octubre 22, 2023

El papa Francisco, la modificación de Mateo 6:13 y la oposición religiosa

En diversos medios de comunicación se difundió una noticia relacionada con la modificación del «Padre Nuestro» realizada por el papa Francisco.

El descontento de la oposición religiosa a la modificación del «Padre nuestro» no tardó mucho en dejarse sentir.

El asunto en esencia tiene que ver con la construcción de Mateo 6:13 en el misal italiano. El papa Francisco estuvo en desacuerdo y decidió modificarla. El papa quiso cambiar esta oración porque considera que la traducción literal del latín de un verso concreto da una impresión errónea de la acción de Dios en algunos idiomas. La parte que dice: «no nos guíes a la tentación» pues en italiano es una expresión fuerte. El «Padre Nuestro» en italiano incluía la frase «non ci indurre in tentazione», traducida sería «no nos induzcas a la tentación», y fue cambiada por «non abbandonarci alla tentazione», es decir, «no nos abandones a la tentación». En el 2017, el papa Francisco defendió que esa frase en la versión en italiano no era correcta, porque dijo que Dios no puede inducir a los hombres a la tentación y, que por ello era más adecuado utilizar una frase similar a «no nos dejes caer en la tentación». Me parece una acción correcta porque en realidad Dios no induce a nadie a la tentación. Sabemos que vendrán pruebas, «Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando estén pasando por diversas pruebas. Bien saben que, cuando su fe es puesta a prueba, produce paciencia.» (Stg 1:2-3 RVC; 1 Pe 1:7), pero las pruebas son muy diferentes a la tentación. De hecho, la prueba puede venir de Dios, «El fuego prueba la pureza del oro y de la plata, pero el Señor prueba el corazón.» (Pr 17:3 NTV). No así la tentación, porque Dios no tienta a nadie, «Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie...» (Stg 1:13 RVR 1960).

La modificación en la sintaxis de Mateo 6:13, fue hecha específicamente para el misal italiano. No obstante, Francisco dijo que las traducciones al italiano, al inglés y otros idiomas hacen que parezca que «Dios nos está guiando a la tentación». Un rotativo católico aclaró que algunos medios habían circulado varias noticias en las que se aseguraba que el «Padre nuestro» se ha cambiado también en el inglés, a lo que adujo que no era verdad. Únicamente fue una decisión para el misal italiano.

La Conferencia Episcopal Italiana (CEI) adoptó en su Asamblea General del 22 de mayo una nueva versión del Misal Romano, aprobada por el papa Francisco, que incluye cambios en la oración del Padre Nuestro y del Gloria, luego de 16 años de investigación por expertos que encontraron un error en la traducción actual desde un punto de vista teológico, pastoral y estilístico.

El papa Francisco, primero manifestó su apoyo para enmendar la parte de la oración que dice: «no nos guíes a la tentación» en 2017, argumentando que retrata a Dios en una luz falsa.

Como dije anteriormente, no tardó mucho el descontento de algunos sectores religiosos en oposición a la modificación del Padre nuestro.

Diversidad de opiniones.
El reverendo Albert Mohler Jr., presidente del Seminario Teológico Bautista del Sur, enunció, «Esta es la oración del Señor. No es, y nunca ha sido, la oración del Papa, y tenemos las mismas palabras de Jesús en el Nuevo Testamento. Es esas mismas palabras que el papa propone cambiar. No solo es profundamente problemático, es casi impresionante».

La Dra. Meredith Warren, profesora de la Universidad de Sheffield, Inglaterra, adujo, «Los evangelios son bastante claros en griego que la traducción original, no nos dejes caer en la tentación, es el mejor reflejo de ese griego bíblico. Es un verbo subjuntivo. Se usa en segunda persona, dirigida directamente a Dios. Y realmente dice, no nos dejes caer en la tentación. “Por favor, espero que no me lleves a la tentación”. Y eso es realmente lo que dice el griego».

La fuente Amazing Facts, disertó, «No debemos sorprendernos cuando se considera que Daniel 7 habla de una "cuarta bestia" que surgirá de la confusión de los últimos tiempos y que representará el poder espiritual y religioso a escala mundial. En el versículo 25, leemos que este poder es un hombre, y que "hablará palabras pomposas contra el Altísimo, perseguirá a los santos del Altísimo y tendrá la intención de cambiar los tiempos y la ley".»

David W. Pao, presidente del Departamento de Nuevo Testamento de la Trinity Evangelical Divinity School en Deerfield, dijo que el cambio refleja la idea de que el original arameo de la petición de la tentación podría haber tenido un sentido permisivo.

Philip F. Lawler, editor de Catholic World News, enunció que las críticas del Papa a la traducción tradicional no eran razonables.

De hecho, algunos en su descontento citaron Apocalipsis 22:18, «Solemnemente le advierto a cualquiera que escuche las palabras del mensaje profético de este libro: Si alguno añade algo a lo que está escrito, Dios le añadirá a él las plagas que se describen en este libro.» (NBV).

La génesis del Padre Nuestro, proviene de la traducción de la Vulgata latina. Una traducción del siglo IV, de la Biblia al latín del hebreo, arameo y griego antiguo.

Son muchos los opositores a la modificación del «Padre nuestro». Cabe preguntar, ¿Está mal lo que hizo el papa Francisco? O sea, modificar la frase de Mateo 6:13. Me parece que no. Ahora bien, permítame decir lo siguiente, existe diversidad de versiones bíblicas, por ejemplo, la plataforma YouVersion ofrece 2.062 versiones de la Biblia en 1.372 idiomas. Usted preguntará, ¿Por qué tantas versiones bíblicas? Esto se debe a sus modificaciones. Por cierto, modificaciones que no afectan o alteran las doctrinas cardinales como la Triunidad de Dios, la aseidad de Cristo, la aseidad y personalidad del Espíritu Santo, la encarnación, la salvación por gracia, etcétera. Todas están intactas. Es cierto que hay pasajes que están omitidos o sufrieron algún cambio, pero esto depende del manuscrito utilizado. Sin embargo, no afecta las doctrinas. En cuanto a la modificación que hizo el papa Francisco, ¿Alteró alguna de las doctrinas cardinales? Me parece que no. En esta ocasión no fue así. En cuanto a los cambios de términos en las traducciones bíblicas, no existe ningún manuscrito prístino, o sea, que se mantenga inalterado, puro, tal como era en su forma primera. Solo existen copias de copias. Aproximadamente 1600 manuscritos del Antiguo Testamento, y casi 25000 del Nuevo Testamento. Con más de 750 mil variantes. Una variante textual es cuando un copista hace alteraciones deliberadas a un texto que reproduce. En el pasado tanto los herejes como los copistas ortodoxos tenían acceso a los manuscritos. De acuerdo con su filosofía y creencias religiosas, los copistas en el proceso de copiado y transmisión se tomaban la libertad de hacer cambios intencionales en los manuscritos. Pero ningún cambio o variante afectó las doctrinas cardinales.

