). En síntesis, el profeta ve al Querub mercadiando sus intereses (Ez 28:16), es decir, difamando el carácter de Dios.
El relato isaiano (14) presenta la mayor ambición de Lucifer: ser como Dios. El Lucero, literalmente, Helel Ben Shajal «el que brilla hijo de la mañana». La versión de los LXX traduce Ἑωσφόρος Heōsphóros «portador del alba» o «estrella de la mañana». En el relato ezequieliano es llamado «Querubín» adjetivado por su grandeza y por ser protector. En la semblanza isaiana es llamado «Lucifer» nombre de procedencia latina, tal vez de la Vulgata. Significa «el portador de luz» (CBA). No es un nombre propio. Gramaticalmente, en este pasaje el adverbio relativo introduce el segundo término de una comparación de igualdad con Dios. Ahora bien, ser como Dios es una cosa, y ser semejante a Dios es otra cosa. Observe que el pasaje isaiano aduce «Decías en tu corazón: «Subiré hasta los cielos. ¡Levantaré mi trono por encima de las estrellas de Dios! Gobernaré desde el extremo norte, en el monte de los dioses. Subiré a la cresta de las más altas nubes, seré semejante al Altísimo.» (Is 14:13-14 NVI). Nadie en lo absoluto podrá ser como Dios. Dios es Dios porque únicamente es Dios «Yo soy el único Dios y mantengo bajo control todo lo que pasa en este mundo. He existido desde el principio, y existiré hasta el final.» (Is 41:4 TLA). Por eso, el pasaje isaiano dice: «Ascenderé אֶעֱלֶ֖ה por encima עַל- de las alturas בָּ֣מֳתֵי de las nubes עָ֑ב Seré como אֶדַּמֶּ֖ה el Altísimo.» Aquí se utiliza una figura literaria, el símil: «seré como» o «semejante a», pero no igual. Ser como Dios implica algo más: adoración. El único Dios que debe ser adorado es el Señor (Adonay).
La última parte del enunciado isaiano diserta, «He existido desde el principio, y existiré hasta el final». Dios es eterno. Satanás no es eterno. No ha existido siempre ni existirá para siempre (Ez 28:15, 19). Es un ser creado (Ez 28:15; Is 14:12). No debe ser adorado. Este ser creado tuvo la osadía de exigir adoración «Todo esto te daré si te postras y me adoras» (Mt 4:8 9 NVI). Su egocéntrica pretensión lo delata, ser adorado igual que su Creador. Cristo fue su creador «porque, por medio de él, Dios creó todo lo que existe en los lugares celestiales y en la tierra. Hizo las cosas que podemos ver y las que no podemos ver, tales como tronos, reinos, gobernantes y autoridades del mundo invisible. Todo fue creado por medio de él y para él. Él ya existía antes de todas las cosas y mantiene unida toda la creación» (Col 1:16-17 NTV). Tal vez su egocéntrica pretensión de ser adorado pueda ser un reclamo debido a su usurpación edénica, cuyo reconocimiento jesuano le atribuye el título «principe de este mundo» (Jn 14:30), y el paulino «el dios de este mundo» (2 Cor 4:4). El Querubín caído exige ser adorado. ¿Qué entendemos por adoración? Es la acción y efecto de rendir culto a Dios. Ahora bien, ¿Qué implica ser adorado? Implica sumisión, obediencia, servicio y rendición. Sobre todo amor. El verbo Shajah (7812, שָחָָה), tiene varios matices como por ejemplo «adorar, postrarse, bajarse, inclinarse». Se usa de Dios en su sentido de sumisión (obediencia con gracia y respeto). Esta palabra se encuentra en el hebreo moderno con el sentido de «inclinarse o agacharse», pero no en el sentido general de «adorar» [cursiva nuestra] (W. E. Vine. Diccionario Expositivo de palabras del Antiguo Testamento). Siendo que la adoración es también un acto de servicio, la Biblia enuncia que «Nadie puede servir a dos señores, pues menospreciará a uno y amará al otro, o querrá mucho a uno y despreciará al otro» (Mt 6:24 NVI). El principio bíblico establecido aquí es, «Quien no adora a Dios, adora al diablo». No hay de otra. Pues no se puede servir a dos señores.
