Sin lugar a dudas esta es una pregunta capciosa. Pero, vayamos por parte. El nombre Miguel es referenciado en las Sagradas Escrituras en alusión a varios individuos (Nm 13:13; 1 Cr 5:13-14; 6:40; 7:3; 8:16; 12:20; 27:18; 21:2; 8:08; Esd 10:13; Dn 21; 12:1; Jds 9; Ap 12:7). En cinco ocasiones es referido a un ser celestial (Dn 10:13, 21; 12:1; Jds 9; Ap 12:7). Biblicamente, ni el nombre ni su significado indican automáticamente la naturaleza humana o celestial del que tiene ese nombre. En ninguna parte de la Biblia se identifica explícitamente a Miguel con Jesús, pero algunos escritores cristianos, luego de comparar la función desempeñada por ambos, consideran que se refiere a la misma persona.
Etimología de los vocablos Arcángel, Miguel
Arcángel
En griego koiné es ἀρχάɣɣελος archángelos, palabra compuesta del antiguo prefijo griego ἀρχ arc- o en otra forma del prefijo ἄρχω archo que significa «quien gobierna, dirige, comanda, lidera» más ἄɣɣελος ángelos que significa «mensajero». «Principe de los ángeles».
Miguel
En hebreo es מִיכָאֵל, Mi-kha-El, [מִי Mi «¿quién?»], [כָ kha «es como»], [אֵל El «Dios»], literalmente «¿Quién es como Dios?». En griego es Μιχαήλ, Mijael, «Miguel» transliterado del hebreo con igual significado.
El Arcángel Miguel en las diferentes religiones.
🔸El judaísmo
El judaísmo invoca a Miguel como amparador de sus sinagogas. En la liturgia del Yom Kipur el sermón concluye con las palabras: «Miguel, príncipe de misericordia, orad por Israel». En el Talmud, su relación con los otros ángeles se compara a la del Sumo Sacerdote, con el pueblo de Israel; de la misma forma que el arcángel Miguel habría sido el interlocutor inmediato de Moisés en el monte Sinaí.
🔸La tradición rabínica judía
Según la tradición rabínica judía, a Miguel a veces se le llama «Príncipe de las naciones», y es quien actúa como «abogado de Israel» frente a su acusador Samael o Satanás (llamado Lucifer o Luzbel), papel de defensor de los hebreos, desde los tiempos de los patriarcas bíblicos. Por tal razón, según el Rabí Eliezer ben Jacob, fue Miguel quien rescató a Abraham del horno donde había sido arrojado por Nimrod (Midrash Génesis Rabbah XLIV. 16). También fue uno de los tres hombres que visitaron a Abraham para anunciarle el nacimiento de Isaac, y que anunciaron a Lot la destrucción de Sodoma y Gomorra.
Algunos Midrash describen a Miguel como el maestro de Moisés durante el Éxodo, además de ser quien protege a los israelitas frente al ejército del Faraón antes de cruzar el mar Rojo. En el Midrash Exodus Rabbah cuenta que Miguel ejerce su función de abogado de los hebreos, cuando Satán (su adversario) acusa a los israelitas de idolatría y declara que constantemente murmuraban deseando haber muerto junto con los egipcios en el mar (Ex. R. XVIII. 5). Pero según el midrash Abkir, dice que cuando Uzza, el ángel tutelar de Egipto, convoca a Miguel a pelear ante Dios, Miguel calla, pues sería Dios mismo quien defendería a su pueblo.
🔸La tradición cabalística
En la tradición y escritos de la cábala, el arcángel Miguel es visto como "Abogado de los Judíos".
🔸El cristianismo
La veneración del arcángel Miguel en el cristianismo se basa en su mayor parte en lecturas del Nuevo Testamento y adoptando las que se refieren a él en el Antiguo. Por ejemplo, en el Apocalipsis se lee: «Hubo un gran combate en los cielos. Miguel y sus ángeles lucharon contra el Dragón. También el Dragón y sus ángeles combatieron, pero no prevalecieron y no hubo ya lugar en el Cielo para ellos. Y fue arrojado el Dragón, la Serpiente antigua, el llamado Diablo y Satanás, el seductor del mundo entero; fue arrojado a la tierra y sus ángeles con él.» (Ap 12:7-9).