Me parece que aquellos que se aventuraron a condenar al papa Francisco, deberían condenarse a sí mismo, y también condenar a todas las casas traductoras de la Biblia. ¿Por qué? Porque estas también han realizado modificaciones al texto en sus versiones bíblicas, y han sido aceptado por ellos mismos. Itero la interpelación, ¿La modificación que hizo el papa Francisco al Padre nuestro afecta o altera alguna de las doctrinas cardinales? En mi opinión, no afecta ninguna de las doctrinas cardinales. En esta ocasión no ha sido así. No como otros que han modificado la Biblia para acomodarla a sus enseñanzas particulares.

Entiendo que las críticas y el lenguaje peyorativo está fuera de orden. La modificación del texto bíblico es algo que se ha venido haciendo a través de los años. Cómo mencioné arriba, en el pasado los copistas en el proceso de copiado y transmisión se tomaban la libertad de hacer cambios intencionales en los manuscritos. Estos cambios intencionales no eran con el propósito de cambiar las enseñanzas de Cristo y los apóstoles. Estas personas veían un término y lo sustituían por otro que ellos creían que era más apropiado. Ninguno de los cambios afectó las doctrinas cardinales. Esto continúa pasando con las casas traductoras. Modificación textual tras modificación textual sin problema alguno. Pero los detractores del papa han aprovechado el momento para lanzar sus críticas. No soy apologista de la Iglesia católica ni de ninguna otra iglesia. Solo trato las cosas desde una perspectiva justa. Hay que ser justo, y punto. Itero, me parece que los que condenan al papa Francisco, deberían condenar también a todas las organizaciones traductoras de la Biblia porque estas también han realizado modificaciones en sus versiones bíblicas. La hipocresía es un mal muy común.

Que su Palabra pueda satisfacer su necesidad espiritual en este día. Confío que así será. Cuenta con mi Dios. Mi Dios es real. Mi Dios es Dios, porque únicamente él es Dios. Mi Dios sin igual.

¡Bendecido día!

«Adquiere la verdad y la sabiduría, la disciplina y el discernimiento, ¡y no los vendas!» (Pr 23:23 NVI)

Prof. Benjamín López Rivera, MEd

Con excepción de las fuentes citadas, el contenido literario es propiedad del autor. Si desea compartir la información, por favor, dé los créditos a las fuentes citadas como también a: bibliondidaskalia.blogspot.com

octubre 19, 2023

El intérprete, el razonamiento lógico y las Sagradas Escrituras

La religión es una de las cosas más inmune al razonamiento lógico y raramente acepta razones de otros. La fe y la razón pueden ayudarse y apoyarse mutuamente. No obstante, hay que tener presente que en algún momento la razón tiene afirmaciones que no siempre concuerdan con la fe y la doctrina.

Pienso que la inspiración divina y nuestro razonamiento lógico deben ir a la par. O sea, por ningún motivo el razonamiento puede ir por encima de lo inspirado por el Espíritu Santo. 

No todos los creyentes hacen buen uso del método de razonamiento lógico. Por ejemplo, algunos TJ no lo utilizan correctamente. Como he mencionado en otros de mis escritos, tuve excompañeros de trabajo que son TJ. Cuando usted le pregunta qué método utilizan para interpretar la Biblia, la contestación es, razonamiento lógico. 

Dicho esto, quiero compartir y analizar varios conceptos erróneos basados en el razonamiento lógico de los TJ. Debo decir que es un método basado en la lógica humana para presentar enseñanzas particulares. La teología jehovista ha tratado por todos los medios de negar la aseidad de Cristo, y la aseidad y personalidad del Espíritu Santo. A tal punto de tener su propia versión de la Biblia. A tal extremo de recurrir a argumentos sofísticos para sostener sus enseñanzas particulares. La Biblia es lo que es. No lo que nosotros queramos que sea, «No hay que hacer ni decir más de lo que dice la Biblia.» (1 Cor 4:6 TLA). Una de las estrategias de Satanás para confundir las mentes ha sido los argumentos sofísticos. Recordemos su estrategia contra Jesús: «Si eres el Hijo de Dios [...]» (Mt 4:6). Observe, «Si eres...» o como reza el texto griego «Como eres...». Sé que esta expresión no está relacionada directamente con su aseidad, pero la traigo a colación porque en su conversación con Jesús, Satanás al citar las Escrituras, le anexionó argumentos sofísticos. Estrategia copiada por las sectas religiosas para confundir y atrapar adeptos. El teólogo presbiteriano Matthew Poole, enunció que «La verdad puede ser utilizada para el patrocinio de mentiras; y no hay ningún gancho más peligroso para los miembros de Cristo, que aquello que tiene por carnada las Escrituras mal entendidas y mal aplicadas.» El apóstol Pablo, enunció: «...hable cada uno a su prójimo con la verdad (Ef 4:25). Con respecto a la naturaleza de Cristo, debo enfatizar que nada puede ser conocido en ninguna forma aparte de la revelación divina. La revelación divina es entendida solamente por la fe, jamás por razonamiento humano. Aquí es donde fallan muchos. Pablo, aduce: «Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.» (1 Cor 2:11).