Los relatos genesiano (3), ezequieliano (28), isaiano (14) y joánico (12), perciben a Satanás como un ser egoísta y mentiroso. Desde el principio ha estado boicoteando el carácter de Dios. Ha estado mintiendo a la humanidad sobre la personalidad de Dios. El revelador joánico aduce que desde el principio Satanás ha sido el padre de la mentira, el asesino de la verdad, «Desde el principio este ha sido un asesino, y no se mantiene en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando miente, expresa su propia naturaleza, porque es un mentiroso. ¡Es el padre de la mentira!» (Jn 8:44 NVI). Por medio del engaño y la mentira la pareja edénica sucumbió ante él, «Pero la serpiente dijo a la mujer: —¡No es cierto, no van a morir! Dios sabe muy bien que cuando coman de ese árbol se les abrirán los ojos y llegarán a ser como Dios, conocedores del bien y del mal.» (Ge 3:4-5). Significativo, ser como Dios no implica solamente saber el bien y el mal, implica muchas cosas, entre ellas, ser inmortal. La inmortalidad es un atributo entitativo (natural) de Dios. Un atributo que Lucifer deseó tener cuando adujo que sería semejante al Altísimo (Is 14:13-15). El «no morirás edénico» sigue en la mente de muchos, pero la Biblia afirma que la paga del pecado es la muerte (Ro 6:23; cf. Hb 9:27). Adán y Eva murieron (Ge 5:5). Y, Satanás fue sentenciado a muerte «Al verte, han quedado espantadas todas las naciones que te conocen. Has llegado a un final terrible y ya no volverás a existir.» (Ez 28:19 NVI, cf. Ap 20:10).
Cuando analizamos la caída del Querub conocido como Lucifer podemos visualizar sus engaños. El revelador apocalíptico enuncia que engañó una tercera parte de las estrellas del cielo, pero al final fue expulsado junto con los ángeles desobedientes (Ap 12:4).
La narración joánica diserta: «Entonces apareció otra señal en el cielo: he aquí, un gran dragón rojo que tenía siete cabezas y diez cuernos, y sobre sus cabezas había siete diademas. Su cola arrastró la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó sobre la tierra. Entonces hubo guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles combatieron contra el dragón. Y el dragón y sus ángeles lucharon, pero no pudieron vencer, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. Y fue arrojado el gran dragón, la serpiente antigua que se llama el diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra y sus ángeles fueron arrojados con él.» (Ap 12:3-4, 7-9 LBLA).
¿Cuál fue la naturaleza de esta guerra? ¿Fue una guerra física o idiológica o ambas? ¿Por qué Lucifer se rebeló contra Dios?
La Sagrada Escritura es la palabra del Señor. Es infalible y la autoridad máxima. Debo aclarar que es infalible, pero escrita por seres humanos falibles. Siendo que la Palabra de Dios es la autoridad máxima, es nuestro deber ser meticulosos con las conclusiones extraídas de otras fuentes que no sea la Escritura. Debemos ser diligentes con los conceptos preconcebidos y las tradiciones humanas. Juan enuncia que: «Cualquiera que pretenda avanzar más allá de lo que Cristo enseñó, no tiene a Dios; pero el que permanece en esa enseñanza, tiene al Padre y también al Hijo.» (2 Jn 9 DHH, cf. Jn 5:30; 6:38; 8:26; 12:49; 14:24). No hay que ir más allá de lo revelado en la Biblia «Lo secreto pertenece al SEÑOR nuestro Dios, pero lo revelado nos pertenece a nosotros...» (Dt 29:29 NVI). Pablo adujo: «Lo digo para que por nuestro ejemplo aprendan ustedes a no ir más allá de lo que está escrito» (1 Cor 4:6 DHH). Los que van más allá de lo que está escrito, rechazan la enseñanza de Cristo y la enseñanza del Padre. Jesús y el Padre son uno (Jn 10:30). Su enseñanza es homogénea. Jesús adujo, «Mi enseñanza no es mía, sino de aquel que me envió.» (Jn 7:16 DHH). Lamentablemente, hay cristianos que no están satisfechos con la altura y la profundidad del conocimiento espiritual que el Padre ha puesto a disposición de la humanidad por medio de Cristo. Se aventuran a ir más allá de lo que el Padre ha enseñado por medio de Cristo. Es lamentable porque Juan dice que estas personas no tienen a Dios ni tampoco lo honran. De hecho, tampoco tienen a Cristo, porque «El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió.» (Jn 5:23).