🔸 La Iglesia Católica
En el catolicismo se cree que se ha manifestado en varias ocasiones. Su aparición más documentada e influyente durante la Edad Media (y, de hecho, el germen del culto micaelino en la Iglesia de Occidente) fue la del monte Gargano (celebrada el 8 de mayo). En Roma hay una estatua de bronce que lo representa en lo alto del Castel Sant’Angelo, recordando cuando se apareció allí al papa Gregorio Magno (hecho celebrado el 25 de abril). Se apareció a santa Juana de Arco (en su calidad de guerrera) y a santa Margarita (en su calidad de domadora de dragones), así como en Francia, donde en la Edad Media se le dedicó el Monte Saint-Michel, y en el siglo xvii en San Miguel del Milagro, Tlaxcala, México, aparición que reproduce los elementos principales (brote de agua) de aquellas que se dieron en Gargano y en Chonæ.
🔸 La Iglesia ortodoxa
El papel de Miguel en las Iglesias Orientales es básicamente el mismo que en la Iglesia Católica. Se le representa vestido con túnica, como cualquier otro ángel, pero con una espada o una lanza en una mano y en la otra un globo coronado por una cruz, que representa el universo sobre el que Miguel tiene poder en nombre de Cristo. Es defensor de la pureza y santidad de Dios, frente a las potencias falsamente luminosas. Es el ángel de la noche mística, "allí donde Dios despliega la luz verdadera".
🔸El Islam
En el Corán, Miguel es llamado Mījā'īl o Mijal. Ahí solo se le menciona en la azora 2:98, y en la 11:72 y 11:69 se dice que era uno de los tres ángeles que visitaron a Ibrahim para anunciar el nacimiento de Isaac y Jacob. Entre los musulmanes, Miguel es uno de los cuatro arcángeles (con Izrail, Israfil y Yibril), y uno de los dos ángeles, con Gabriel, nombrado en el Corán.
🔸El protestantismo
Algunas iglesias surgidas directamente en tiempos de la reforma protestante, como la anglicana o la luterana, comparten la mayoría de las ideas sobre el arcángel Miguel con las glesias: católica, copta y ortodoxa. Pero no es así con las denominaciones restauracionistas (como los Santos de los Últimos Días, Adventistas y los Testigos de Jehová), cuya teología respecto a este arcángel Miguel difiere de la teología de la iglesia católica.
🔸La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
En La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, Miguel y Adán se consideran la misma persona y es al único al que se le denomina arcángel. La referencia más antigua que hacen al nombre de Miguel se encuentra en su libro Doctrina y convenios: «Tres años antes de su muerte, Adán llamó a Set, Enós, Cainán, Mahalaleel, Jared, Enoc y Matusalén, todos ellos sumos sacerdotes, junto con el resto de los de su posteridad que eran justos, al valle de Adán-ondi-Ahmán, y allí les confirió su última bendición. Y el Señor se les apareció, y se levantaron y bendijeron a Adán, y lo llamaron Miguel, el príncipe, el arcángel. Y el Señor le dio consuelo a Adán, y le dijo: Te he puesto para estar a la cabeza; multitud de naciones saldrán de ti, y tú les serás por príncipe para siempre».
🔸La Iglesia Adventista del Séptimo Día
La Iglesia Adventista del Séptimo Día en sus creencias fundamentales confirma la divinidad de Jesús, no como un ser creado, sino como Dios mismo con autoridad completa y poder total, mas admiten que es el mismo que el arcángel Miguel.
🔸 Percepciones de diversos comentaristas
Juan Calvino, en algunos pasajes del Talmud, Miguel, el ángel de Jehová se asocia con la Shekinah (Calvin Commentaries, vol. 13, pág. 436). La Shekinah es la presencia o gloria de Jehová. Ver al ángel de Jehová era como ver a Dios mismo (Jue 13:22). El arcángel Miguel era otra de las formas en que el Cristo glorioso se manifestaba.
🔸Adam Clarke, «Miguel, el que es como Dios, a veces parece significar el Mesías, en otras ocasiones el arcángel más alto o principal. De hecho, no hay ningún arcángel mencionado en toda la Escritura, excepto este. Ver Jue 1:9; Ap 12:7». (Clarke’s Commentary [Daniel 10:13]).