El Dr. Kime, aduce que «Para ser un intérprete capaz debe exhibir tanto cualificaciones espirituales como intelectuales. En 2 Corintios 3:5-6, Pablo, declara que es Dios quien nos hace adecuado para servirle. En contraste Pedro, habla de aquellos cuyas vidas espirituales están lejos de Dios, que fallan en la interpretación (2 Pe 3:16). En cuanto a las cualificaciones espirituales enuncia que el intérprete debe conocer a Jesús como su Salvador. Entre las cualidades intelectuales del intérprete bíblico está el pensamiento lógico y también el conocer los idiomas bíblicos. Por ejemplo, el apóstol Pablo, a menudo apela a que sus lectores usen sus mentes para seguir sus argumentos (1 Cor 11:13). El Señor, le pidió a Israel que razone con él, cuando él demuestre su caso (Is 1:18). Para entender las Escrituras, debemos ser maduros en nuestro pensamiento (1 Cor 14:19). Una mente lógica necesita ser desarrollada, no necesariamente viene de manera natural. Necesitamos estar entrenados en el pensamiento lógico y racional. En cuanto a los idiomas bíblicos, las Escrituras fueron escritas en tres idiomas: hebreo, arameo y griego. El intérprete debe estar familiarizado con los mismos. Es más probable que el intérprete descubra la interpretación correcta cuando se tenga una compresión de los idiomas bíblicos. (Adaptado de: «Hermenéutica bíblica». Harold A. Kime. Cap. 1 -9781943840106 -pdf. pp. 15-16).

Muchas personas creen que por ser espirituales tienen el dominio de interpretar las Escrituras. Las Escrituras enseñan que el Espíritu Santo, ilumina al creyente (1 Cor 2:14; 1 Jn 2:27), pero eso no quiere decir que el creyente no necesita aprender cómo interpretar las Escrituras. Hay creyentes que aducen que no necesitan estudios académicos porque el Espíritu Santo, los lleva a comprender las Escrituras. En realidad, el rol del Espíritu Santo es, iluminarnos, o sea, ayudarnos a comprender y a evaluar lo que dicen los autores bíblicos. La verdad es progresiva, sin embargo, no podemos olvidar que la Biblia es su propio intérprete. Itero, la Biblia es lo que es. No lo que nosotros querramos que sea. Lo que hace el Espíritu Santo, es iluminarnos, capacitarnos para aplicar la misma a nuestra vida. Cuando el creyente estudia la Biblia, el Espíritu Santo toma el pasaje interpretado e ilumina al creyente. Lamentablemente, para apoyar sus enseñanzas particulares, la mayoría de los creyentes se han tomado el atrevimiento, o sea, la libertad de re-interpretar la Biblia. Por eso usted ve que existen aproximadamente unas 4.300 religiones diferentes. Cada cual interpreta la Biblia, según le parezca. 

Analicemos, entonces, algunos conceptos erróneos de los TJ basados en su razonamiento lógico.

🔸La TNM, Biblia manipulada.
Los TJ aducen que la Biblia, no ha sido cambiada ni manipulada. Ellos disertan: «Algunos individuos sin escrúpulos han tratado de cambiar el mensaje de la Biblia. Ha habido copistas y traductores que han intentado cambiar el mensaje de la Biblia para que se adapte a sus doctrinas, en vez de adaptar sus doctrinas a lo que dice la Biblia.» (JW.org).

Enuncian que algunos individuos sin escrúpulos han tratado de cambiar el mensaje de la Biblia. Sin embargo, quienes han cambiado el mensaje de la Biblia han sido ellos. Han cambiado el mensaje central de la Biblia: «la salvación en Cristo Jesús» por un mensaje antropocéntrico, o sea, centrado en su religión: «Si no perteneces a su religión no serás salvo». Solo tiene que entrar a su sitio oficial y ver su propuesta salvífica. Su TNM es una versión completamente manipulada. En su sitio web preguntan: ¿Es exacta la Traducción del Nuevo Mundo? Aducen que es una Biblia exacta, clara, fidedigna y honesta. Basada en textos de fuentes confiables. Fiel al mensaje original, y lo más literal posible. Cabe preguntar, ¿Es esto correcto? Por supuesto que no. No existe una traducción bíblica que sea fiel y exacta al manuscrito original. No hay evidencia de los manuscritos originales para corroborar lo aseverado. No existe ningún manuscrito prístino, o sea, que se mantenga inalterado, puro, tal como era en su forma primera. Itero, no existe. Solo existen copias de copias. Aproximadamente 1.600 manuscritos del Antiguo Testamento, y casi 25.000 del Nuevo Testamento. 

La TNM es una Biblia editada con un solo propósito: hacer que la misma se ajuste a las doctrinas particulares sincretista de los TJ. Una traducción completamente manipulada. Sin duda alguna, el jehovismo, al percatarse que sus doctrinas particulares no eran compatibles con las creencias del cristianismo, ni con sus versiones bíblicas, en lugar de atenerse a lo escrito por los autores bíblicos inspirados, decidió alterar las Escrituras para que fueran compatibles con sus creencias. El inescrupuloso comité alteró todo texto bíblico inspirado por el Espíritu Santo, que no era compatible con sus creencias para así acomodarlo a su teología sincretista. Su traducción no solamente presenta problemas lingüísticos, sino también teológicos. Es una versión bíblica acomodada a su filosofía religiosa sincretista. Tanto así que el Cuerpo Gobernante le da lo mismo porque le permite a sus traductores citar autores trinitarios, ateos, agnósticos, paganos, etc., para defender sus postulados.

🔸 Jesús, es el Arcángel Miguel.
Cuando usted le pregunta a un TJ, ¿Quién es Jesús? Automáticamente le contesta, Jesús, es el arcángel Miguel. Un ser creado en algún tiempo de la eternidad.

En realidad, no hay un versículo bíblico explícito en el cual Jesús, haya dicho «Yo soy el arcángel Miguel». No obstante, el sitio oficial de los TJ taxativamente enuncia: «De modo que el arcángel Miguel, es Jesús, antes de venir a la Tierra. Después que resucitó y volvió al cielo, Jesús retomó su servicio como Miguel, el jefe de los ángeles [...]» (Disponible en: https://wol.jw.org/es/wol/d/r4/lp-s/2010250). 

Tanto los TJ como otros creyentes, creen que Miguel es un nombre de Cristo, en su existencia prehumana y posterior a la resurrección. Sin embargo, no hay un solo pasaje bíblico explícito ni implícito en el cual Jesús, se autodomine como el arcángel Miguel, pero los watchowerianos afirman taxativamente que Jesús es el arcángel Miguel. Un ser creado en algún tiempo de la eternidad.