«Los comentaristas han atribuido la rebelión de Satanás a un número de motivos, todos de los cual se originan de su gran orgullo. Estos motivos incluyen: 1. Una negativa de inclinarse ante la humanidad en la ocasión de la creación del hombre—como en las versiones armenia, georgiana, y latina de La Vida de Adán y Eva. La tradición islámica tiene una postura similar: Iblis rehúsa inclinarse ante Adán. 2. La culminación de un distanciamiento gradual de Dios a través del libre albedrío (una idea de Orígenes de Alexandria). 3. Una declaración por Dios de que todos serían sujetos a su Hijo, el Mesías (como en El paraíso perdido de Milton). (Disponible en: https://es.m.wikipedia.org/wiki/Guerra_en_el_cielo). Es significativo lo que se dice aquí, que los motivos de la rebelión del Querubín se originan en su gran orgullo como lo enuncia el relato ezequieliano: «Tu corazón se llenó de orgullo debido a tu gran belleza. Tu sabiduría se corrompió a causa de tu amor por el esplendor. Entonces te arrojé al suelo y te expuse a la mirada curiosa de los reyes.» (Ez 28:17 NTV).
Algunos estudiosos comentan que el revelador joánico enuncia que una tercera parte de los ángeles cayó junto con Lucero. En realidad, no hay ningún versículo en la Biblia que diga «una tercera parte de los ángeles cayó». Eso lo deducimos de otros pasajes que al aunarlos sugieren que eso fue lo que probablemente sucedió.
En la dialéctica del Señor con Job, en su interpelación acerca de la Creación, se vislumbran ciertos detalles subyacentes en un lenguaje poético que son significativos. Se encuentran específicamente en los versículos 6 y 7 del capítulo 38: «¿Sobre qué están afirmados sus cimientos? ¿O quién puso su piedra angular cuando aclamaban juntas las estrellas del alba y gritaban de júbilo todos los hijos de Dios?» (vv. 6 y 7). Entre los detalles se enuncia que las estrellas del alba aclamaban juntas, y que los hijos de Dios gritaban de júbilo. Cabe preguntar, ¿Quiénes son estas estrellas del alba? ¿Quiénes son estos hijos de Dios?
Las estrellas del alba, posiblemente, podrían ser sinónimo de los hijos de Dios. En cuanto a la identidad de estos hijos de Dios, la versión de los LXX vierte la frase por ángeles de Dios. Sugiere que son ángeles. Pablo aduce que los ángeles y los humanos son seres creados (Col 1:16). En síntesis, deduzco que en este sentido son hijos de Dios.
El relato genesiano diserta que en el sexto día de la creación, el Señor declaró que todo lo que había hecho era bueno en gran manera (Ge 1:31). Probablemente, el término «todo» podría incluir al Querubín «¡Tú eras un modelo perfecto, lleno de sabiduría y de completa hermosura! (Ez 28:12 RVA 2015). El Querubín fue creado antes que la pareja edénica. En algún tiempo de la eternidad se rebeló contra el Señor, y fue expulsado del cielo (Ap 12:7-9). Me parece que Jesús hizo alusión a este evento: «Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo» (Lc 10:18). Es posible que el revelador apocalíptico esté haciendo referencia al mismo evento cuando menciona sobre una estrella que cayó del cielo a la tierra (Ap 9:1). «En la literatura apocalíptica judía, se describe a Satanás como una estrella que cayó del cielo (Enoc Etiópico 88:1)» (CBA). Por aquello de que no sea una referencia directa a Satanás, no quita que podría serlo. Observe que la estrella obtiene una llave, podría simbolizar que el némesis del Señor, ha desatado el terror sobre la tierra «¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! Porque el diablo ha descendido a vosotros, teniendo gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo.» (Ap 12:12 JBS).
Se deduce que las estrellas podrían ser ángeles. Dice el revelador apocalíptico que el Dragón (Satanás) arrastró una tercera parte de las estrellas. Cabe preguntar, ¿Cuánto es una tercera parte? La Biblia hace mención de la expresión «tercera parte», pero no explica la misma. Por ejemplo, «Una tercera parte quemarás a fuego en medio de la ciudad...» (Ez 5:2). «Y tomarás una tercera parte y la cortarás con espada alrededor de la ciudad» (Ez 5:2). «Una tercera parte de ti morirá de pestilencia» (Ez 5:12). «Y meteré en el fuego a la tercera parte (Zac 13:8). «Y la tercera parte de los árboles se quemó» (Ap 8:7). «Y la tercera parte del mar se convirtió en sangre» (Ap 8:8). «Y murió la tercera parte de los seres vivientes que estaban en el mar...» (Ap 8:9).
Como mencioné, la Biblia no revela lo que es una tercera parte. En lenguaje poético y en sentido metafórico se enuncia que la cola del dragón arrastró la tercera parte de las estrellas del cielo, pero no revela cuánto es una tercera parte. Sin embargo, podrían ser miles de millones de ángeles caídos.