🔸Matthew Henry, «Aquí está Miguel nuestro príncipe, el gran protector de la iglesia, y el patrón de su causa justa pero herida: el primero de los príncipes principales, v. 13. Algunos lo entienden de un ángel creado, pero un arcángel del más alto orden, 1 Ts 4:16; Jds 9. Otros piensan que Miguel el arcángel no es otro que Cristo mismo, el ángel del pacto, y el Señor de los ángeles, el que Daniel vio en visión, v. 5. Él vino a ayudarme (v. 13) ; y no hay sino el que tiene conmigo en estas cosas, v. 21. Cristo es el príncipe de la iglesia; los ángeles no lo son, Hb 2:5» (Matthew Henry Bible Commentary en [Daniel 10:13]).
🔸Alvah Hovey, «Miguel y sus ángeles son el Cordero y aquellos que están con él. El Miguel de nuestro pasaje es una figura representativa, en el mismo sentido que lo es el Cordero» (Commentary on the Espistles of John, Jude and The Revelation, pág. 171).
🔸Sir Isaac Newton, «Iesus [i.e. «Jesús»] - es la simiente de la mujer que debe herir la cabeza de la serpiente, el Silo predicho por Iacob, el Profeta predicho por Moisés, el Cordero Pascual, el hijo de David cuyo trono debe establecerse para siempre, el Hijo de Dios mencionado en los Salmos, el Hijo del Hombre predicho en la profecía de las cuatro Bestias de Daniel, el Mesías predicho en la profecía de las semanas de Daniel, el Príncipe de los Príncipes predicho en la profecía del Carnero y el Macho Cabrío de Daniel, El gran Príncipe Miguel mencionado al final de Daniel y en el Apocalipsis, y la Palabra u Oráculo de Dios cuyo testimonio es el espíritu de profecía... «(Sección 8, Folio o página 67r,» «Borradores de la historia de la Iglesia Sección 4, Autor: Isaac Newton, Fuente: Yahuda Sra. 15.4, Biblioteca Nacional de Israel, Jerusalén, Israel. Publicado en línea: julio de 2006)».
🔸John E. Goldingay, «El hombre vestido de lino en Daniel 10:4 puede ser Miguel y Gabriel era el que hablaba en la visión» (Word Biblical Commentary. Vol. 30, pág. 291). Al comparar las palabras de Daniel 10:5, 6 con Ezequiel 1:24-28 y con Apocalipsis 1:13-16, no quedará duda que Daniel, Ezequiel y Juan describen al mismo ser, a Cristo».
🔸Martín Lutero, «Miguel es realmente Cristo mismo en una lucha espiritual contra poderes y principados. El nombre es un grito de guerra en Hebreo, «¿Quién es como Dios?» Nadie sino Jesucristo es nuestra confesión. ¡Jesucristo es como Dios!» (Lutero, Martín, WABL 11:2:108).
🔸John Wesley, «Miguel, aquí significa Cristo» (Explanatory Notes on the Whole Bible [Daniel 10:13]).
🔸John Gill, «Llamado Arcángel en el Nuevo Testamento, Príncipe de los ángeles, Cabeza de todo principado y potestad; y no es otro que Cristo el Hijo de Dios, un Ángel no creado; quien es «uno», o «el primero de los Príncipes, superior a los ángeles en naturaleza, nombre y oficio» (Exposition on the Entire Bible [Daniel 10:13]).
🔸Albert Barnes, «El primero, esto es el primero en rango de los príncipes, o los ángeles. En otras palabras, Miguel el arcángel. El significado exacto de este nombre (מיכאל mîykâ'êl) es Quien es como Dios, y es un nombre dado, indudablemente, por algún parecido con Dios» (Barnes, Albert, Notes on the Bible, [Daniel 10:13]).
Por último, Los autodominados «Testigos de Jehová»
La cosmovisión de los testigos de Jehová es que Miguel y Jesús son el mismo ser, antes de venir a la Tierra y después de regresar al Cielo. (Disponible en: https:/Jw.org; https://es.m.wikipedia.org/wiki/Arc%C3%A1ngel_Miguel).
Según el portal de los TJ, se enuncia que Jesús nunca dijo ser Dios: «Jesús no es Dios y nunca reclamó serlo» (Should You Believe…? 2000). Ahora bien, si usted le pregunta a los TJ, ¿Quién es Jesús? Automáticamente contestarán, Jesús es el arcángel Miguel (Jw.org).