En cuanto a que el arcángel Miguel es el mismo Cristo, podemos hacer un breve análisis de las evidencias lingüísticas, literarias e históricas que se tienen al respecto. Los TJ, dicen: «Jesús no es Dios y nunca reclamó serlo» (Should You Believe…?, 2000). Se puede entender «...por las escrituras que Jesús es el arcángel Miguel» (The Watchtower, pág. 29, 1979). «El gran príncipe Miguel es nada menos que el mismo Jesús» (The Watchtower, pág. 29, 1984). «Existe evidencia escritural para concluir que Miguel era el nombre de Jesucristo antes que dejara el cielo y después de su regreso» (Revista «El Atalaya», ed. 15 de mayo de 1969, pág. 309). La evidencia escritural que presentan los TJ, supuestamente, se encuentra en 1 Tesalonicenses 4:16 y Judas 9. «...el ángel principal, tanto en poder y autoridad, es el arcángel, Jesucristo, también llamado Miguel» (The Truth About Angels, 2001. Disponible en: www.watchtower.org). 

Estos son los cinco (5) pasajes mencionados en las Escrituras con respecto al nombre Miguel, (Dn 10:13, 21; 12:1; Jds 9; Ap 12:7). Ninguno identifica explícitamente a Miguel con Cristo. Tanto los TJ como otros creyentes deducen que Miguel es Cristo. Con respeto al nombre «Miguel», este nombre en hebreo es מִיכָאֵל, Mi-kha-El, [מִי Mi «¿quién?»], [כָ kha «como»], [אֵל El «Dios»], literalmente «¿Quién como Dios? o ¿Quién es como Dios». En griego Μιχαήλ, Mijael, «Miguel» transliterado del hebreo con igual significado. Si los TJ afirman que Miguel era el nombre de Jesús antes de venir a este mundo, y que ambos son el mismo personaje, es porque subyacentemente, reconocen que Cristo es Dios, como disertan en su Biblia: «con nosotros está Dios» (Mt 1:23 TNM). Sin duda alguna, los TJ evidencian que Jesús es Dios. Aunque en sus últimos escritos su cristología ha sufrido algunos cambios. Antes decían que Jesús, no era Dios. Posteriormente, bajo la presión teológica protestante, han aceptado que Jesús es Dios, pero según ellos «un dios menor». Esto los convierte en politeístas porque creen en más de un Dios. El trinitarianismo cree en un solo Dios. El dilema del jehovismo está en su sincretismo religioso. Es un sistema religioso que ha recogido las migajas heréticas de cuanta religión existe. No tienen una teología propia. Presuponen que existe evidencia escritural para concluir que Miguel es Cristo, antes que dejara el cielo y después de su regreso. El asunto es que al identificar al Hijo de Dios, con un ángel, presuponen que Cristo es un ser creado como los ángeles (Ez 28:13). Hay que torcer las Escrituras para llegar a semejante conclusión. ¡Qué barbaridad! Otros creyentes relacionan el nombre Miguel (Ap 12:7) con Cristo (Ap 12:10-11). Concluyen que el nombre Miguel es un título funcional. Porque según ellos, Cristo no es un ángel. Tampoco un ser creado. 

🔸El híbrido «Jehová».
Los watchowerianos afirman: «La Biblia dice que Dios, tiene un nombre que solo le pertenece a él: Jehová (Ex 3:15; Sl 83:18). Proviene de un verbo hebreo que significa "llegar a ser". Algunos expertos opinan que este nombre significa "Él Hace que Llegue a Ser". Esta definición encaja con el hecho de que Jehová creó todas las cosas y de que cumple todo lo que se propone (Is 55:10, 11). La Biblia, también nos ayuda a conocer su personalidad, en especial su cualidad más sobresaliente, el amor (Ex 34:5-7; Lc 6:35; 1 Jn 4:8). La primera traducción bíblica en este idioma que contiene el nombre de Dios es la de los Salmos de Juan de Valdés, de alrededor de 1537.» (Disponible en: https://www.jw.org/es/ense%C3%B1anzas-b%C3%ADblicas/preguntas/quien-es-jehova/). «El Tetragrámaton se ha traducido como Jehová cada vez que aparece en los textos originales del Antiguo Testamento; un total de 6.973 veces. Sobre el uso de la forma «Jehová» por sobre «Yahweh», el Comité del Nuevo Mundo prefirió la primera por ser más conocida en inglés. El nombre Jehová también fue usado 237 veces en el Nuevo Testamento al decidir el equipo de traductores reemplazar los términos griegos Kyrios (Señor) y Theos (Dios) por Jehová.» (https://es.m.wikipedia.org/wiki/Traducci%C3%B3n_del_Nuevo_Mundo_de_las_Santas_Escrituras).

Significativo el hecho que los TJ reconozcan que el nombre «Jehová» es inadecuado. Esto se percibe en su libro, «Santifiquemos tu Nombre», donde admiten libremente en las páginas 16 y 18 que Yahweh, es la mejor pronunciación del Tetragrámaton. De hecho, este libro fue retirado. No obstante, en el prefacio de su libro «The Kingdom Interlineal Translation of the Greek Scriptures» [Traducción Interlineal del Reino de las Escrituras Griegas], encontramos en la página 23 la siguiente admisión: «Mientras nos inclinamos a ver la pronunciación «Yahweh» como la forma más correcta, nosotros hemos retenido la forma «Jehová» porque es más familiar para las personas desde el siglo XIV. Además, preserva igualmente con otras formas, las cuatro letras del Tetragrámaton JHVH.» (Disponible en: https://www.yaiy.org/literature/SpanishIsHisName_Print.html).

Los TJ afirman que la forma más correcta es «Yahweh» pero se inclinan por la forma «Jehová» porque es familiar. Imagino que es por su forma latinizada. El Testigo de Jehová, Edward Oldhouse, aduce: «Los testigos de Jehová adoptamos la forma Jehová porque hablamos español, no hebreo.» (Disponible en: https://es.quora.com/Cu%C3%A1l-es-el-nombre-hebreo-de-Dios-y-por-qu%C3%A9-los-testigos-de-Jehov%C3%A1-lo-cambiaron-a-Jehov%C3%A1). ¡Qué barbaridad! Adoptamos la forma Jehová porque hablamos español no hebreo. Sin palabras. Esto es increíble. Los TJ en su libro «Santificado sea tu nombre», página 13, dicen: «El Creador del universo primeramente reveló su nombre al hombre en lo que ahora se llama el hebreo. Por esa razón tenemos que regresar a las Escrituras Hebreas para aprender cuál es su nombre.» Observe lo que dicen, «Por esa razón tenemos que regresar a las Escrituras Hebreas...». Si hubiesen regresado a las Escrituras hebreas, el Cuerpo Gobernante se habría dado cuenta que la grafía hebrea es יהוה, no יְהֹוָה ‎Yəhōwā. Aducen que el nombre de Dios es Jehová, pero en la TNM, predomina el título «Dios» no «Jehová». 