Hay un movimiento religioso que argumenta que «En cuanto a la expresión la tercera parte de las estrellas, no debemos pensar que esto significa que literalmente la tercera parte de todos los santos ángeles se desvió y se fue con Satanás el Dragón con el transcurso de los años. Más bien, esto parece ser una manera simbólica de indicar que hubo una cantidad considerable envuelta, y sin embargo menos de la mitad, y por consiguiente definitivamente una minoría» (https://wol.jw.org/es/wol/d/r4/lp-s/1964248).
En primer lugar, se dice involucrar no envuelto. Lo que se envuelve son los pasteles, regalos, etcétera. En segundo lugar, no fue una minoría, sino una tercera parte, algo que el revelador apocalíptico no explica con exactitud. Como no se dan números específicos, no es posible discernir si el número es finito, o si estamos hablando de una cantidad infinitamente grande. De cualquier manera pudo haber sido una cantidad grande de ángeles.
Itero, sé que es algo expeculativo, pero el relato ezequieliano expone que el Querubín cubridor comercializaba con los ángeles. Observe, «a causa de tu intenso trato comercial» (Ez 28:16a). En un lenguaje poético se percibe al némesis en su rebelión contra el Creador. Su arma es la difamación. Difamar del verbo rakil. רָכִיל sustantivo masculino calumniador, portador de cuentos, informador; -siempre ׳ר absoluto; - יַהֲלֹךְ ׳ר Jeremías 9:3, ׳תֵּלֵךְ ר Levítico 9:16 (H), ׳הוֺלֵךְ ר Proverbios 11:13; Proverbios 20:19, todos de andar calumniando, como calumniadores (Ges§ 118q); ׳הֹלְבֵי ר Jeremías 6:28 andadores de calumnias (calumniadores) (compárese הָלַךְ); ׳אַנְשֵׁי ר Ezequiel 22:9 hombres calumniadores, delatores (Brown-Driver-Briggs). Strong diserta calumniar, llevar cuentos, chismoso. De rakal, traficante de escándalos (como quien viaja): calumniador, portador de historias, chismoso (Strong's Exhaustive Concordance). En síntesis, el profeta ve al Querub mercadiando sus intereses; parece ser que su interés es difamar el carácter de Dios. De hecho, así lo hizo con la pareja edénica. Tildó a Dios de mentiroso, «con que Dios ha dicho...» (Ge 3:2). «No coman del fruto del árbol ni lo toquen, para que no mueran...» (v. 3). «No morirán...» (v. 4). He aquí el portador de historias, el calumniador, el chismoso tildando a Dios de mentiroso. La cosmovisión bíblica muestra que este conflicto cósmico continúa contra nosotros aquí en la Tierra, «¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! Porque el diablo ha descendido a vosotros, teniendo gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo.» (Ap 12:12 JBS).
Para finiquitar, ¿Qué fue lo que ofreció el Querubín cubridor a los ángeles y a la pareja edénica para convencerlos a unirse a él? Sé que para usted parece ser un interpelación expeculativa, sin embargo, me parece que lo que le ofreció el Querubín a los ángeles y a la pareja edénica es que él sería semejante a Dios, y ocuparía un lugar especial en su trono y desde allí gobernaría, «Porque te extasiabas pensando: «Subiré al cielo y gobernaré a los ángeles» (Is 14:13 NBV). Otra versión reza: «Gobernaré desde el extremo norte, en el monte de los dioses» (NVI). A la pareja edénica les dijo que serían como Dios conociendo el bien y el mal (Ge 3:5). Tal ofrecimiento abrió un portal. El portal de la entrada del pecado a la atmósfera celestial y a la atmósfera terrenal. El portal del sufrimiento tanto para los ángeles como para los seres humanos. El portal de la aflicción, la enfermedad y la muerte (1 Jn 3:4, 8, 9). El «no morirás» sigue en la mente de muchos, pero la Biblia afirma que la paga del pecado es la muerte (Ro 6:23; cf. Hb 9:27). Adán y Eva murieron (Ge 5:5). Y, Satanás fue sentenciado a muerte «Al verte, han quedado espantadas todas las naciones que te conocen. Has llegado a un final terrible y ya no volverás a existir.» (Ez 28:19 NVI, cf. Ap 20:10).
Espero en el Señor, que en este conflicto cósmico no te dejes engañar por nuestro némesis el diablo. Mantente de parte de la justicia aunque se desplomen los cielos y la tierra.
Que su Palabra pueda satisfacer su necesidad espiritual en este día. Confío que así será. Cuenta con mi Dios. Mi Dios es real. Mi Dios es Dios, porque únicamente él es Dios. Mi Dios sin igual.
¡Bendecido día!
«Adquiere la verdad y la sabiduría, la disciplina y el discernimiento, ¡y no los vendas!» (Pr 23:23 NVI)
Prof. Benjamín López Rivera, MEd
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