Entiendo que no hay un versículo bíblico explícito ni implícito en el cual Jesús haya dicho «Yo soy Dios». Tampoco hay un versículo explícito ni implícito donde Jesús se autodomine el Arcángel Miguel.
Aunque no hay un versículo explícito ni implícito en el cual Jesús haya dicho «yo soy el arcángel Miguel», el sitio oficial de los TJ enuncia: «De modo que el arcángel Miguel, es Jesús, antes de venir a la Tierra. Después que resucitó y volvió al cielo, Jesús retomó su servicio como Miguel, el jefe de los ángeles [...]» (Disponible en: https://wol.jw.org/es/wol/d/r4/lp-s/2010250). Los TJ creen que Miguel es un nombre de Cristo en su existencia prehumana y posterior a la resurrección. Sin embargo, como mencioné, no hay un solo pasaje bíblico que lo evidencie. Si los TJ afirman que Jesús nunca dijo que él era Dios, tampoco dijo que él era el arcángel Miguel. Pero los watchowerianos afirman, taxativamente, que Jesús es el arcángel Miguel. Debo aclarar que para los TJ, el arcángel Miguel es un ser creado. Si es un ser creado el cual identifican con Jesús, entonces, cuándo fue creado. Los TJ aducen que Jesús fue creado en algún tiempo de la eternidad. «Interesantemente, Charles Taze Russell, el fundador de la Sociedad de la Biblia y el Folleto Atalaya, admitió la conclusión lógica de Hebreos cuando declaró en la revista «El Atalaya» casi al final de su año inaugural: «Por ende se dice, ‘Adórenle todos los ángeles de Dios’: (eso debe incluir a Miguel, el ángel principal, por tanto Miguel no es el Hijo de Dios)…» (1879, p. 4, énfasis añadido). Tristemente, aunque Russell (el presidente de la sociedad por más de 30 años) rechazó la idea que Jesús era el arcángel Miguel, los testigos de Jehová se aferran ahora a esta doctrina.» (Eric Lyons. ¿Es Jesús realmente el Arcángel Miguel? Disponible en: https://apologeticspress.org/es-jesus-realmente-el-arcangel-miguel-2013/).
🔸 Jesús Theos
Jesús nunca se refirió a sí mismo como Dios. No obstante, la evidencia bíblica postula que Jesús actuó y habló como יהוה se expresaba de sí mismo. Antes debo decir que la blasfemia contra el nombre sagrado יהוה era castigada por apedreamiento según las leyes veterotestamentarias: «Además, el que blasfeme el nombre del SEÑOR, ciertamente ha de morir; toda la congregación ciertamente lo apedreará. Tanto el forastero como el nativo, cuando blasfeme el Nombre, ha de morir» (Lv 24:16). Traigo esto a colación porque de acuerdo con el registro bíblico los líderes judíos acusaban a Jesús de pretender ser igual a Dios, «Entonces, por esta causa, los judíos aún más procuraban matarle, porque no sólo violaba el día de reposo, sino que también llamaba a Dios su propio Padre, haciéndose igual a Dios.» (Jn 5:18). «Jesús dijo: —Bajo la dirección de mi Padre, he realizado muchas buenas acciones. ¿Por cuál de todas ellas me van a apedrear? —No te apedreamos por ninguna buena acción, ¡sino por blasfemia! -contestaron-. Tú, un hombre común y corriente, afirmas ser Dios.» (Jn 10:32, 33 NTV). «Los judíos le respondieron: Nosotros tenemos una ley, y según esa ley Él debe morir, porque pretendió ser el Hijo de Dios.» (Jn 17:7). Observe, «nosotros tenemos una ley». Con toda probabilidad los judíos estaban haciendo referencia a la ley levítica (24:16).
Veamos en algunos relatos joánicos que no hacía ninguna diferencia que Jesús se autodominara «Dios». Los mismos líderes judíos y los discípulos lo hicieron.