De acuerdo con los watchowerianos, el nombre «Jehová» es el nombre propio de Dios. Según ellos, proviene de un verbo hebreo que significa «llegar a ser». Me parece un razonamiento incorrecto. El hebreo antiguo se escribía sin vocales, por lo tanto, lo que aparece plasmado en la Escritura hebrea es el tetragrama יהוה, no la palabra יְהֹוָה ‎Yəhōwā. La palabra Yəhōwā no es parte de la lingüística hebrea. Es una palabra latinizada que se pronuncia como Jehová. Es una pronunciación defectuosa del tetragrama יהוה. La palabra Yəhōwā es un híbrido. Siendo que está fuera de la lingüística hebrea no significa absolutamente nada. Es solamente eso, una palabra inventada. Una imposibilidad filológica. Cómo puede venir de un verbo hebreo si, ni siquiera la palabra es hebrea, sino latina. El híbrido «Jehová» surge del intento de interpretar la fonética del tetragrama יהוה con los signos de puntuación masoréticos de la palabra אֲדֹנָי Aḏōnāy. «Alrededor del siglo XII, los masoretas agregaron los puntos vocálicos de Aḏōnāy al tetragrama יהוה, y la forma resultante fue (יְהֹוָה) YeHoWa» (Schaff, Philip - Yahweh The New Schaff-Herzog Encyclopedia of Religious Knowledge Volume XII , Paper Book House, Grand Rapids, Michigan, 1950, pág. 480). Los eruditos cristianos de habla latina reemplazaron la [Y] (que no existe en latín) por una [I] o su variante [J] y la [W] por una [V/u], su derivadas Iehouah y Jehovah aparecieron por primera vez en el siglo XII, por lo tanto, Iehovah se convirtió en la latinización de origen masoreta. Posteriormente, personas como el dominico, teólogo y orientalista español Raimundo Martí, en su escrito latino «Pugio fidei Christianae» (c. 1270), utiliza una vocalización similar al híbrido Jehová. El confesor del papa León X, el fraile italiano, filósofo, teólogo y orientalista Pedro Galatino o Pietro Colonna Galatino también conocido como Petrus Galatinus, hizo lo propio aproximadamente para el año 1518. Juan de Valdés, escritor religioso español, y reformador católico, hizo lo propio aproximadamente para el año 1537. Sin embargo, el nombre «Jehová» es una imposibilidad filológica. Es solamente un híbrido. Sea como sea, los autores antes mencionados popularizaron la forma Iehovah en latín. La Biblia Casiodoro de Reina (Iehova, 1602) y la Biblia del Oso (Iehoua, 1569) popularizó el nombre en castellano. Otros traductores como Tyndale (Iehouah, 1530), João Ferreira de Almeida (JEOVÁ, 1948) o Johannes Bugenhagen (HERR "SEÑOR") popularizaron el nombre en inglés, portugués y alemán, entre otros idiomas. Sin embargo, muchas ediciones modernas de estas mismas traducciones han eliminado el nombre. En realidad, cuando los judíos veían el nombre divino יהוה lo sustituían por Aḏōnāy. Nunca pronunciaban YeHoWa

🔸 El Espíritu Santo, es la fuerza activa de Dios. 
Los TJ afirman que el Espíritu Santo, es una fuerza, una influencia. Pero es difícil desarrollar una relación con una fuerza o una influencia. La acreditada Biblia «Palabra de Dios para Todos», vierte así: «No hagan poner triste al Espíritu Santo, quien es la garantía para su completa liberación en el día señalado.» (Ef 4:30 PDT). Los autores bíblicos están claros que el Espíritu Santo, no se apareció a los seres humanos en forma personal (corporal) discernible como Cristo (Jn 1:32; He 2:1-4). Como su naturaleza y esencia son incomprensibles, pues, los TJ especulan que es una fuerza, un poder, una influencia. Como algunas versiones bíblicas traducen: «Ustedes recibirán la fuerza del Espíritu Santo [...] (He 1:8 BLPH), los TJ creen que el Espíritu Santo es una fuerza. Una cosa es recibir la fuerza o el poder del Espíritu Santo, y otra cosa es decir que el Espíritu Santo es una fuerza o un poder.

Definamos el término «fuerza». La mayoría de los diccionarios disertan que el término «fuerza» es un concepto abstracto. Es la capacidad física para realizar un trabajo o un movimiento. Cualquier acción, esfuerzo o influencia que puede alterar el estado de movimiento o de reposo de cualquier cuerpo. Con respecto al término «influencia» es la cualidad que otorga capacidad para ejercer un determinado control sobre el poder por alguien o algo. 

Cabe preguntar, ¿Puede una fuerza inspirar, hablar, enseñar, escuchar, guiar, convencer, hacer recordar o dar testimonio? El razonamiento ilógico wachtoweriano optará por decir que la fuerza de Dios puede hacerlo. Volvemos a lo mismo «la fuerza de Dios». Una cosa es recibir la fuerza o el poder del Espíritu Santo y otra cosa es decir que el Espíritu Santo es una fuerza o un poder.