🔹Juan 8:52-59
«—¡Ahora estamos convencidos de que estás endemoniado! —exclamaron los judíos—. Abraham murió, y también los profetas, pero tú sales diciendo que, si alguno guarda tu palabra, nunca morirá ¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Abraham? Él murió, y también murieron los profetas. ¿Quién te crees tú? —Si yo me glorifico a mí mismo —les respondió Jesús—, mi gloria no significa nada. Pero quien me glorifica es mi Padre, el que ustedes dicen que es su Dios, aunque no lo conocen. Yo, en cambio, sí lo conozco. Si dijera que no lo conozco, sería tan mentiroso como ustedes; pero lo conozco y cumplo su palabra. Abraham, el padre de ustedes, se regocijó al pensar que vería mi día; y lo vio y se alegró. —Ni a los cincuenta años llegas —le dijeron los judíos—, ¿y has visto a Abraham? —Ciertamente les aseguro que, antes de que Abraham naciera, ¡yo soy! Entonces los judíos tomaron piedras para arrojárselas, pero Jesús se escondió y salió inadvertido del templo» (Jn 8:52-59 NIV)
Reacción de los apologetas judíos
▪️ «Si alguno guarda tu palabra, nunca morirá». Tú dices, ¿Nunca morirá? Solamente «El Señor da la vida y la quita» (1 Re 2:6). Jesús habla y actúa como Dios. Habló y actuó en la forma como se expresaba יהוה de sí mismo.
▪️ La pregunta retórica de los apologetas judíos: ¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Abraham? Él murió, y también murieron los profetas. ¿Quién te crees tú? O sea, ¿Quién te crees que eres? Me parece que Jesús se sitúa con anterioridad a Abraham el padre de la fe. Si mis cálculos son correctos, entiendo que había pasado unas 42 generaciones (Mt 1:17), y Jesús decía que era antes que Abraham. Obvio, se sobreentiende lo que quizo decir. Se revela descendiente de Abraham; la promesa mesiánica cumplida. Observe la interrogante judía: «¿Quién te crees que eres?». La sintaxis gramatical indica que los judíos esperaban un no como respuesta. Pero hay un incremento. Tanto Abraham como los profetas habían muerto. Lo significativo es que el que está frente a ellos dice con toda autoridad que era antes que Abraham. La interrogante de los judíos es muy parecida a la interrogante de la mujer samaritana, «¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob» (Jn 4:12). Solo cambian los sustantivos, en un caso Abraham y en el otro Jacob. A diferencia la mujer samaritana, posteriormente, responde afirmativamente, a su propia interrogante. No así en el caso de los judíos. Su endurecimiento de corazón fue progresivo hasta rechazar al Mesías (Jn 1:11). ¡Qué lección! Imagínese a los TJ, los herederos de la doctrina Aris, en el círculo de los judíos haciéndole la misma pregunta a Jesús: ¿Quién te crees que eres? ¿Acaso crees que eres Dios? Obviamente, sabemos cual fue la respuesta de Jesús a los judíos (vv. 54-56). La respuesta jesuana es significativa: «...el que ustedes dicen que es su Dios, aunque no lo conocen». Es preocupante que los del Salón del Reino afirmen conocer a יהוה, cuando en realidad no lo conocen. Se autodenominan TJ, pero cuando analizamos y comparamos sus enseñanzas con las de Jesús queda atestado que no conocen a יהוה. Al igual que los judíos de la época jesuana, los TJ han endurecido su corazón. Niegan que el Padre y Jesús son de la misma esencia. Sin embargo, para los años 1954, 1999 creían que eran de la misma esencia porque adoraban al Padre y también a Jesús. Así estaba atestado en su Carta Constitutiva. La Carta Constitutiva de los TJ es un documento legal que fue asentado en 1945. Esta afirmaba la adoración de Cristo como uno de los propósitos fundamentales de la organización: «....para la adoración cristiana y pública del Dios Todopoderoso y Cristo Jesús [...]. Más tarde, la adoración a Cristo pasó a ser idolatría. Desde 1945 la doctrina oficial de los TJ enunciaba la adoración a Jesús. Aproximadamente nueve (9) años más tarde la adoración a Cristo pasó a ser idolatría. Por primera vez apareció publicado en 1954, objetado el asunto de adorar a Jesús: «Por lo tanto, ya que las Escrituras enseñan que Jesucristo no es una co-persona trinitariana con Dios el Padre, sino una persona distinta, el Hijo de Dios, la respuesta a la pregunta de arriba tiene que ser que ninguna adoración distinta se le debe rendir a Jesucristo, ahora glorificado. Nuestra adoración debe dirigirse a Jehová Dios.» «Adoración reverente debe expresarse sólo a Dios. Rendir adoración a cualquier otra persona o cosa sería una forma de idolatría.» «...verdaderos Cristianos hacen bien en dirigir su adoración solo a Jehová Dios, el Todopoderoso.». Desde entonces, cada vez que la Carta Constitutiva es citada en las publicaciones de los TJ se omite lo que tenía que ver con la adoración a Jesús. Quedó atestado en el Anuario de 1969, en la página 50 donde omiten las palabras, «y Cristo Jesús» reemplazándolas con puntos suspensivos: «...para la adoración cristiana y pública del Dios Todopoderoso [...]». También quedó atestado en la Revista Atalaya de diciembre 15 de 1971, página 760. Aquí reemplazan la conjunción «y» por la preposición «por» (traducción del inglés): «...para la adoración cristiana «y» pública del Dios Todopoderoso «por» Cristo Jesús [...]».
Como puede ver, los TJ estuvieron adorando a Jesús hasta el año 1954. Mi percepción es que en la década de los cincuenta, la Sociedad Watch Tower cambió de parecer con respecto a la adoración a Jesús para que su nueva doctrina coincidiera con el lanzamiento de la versión del Nuevo Testamento, denominada «Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras Griegas Cristianas» que fue publicada originalmente en 1950. Para el año 1945, Nathan Homer Knorr, para ese entonces presidente de la sociedad, le había hecho algunas enmiendas a la Carta Constitutiva. Como ya se mencionó, en la Carta Constitutiva estaba escrito el propósito de la existencia de los TJ: promover la adoración a Jehová y a Jesús. Esta Carta Constitutiva fue incluida en el Anuario de 1945, pero no fue hasta 1999 que la parte que tenía que ver con la adoración a Jesús fue removida de la misma, o sea, unos 54 años después. Probablemente, los aspirantes al Salón del Reino, no saben nada de lo antes dicho. El mundo cristiano los considera una secta, pero en realidad son un culto. Dejaron de adorar al Cristo exaltado (Flp 2:10-11). No se rigen por la Palabra de Dios, sino por la palabra de sus líderes. Los TJ son dirigidos y adoctrinados por un grupo de personas llamado Cuerpo Gobernante. Este cuerpo tiene el control de todo. Todo es todo. Incluso, control de la vida privada y social de la congregación. Para más decir, si prohíben la transfusión sanguínea, entonces, tienen el control de la vida y muerte de los watchowerianos. Lo que la Biblia no impide, lo imposibilitan ellos. Al parecer son su propio dios.
Gracias a Dios que los extestigos de Jehová activistas han tomado el papel protagónico de la mujer samaritana. Así como la samaritana creyó que Jesús era el cumplimiento de la promesa, los extestigos han decidido conocer a Dios tal como Jesús lo conocía y lo dio a conocer. Hoy día los extestigos proclaman de puerta en puerta, en las redes sociales y otros medios que Jesús es Dios e igual al Padre en esencia (ἴσα θεῷ). Como afirma la Biblia, «aunque él era igual a Dios, no consideró esa igualdad como algo a qué aferrarse.» (Flp 2:6 NBV). La Nueva Versión Internacional reza: «quien, siendo por naturaleza Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse.»
🔹Juan 5:18
«Así que los judíos redoblaban sus esfuerzos para matarlo, pues no solo quebrantaba el sábado, sino que incluso llamaba a Dios su propio Padre, con lo que él mismo se hacía igual a Dios.»
Es cierto, Jesús nunca se refirió a sí mismo como Dios. Pero tampoco lo negó. ¿Por qué no lo hizo? Porque nadie le creería. Nada más con el testigo joánico. Algo subyacente había en las palabras de Jesús que hizo que los judíos redoblaran esfuerzos para asesinarlo. Ellos entendieron que se hacía igual a Dios. Con respecto al término «igual». En este pasaje es ῐ̓́σον «íson» inflexión de ῐ̓́σος «ísos» nominativo neutro/acusativo/vocativo singular. Acusativo masculino singular. Los judíos entendieron que él se hacía igual a Dios.
🔹Juan 8:58
«—Ciertamente les aseguro que, antes de que Abraham naciera, ¡yo soy! Entonces los judíos tomaron piedras para arrojárselas, pero Jesús se escondió y salió inadvertido del templo.» (NVI)
Itero, es cierto, Jesús nunca dijo «Yo soy Dios», pero tampoco lo negó. ¿Por qué los judíos querían apedrear a Jesús? Porque ellos entendieron lo que Jesús había articulado. Por eso, tomaron piedras. Querían golpearlo hasta la muerte, «No te apedreamos por ninguna obra buena, sino por blasfemia; y porque tú, siendo hombre, te haces Dios.» (Jn 10:33). Nada más con el testigo. Lo acusaron por blasfemia, «siendo hombre, te haces Dios».