Dios, no nos explica la naturaleza del Espíritu Santo. Permítame hacer una aclaración con respecto al término «ser» que a veces usamos para referirnos a Dios. Bien sabemos que el término «ser» se aplica a los seres humanos. Sin embargo, pienso que Dios es una divinidad que posee atributos propios de una persona con la cual es posible establecer una relación. Por eso fuimos creados a su imagen y semejanza. Esto contrasta con las concepciones de un Dios catalogado como una fuerza impersonal o un ser abstracto. Como dije anteriormente, Dios no nos explica la naturaleza del Espíritu Santo, pero el ser humano en su atrevimiento es taxativo al tratar de explicar lo inexplicable. Al ser humano le gusta entrometerse en lo que Dios no ha revelado (Dt 29:29). Reitero, Dios no nos explica la naturaleza del Espíritu Santo. Esto me hace recordar las palabras del probervista: «Lo que sí he llegado a entender es que Dios nos hizo perfectos, pero nosotros lo enredamos todo.» (Ecc 7:9 TLA). Este pasaje presenta un principio significativo, «Dios, hace las cosas sencillas pero nosotros lo complicamos todo». Tanto así que existen aproximadamente 4.300 religiones diferentes en el mundo porque ninguno se pone de acuerdo en doctrina. «Pablo resalta la plena divinidad del Espíritu como el "Espíritu Santo de Dios", y destaca la personalidad del Espíritu al reflejar que el Espíritu Santo, se entristece. (Ver también Ro 8:16, 26, 27; 1 Cor 2:10, 13; 12:11; Ga 5:17, 18). Debemos andar con cuidado al analizar el misterio de la Deidad. El Espíritu es uno con el Padre y con el Hijo, y, a la vez distinto del Padre y del Hijo. "El Espíritu tiene su propia voluntad, y por lo tanto toma decisiones. Podemos entristecerlo y blasfemar contra él. Esas expresiones no son propias de un mero poder o influencia, sino que son características de una persona. ¿Es entonces el Espíritu una persona como tú y como yo? No, usamos terminología humana limitada para describir lo divino, y el Espíritu es lo que los seres humanos nunca pueden ser" (Paul Petersen, God in 3 Persons—In the New Testament [Silver Spring, MD: Instituto de Investigación Bíblica, 2015], p. 20, citado en John K. McVay. Efesios, 2023 ). Para la mayoría de los cristianos el Espíritu Santo es un ser personal porque posee las características de la personalidad. Por ejemplo, intelecto, emociones, voluntad, etcétera.

Los TJ disertan en su página web lo siguiente: «Aunque la Biblia menciona el nombre propio de Dios, Jehová, y el de su hijo, Jesucristo, en ningún lugar le da un nombre al espíritu santo» (Disponible en: https://www.jw.org/es/ense%C3%B1anzas-b%C3%ADblicas/preguntas/qu%C3%A9-es-el-esp%C3%ADritu-santo/). En otras palabras, para los watchowerianos el nombre divino del Espíritu Santo no es un nombre. Sin embargo, los eruditos de la Real Academia de la Lengua, en su «Diccionario Panhipánico de Dudas», en la sección 5.2.5 lo identifica como nombre propio (Diccionario Panhipánico de Dudas. RAE. Sección 5.2.5. Disponible en: https://www.rae.es/dpd/may%C3%BAsculas).

En su página web preguntan, ¿Qué es el espíritu santo? seguido por una respuesta. En realidad, no es la respuesta de los autores bíblicos inspirados por el Espíritu Santo, sino la respuesta del Cuerpo Gobernante basada en su Biblia (TNM). Es lamentable el engaño y el daño que hace esta secta. Aducen, «El espíritu santo no es una persona». Es que en ningún momento los escritores biblicos han dicho que el Espíritu Santo es una persona como usted y yo. Los autores bíblicos solamente describen las cualidades y características del Espíritu Santo. La pregunta, ¿Qué es el espíritu santo? es incorrecta porque la Biblia no habla de la naturaleza del Espíritu Santo, ¿Qué es? o ¿Cómo es?, sino ¿Quién es? «No hay que hacer ni decir más de lo que dice la Biblia.» (1 Cor 4:6 TLA).

🔸La resurrección y el cuerpo espiritual de Cristo.
Los TJ aseguran que Cristo no resucitó en un cuerpo humano y físico, sino como un espíritu invisible. Enuncian: «…Al ser resucitado para vivir en el cielo, llegó a ser un espíritu dador de vida…» «Así es que, si Jesús dio su vida humana, incluso su cuerpo carnal como un rescate por la humanidad, no es posible que haya sido levantado de entre los muertos como humano, con su cuerpo de carne y sangre… Por lo tanto, Dios debió deshacerse milagrosamente de ese cuerpo…» («El Conocimiento que lleva a Vida Eterna», 1995, p.68; Perspicacia para comprender las Escrituras, vol. 1, p. 1220; Despertad, 1973, pp. 3-4). «…en su resurrección llegó a ser un espíritu dador de vida. Es por eso que la mayor parte del tiempo fue invisible para sus fieles apóstoles… Ya no necesita un cuerpo humano… Se deshizo del cuerpo humano carnal, el cual Jesucristo entregó para siempre como sacrificio expiatorio, por medio del poder de Dios». («Cosas en las cuales es imposible que Dios mienta», pp. 332, 354). «Por lo tanto, las pruebas indican que al Hijo de Dios se le conoció como Miguel antes de venir a la Tierra y también se le conoce por dicho nombre desde su regreso al cielo, donde reside como el glorificado Hijo celestial de Dios». («Razonamiento a Partir de las Escrituras», 1989, p. 216).

Según el razonamiento lógico de los TJ, Cristo resucitó con un cuerpo espiritual, o sea, un cuerpo glorificado invisible (espíritu), no de carne y sangre. Este razonamiento no es consono con lo inspirado por el Espíritu Santo. ¿Por qué? Porque contradice la enseñanza de la encarnación de Cristo. Admito de antemano que no tenemos la profundidad de pensamiento racional, en lo absoluto, para comprender el misterio de la encarnación de Cristo. Ahora bien, el pensamiento lógico jehovista tira por la borda la encarnación eterna de Cristo. En el relato juanino (1-18) habla de la palabra encarnada, «Y aquella Palabra fue hecha carne, y habitó entre nosotros; (y vimos su gloria,) gloria como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.» (Jn 1:14 JBS). Cabe preguntar, ¿La encarnación de Cristo, fue temporal o para siempre? La evidencia bíblica es clara y contundente, la unión de la naturaleza humana y divina de Cristo fue para siempre. El Cristo que se levantó de la tumba era un ser humano, pero con un cuerpo glorificado (Jn 20:27). Hubo personas que así lo testifican, por ejemplo, María (Jn 20:18) y los discípulos (Jn 21:1). Ascendió al cielo con un cuerpo humano y físico. Llevó la naturaleza humana consigo hasta el trono celestial (He 1:11). De hecho, intercede por nosotros como hombre, no como un espíritu, «Pues hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre ἄνθρωπος anthrōpos, «ser humano» (1 Ti 2:5). Note que dice ἄνθρωπος anthrōpos, «hombre», no dice πνεῦμα pneuma «espiritu». Es obvio que el Hijo de Dios, se hizo humano para siempre (Mt 26:29; Lc 24:39-43; He 1:11; 1 Ti 2:5). La encarnación es parte del plan de salvación. Es parte del sacrificio de Cristo por nosotros. Por eso su sacrificio por nosotros es eterno. 