🔹 Juan 10:22-39
«Por esos días se celebraba en Jerusalén la fiesta de la Dedicación. Era invierno, y Jesús andaba en el templo, por el pórtico de Salomón. Entonces lo rodearon los judíos y le preguntaron: —¿Hasta cuándo vas a tenernos en suspenso? Si tú eres el Cristo, dínoslo con franqueza. —Ya se lo he dicho a ustedes, y no lo creen. Las obras que hago en nombre de mi Padre son las que me acreditan, pero ustedes no creen porque no son de mi rebaño. Mis ovejas oyen mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna, y nunca perecerán, ni nadie podrá arrebatármelas de la mano. Mi Padre, que me las ha dado, es más grande que todos; y de la mano del Padre nadie las puede arrebatar. El Padre y yo somos uno. Una vez más los judíos tomaron piedras para arrojárselas, pero Jesús les dijo: —Yo les he mostrado muchas obras irreprochables que proceden del Padre. ¿Por cuál de ellas me quieren apedrear? —No te apedreamos por ninguna de ellas, sino por blasfemia; porque tú, siendo hombre, te haces pasar por Dios. —¿Y acaso —respondió Jesús— no está escrito en su ley: "Yo he dicho que ustedes son dioses"? Si Dios llamó "dioses" a aquellos para quienes vino la palabra (y la Escritura no puede ser quebrantada), ¿por qué acusan de blasfemia a quien el Padre apartó para sí y envió al mundo? ¿Tan solo porque dijo: "Yo soy el Hijo de Dios"? Si no hago las obras de mi Padre, no me crean. Pero, si las hago, aunque no me crean a mí, crean a mis obras, para que sepan y entiendan que el Padre está en mí, y que yo estoy en el Padre. Nuevamente intentaron arrestarlo, pero él se les escapó de las manos» (Jn 10:22-39 NVI).
Nuevamente, es cierto que Jesús nunca se llamó «Dios» a sí mismo, pero tampoco lo negó. ¿Por qué no lo hizo? Porque nadie le creería. Acaso los antiguos le creyeron a יהוה cuando dijo, «Yo soy el Señor, el Dios todopoderoso creador de los cielos y la tierra». La mayoría de aquellas personas ni siquiera reconoció a יהוה como Dios. Uno que no quizo reconocerlo fue el Faraón (posiblemente Ramsés II) quien dijo: «¿Quién es el Señor para que yo escuche su voz y deje ir a Israel? No conozco al Señor, y no dejaré ir a Israel» (Ex 5:2). Lo mismo pasó con Jesús (Jn 1:11). Desde entonces nada ha cambiado. Los TJ desconocen quién es יהוה. Desconocen quién es Jesús. Dicen que Jesús es una divinidad menor. Si en verdad conocieran quién es יהוה, también conocerían quien es Jesús. Pero el orgullo Aris no se lo permite. Tratan de mostrar con la TNM que Jesús es una deidad menor citando incorrectamente la expresión «Dios poderoso» (Is 9:6 TNM). En su sitio oficial hacen alusión a Salmos 82:6 para deducir que «Jesús es un dios. "Dios" quiere decir un poderoso. A Cristo se le llama «Poderoso Dios» en Isaías 9:6, «un dios» en Juan 1:1 (TNM), y «el dios unigénito» en Juan 1:18 (TNM). Jehová no es el único dios o poderoso. El mismo hecho de que a él se le llama el Dios Todopoderoso indica que hay otros dioses no tan poderosos, no todopoderosos como él. De manera que Tomás podía llamar Dios a Jesús, pero no El Dios [...] Cristo fué el único dios o poderoso engendrado directamente o creado por Jehová [...] Jehová es El Dios; Jesucristo es uno de los muchos a quienes se llama dioses [...] A Satanás se le llama «el dios de este sistema de cosas». Se decía que Moisés era como dios a Faraón, y se llama dioses a hombres en los Salmos, y Jesús se refirió a esto arguyendo que por lo tanto los judíos no deberían decir que él blasfemaba al decir que era el Hijo de Dios. Y el apóstol Pablo dijo que hay muchos que se llaman dioses.» (Disponible en https://wol.jw.org/es/wol/d/r4/lp-s/1955647).