El razonamiento de los TJ que aduce que Cristo resucitó como un espíritu invisible y no con un cuerpo humano y físico es contraproducente, «No hay que hacer ni decir más de lo que dice la Biblia.» (1 Cor 4:6).

Basado en los errores hermenéuticos expuestos se finiquita que los TJ no interpretan la Biblia correctamente. Mi consejo a los TJ es el siguiente: en primer lugar, como intérpretes deberían desarrollar su razonamiento lógico con la ayuda del Espíritu Santo. La inspiración divina y nuestro razonamiento lógico deben ir a la par. Por ningún motivo nuestro razonamiento puede ir por encima de lo inspirado por el Espíritu Santo. En segundo lugar, el consejo o grupo de personas encargadas de interpretar la Biblia, debería estudiar los idiomas bíblicos para llegar a conclusiones correctas. En tercer lugar, deberían tomar en serio el consejo paulino que dice: «No hay que hacer ni decir más de lo que dice la Biblia.»

Que su Palabra pueda satisfacer su necesidad espiritual en este día. Confío que así será. Cuenta con mi Dios. Mi Dios es real. Mi Dios es Dios, porque únicamente él es Dios. Mi Dios sin igual.

¡Bendecido día!

«Adquiere la verdad y la sabiduría, la disciplina y el discernimiento, ¡y no los vendas!» (Pr 23:23 NVI)

Prof. Benjamín López Rivera, MEd

Con excepción de las fuentes citadas, el contenido literario es propiedad del autor. Si desea compartir la información, por favor, dé los créditos a las fuentes citadas como también a: bibliondidaskalia.blogspot.com

octubre 01, 2023

Si soy nueva creación, ¿Por qué sigo pecando?

En su carta a la iglesia de Corinto, Pablo declara: «De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.» (2 Cor 5:17). Otras versiones rezan: «nueva creación» (JBS), «nueva persona» (DHH).

Cabe preguntar, si somos una «nueva creación», ¿Por qué seguimos batallando contra el pecado? ¿Por qué caemos constantemente en pecado? Hay varios factores que debemos considerar al contestar estas preguntas. Me parece que el factor predominante es nuestra naturaleza pecaminosa. Un segundo factor es el mundo maligno en el cual vivimos. Un tercer factor es la incomprensión de la justicia de Cristo a nuestro favor. Tal parece que no hemos entendido en qué consiste. 

Con respecto a las dos primeras preguntas. Aquí debemos mencionar el estatus de nuestra naturaleza: «Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios [...]» (Ro 8:7). ¿Qué sucedió después de la caída de la pareja edénica? El relato genesiano aduce: «Y el Señor vio que era mucha la maldad de los hombres en la tierra, y que toda intención de los pensamientos de su corazón era solo hacer siempre el mal.» (Ge 6:5 LBLA). Sin embargo, a Génesis 6:5 le precede Génesis 3:15 que dice: «Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; esta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.» Otra versión reza: «Haré que tú y la mujer, sean enemigas; pondré enemistad entre sus descendientes y los tuyos. Un hijo suyo te aplastará la cabeza, y tú le morderás el talón.» (TLA). De acuerdo con estos pasajes la tendencia de nuestra naturaleza es hacia el mal. 

El pasaje genesiano (3:15) revela la verdadera naturaleza del pecado. Predice la lucha entre el bien y el mal. Esta batalla culminará con la muerte de Cristo (herida en el calcañar: sacrificio y muerte de Cristo) y la derrota de Satanás (cabeza aplastada: resurrección de Cristo y reino eterno). 

La sintaxis hebrea de Génesis 3:15 presenta el verbo שׁית 'shiyth' 'chisth' «pondré». Este verbo indica la actuación deliberada de parte del Señor (su prerrogativa). No en sentido arbitrario sin atender a razones. Me parece que la razón por la cual Dios tomó la decisión de poner la enemistad fue debido a la mentira y el engaño del crótalo hacia la pareja edénica. Esta acción verbal sugiere que nada natural crearía la enemistad entre el ser humano y Satanás. Salió única y exclusivamente de parte de Dios. La sintaxis hebrea del pasaje también presenta el sustantivo אֵיבָה 'êḇâ 'eibah' «enemistad», «hostilidad», «odio». Cabe preguntar, ¿Cómo fue puesta esa enemistad en el ser humano? En realidad, no lo sabemos. Lo único revelado en el pasaje es que esa enemistad fue puesta de manera misteriosa. Diría que fue algo sobrenatural.

Significativo lo que implica la palabra «enemistad». No solamente implica un conflicto cósmico entre el bien y el mal, sino también una «repulsión personal» al pecado, implantada por la gracia de Dios en la mente humana. Somos seres caídos en su totalidad (Ef 2:1, 5). Esclavos del pecado (Ro 6:20). Se podría deducir de Génesis 6:4 que naturalmente nuestra tendencia es hacia el mal. Ahora bien, ¿En qué consiste esa enemistad? Consiste en «la bondad de Dios que nos guía al arrepentimiento» (Ro 2:4). O sea, el amor de Dios (Jn 3:16), es decir, la gracia que Cristo implanta en cada vida humana crea enemistad contra Satanás. Esa enemistad es un regalo divino. Ese regalo divino es la bondad de Dios que nos permite aceptar su gracia salvífica. Sin esta gracia transformadora y ese poder renovador, la humanidad continuaría siendo cautiva de Satanás. La decisión tomada por la pareja edénica revela que ellos pasaron de tener paz con Dios a tener paz con Satanás. Pero, cuando Dios puso la enemistad creó un conflicto donde reinaba la paz con Satanás. 

Este conflicto se ve reflejado en una de las cartas del apóstol Pablo, «Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí.» (Ro 7:19-20 RVR 1960). «Porque la naturaleza pecaminosa siempre se rebela contra Dios, nunca ha obedecido la ley de Dios y nunca podrá obedecerla.» (Ro 8:7 NBV). El apóstol describe este conflicto como el pecado que mora en el interior. Un comentarista describe el conflicto paulino de esta manera: «La experiencia que vivió Pablo lo convenció de que «la ley es buena» (v.16). Pero también concluyó: sé que nada bueno mora en mí. Luego se apresuró a explicar que con la frase «en mí» se refería a mi naturaleza pecaminosa (sarki, «carne»; comp. vv. 5, 25). Esto no es literalmente carne física o material, sino el principio del pecado que se manifiesta a través de nuestra mente y de nuestro cuerpo.» (John A. Witmer, 'Romans," in The Bible Knowledge Commentary: An Exposition of the Scriptures, ed. J. F. Walvoord and R. B. Zuck, vol. 2 (Wheaton, IL: Victor Books, 1985), 468). El principio del pecado que se manifiesta a través de nuestra mente y de nuestro cuerpo. Un conflicto que permanece aun cuando hemos aceptado a Cristo como nuestro Salvador. A eso le sumamos el mundo que nos rodea. Vivimos una lucha constante contra las fuerzas espirituales malignas, «Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales.» (Ef 6:12 NVI). Por supuesto, el sentido de «enemistad» puesto por Dios no es de forma negativa. Por el contrario, es de forma positiva. Esa lucha contra las fuerzas espirituales malignas deja ver que si Dios no hubiese intervenido, seríamos esclavos de Satanás por siempre. El conflicto continúa pero la toma de decisiones está en nosotros: «caminar en la carne o en el espíritu» (Ro 8:5-11; Ga 5:16-23).

He presentado brevemente algunos factores relacionados a las dos primeras preguntas. Ahora, analizaremos en qué consiste aceptar la justicia de Cristo. Como dije anteriormente, un tercer factor es la incomprensión de la justicia de Cristo Jesús a nuestro favor. Parece que no hemos entendido en qué consiste. El apóstol Pablo, adujo: «Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.» (Ro 8:1 RVR 1960). Para los que están en Cristo Jesús no hay ninguna condenación porque lo han aceptado como su Salvador. Significa que son justificados en él (Ro 5:8-10). ¿Qué significa ser justificados en Cristo Jesús? Que Jesús pagó el precio por nosotros. No hay ninguna condenación porque Jesús fue «quien pagó el precio de nuestra libertad y así tenemos el perdón de nuestros pecados» (Col 1:14 PDT; cf. 1 Jn 2:2). Somos pecadores debido a nuestra naturaleza. Con esto no quiero decir que nacemos pecadores. Nadie nace pecador, sino con una naturaleza pecaminosa. El heredar una naturaleza pecaminosa no te hace pecador. ¿Sabe un bebé lo que es pecado? Por supuesto que no. Dicho esto, la Biblia nos llama pecadores debido a nuestra naturaleza, pero cuando aceptamos a Cristo Jesús como nuestro Salvador, somos justificados por el favor de Dios en Cristo Jesús. Por eso, somos una nueva creación, es decir, una nueva persona para la gloria de Dios (2 Cor 5:17). Seguimos siendo pecadores, pero en este caso pecadores arrepentidos y redimidos por la sangre de Cristo. El relato isaiano aduce, «Mas el Señor cargó en él el pecado de todos nosotros» (Is 53:6). Significa que Dios, no mira nuestra condición, sino que mira los méritos de Cristo cuando no arrepentimos, «JAH, si mirares a los pecados, ¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse? Pero en ti hay perdón, Para que seas reverenciado.» Sl 130:3-4 RVR 1960). El perdón otorgado es basado en los méritos de Cristo. En otras palabras «Justicia imputada». Somos pecadores arrepentidos y redimidos en Cristo Jesús. ¡Bendito sea su nombre! 

Judas, aduce que «Dios es capaz de cuidarnos para que no caigamos, y puede también hacernos entrar a su presencia gloriosa con gran alegría y sin falta alguna.» (Jds 1:24 PDT). Entonces, si Dios es capaz de cuidarnos para que no caigamos, ¿por qué caemos? No culpemos a nuestra naturaleza pecaminosa. No culpemos a Satanás, aunque de cierta manera nos tienta, pero no nos pone un puñal en la garganta para hacernos caer. Tampoco culpemos a Dios, porque en Dios no hay maldad, «Porque tú no eres un Dios que ame la maldad.» (Sl 5:4). Note que dice que Dios es capaz de cuidarnos para que no caigamos. Además, Pablo, diserta, «Para todo tenemos recursos, en él que nos da la fuerza» (Flp 4:13). Lo que podemos deducir de estos pasajes es que pecamos debido a nuestra toma de decisiones. O sea, pecamos porque elegimos pecar por voluntad propia: «El pecado, pues, está en aquel que sabe hacer lo bueno y no lo hace.» (Stg 4:17). Los creyentes de la doctrina del pecado original basado erróneamente en Salmos 51:5 se escudan en la misma para excusar sus pecados. Afirman que pecan porque es parte de su naturaleza. ¡Falso! Tenemos que tener mucho cuidado con esta doctrina errónea. Tenemos que tener cuidado con la toma de decisiones, «Porque si seguimos pecando intencionalmente después de haber conocido la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados; solamente nos queda la terrible amenaza del juicio y del fuego ardiente que destruirá a los enemigos de Dios.» (Hb 10:26-27 DHH). La sintaxis griega de este pasaje plasma el adverbio ἑκουσίως hekousíōs, significa «intencionalmente», «voluntariamente» o «deliberadamente». Valga la aclaración, el apóstol no parece referirse a un mero acto, sino a un estado donde el creyente persistente y deliberadamente insiste en pecar contra el Señor, luego de haber conocido la verdad. 

En síntesis, si soy una nueva creación, ¿por qué sigo pecando? Itero, por elección propia porque «El pecado, pues, está en aquel que sabe hacer lo bueno y no lo hace.» (Stg 4:17). La Palabra de Dios diserta «Para todo tengo recursos, en él que nos da las fuerzas» (Flp 4:13). Tenemos la ayuda de los Tres grandes poderes del cielo «el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo». Tenemos la ayuda de la Palabra de Dios, la cual tiene todos los recursos para ser salvos, o sea, nos presenta al Salvador. La toma de decisiones está en nosotros. Si de algo estamos claro, es que es más fácil salvarse que perderse. ¡No hay excusas!

Que su Palabra pueda satisfacer su necesidad espiritual en este día. Confío que así será. Cuenta con mi Dios. Mi Dios es real. Mi Dios es Dios, porque únicamente él es Dios. Mi Dios sin igual.

¡Bendecido día!

«Adquiere la verdad y la sabiduría, la disciplina y el discernimiento, ¡y no los vendas!» (Pr 23:23 NVI)

Prof. Benjamín López Rivera, MEd

Con excepción de las fuentes citadas, el contenido literario es propiedad del autor. Si desea compartir la información, por favor, dé los créditos a las fuentes citadas como también a: bibliondidaskalia.blogspot.com

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