En primer lugar, los TJ aducen que Jesús es «un dios». La expresión «un dios» es exclusivamente jehovista. (1) el griego koiné no tiene el artículo indefinido «un». No existe. La anexión del artículo indefinido «un» es para definir a Jesús como un dios de segunda categoría. (2) en cuanto a las minúsculas, o sea, Dios con «d» minúscula. Los griegos solo tenían las letras mayúsculas. Las minúsculas se desarrollaron en la Edad Media, para acelerar la escritura y ahorrar en pergamino. Es absurdo afirmar que el término «Dios» se escribía solamente en mayúscula. Este argumento es ambiguo. Los textos más antiguos escriben todas las letras con mayúsculas (códices unciales) o todas con minúsculas (códices cursivos), la diferencia es solo de copistas de siglos posteriores que empezaron a usar mayúsculas o minúsculas a su juicio, y no de escritos mas antiguos. El Profesor Héctor Benjamín Olea Cordero, biblista, teólogo protestante. Profesor universitario de hebreo, griego, estudios bíblicos, y teológicos aduce: «Resulta que tanto el hebreo como el arameo no hacen distinción entre letras mayúsculas y letras minúsculas, o sea, que tal distinción y clasificación no forma parte de las características y propiedades de estas dos lenguas, las lenguas originales del AT, o mejor dicho, la Biblia hebrea o Tanaj. Con relación a la lengua original del NT, el griego koiné; si bien en esta sí existe la clasificación y distinción entre letras mayúsculas y letras minúsculas, a pesar de esto, resulta que en el NT griego (como en la Septuaginta) la palabra «dios» (theós), la palabra «padre» (patér), la palabra «hijo» (juiós) y la expresión «espíritu santo» (pnéuma háguion), no reciben ningún tratamiento especial, sino que se usan como palabras comunes y corrientes, sujetas a las normas comunes de la gramática griega. Me explico. Las palabras mencionadas sólo van con letra inicial mayúscula, cuando inician un párrafo, una oración, o van después de un punto, así de simple, por supuesto, siempre y cuando no estemos frente a un manuscrito escrito por completo en letras mayúsculas o capitales (manuscritos unciales). Entonces, ¿son más sagradas las versiones de la Biblia que la «Biblia madre», «la Biblia fuente»? ¿Quién debería ajustarse a quién? ¿Corregiremos los «textos fuentes» para que se ajusten a las traducciones y versiones de la Biblia, o asumiremos una postura crítica frente a las traducciones y versiones precisamente con base en la «Biblia madre», «la Biblia fuente»? En resumen, ¿ajustaremos la «Biblia madre» (“los textos bíblicos en sus idiomas originales”) a las versiones, o ajustaremos las versiones a la «Biblia madre», la Biblia fuente»? Pero, ¿y qué del ADN de los «textos fuentes» (“los textos bíblicos en sus idiomas originales”) que deberían tener y caracterizar a los «textos receptores» (los traducidos, las traducciones y versiones de la Biblia)? En conclusión, la práctica de emplear siempre una letra inicial mayúscula para los nombres de la deidad en la tradición judeocristiana (nómina sacra), si bien es un recurso muy empleado en las versiones de la Biblia; en realidad no es una cuestión bíblica; no es una práctica demandada por la Biblia misma, ni establecida con base en ella misma, así de sencillo» («El uso de la palabra «dios» con letra inicial minúscula es bíblico». Disponible en: benjaminoleace.blogspot.com). En segundo lugar, dicen que el sustantivo «Dios» significa «un poderoso». El sustantivo «Dios» no es un nombre propio en la lingüística griega. Tampoco significa «un poderoso», sino «poderoso» según el profesor de literatura bíblica y teología exegética James Strong's (אֵל el «fuerte» «poderoso», «Dios»). En tercer lugar, lo citado anteriormente, crea tremendo problema para los watchowerianos. Como dije, los TJ adoraron a Jehová y a Jesús hasta el año 1954. Si ellos adoraban a Jehová y a Jesús antes del 1954 significa que adoraban a dos dioses. No hay duda que esto es politeismo. De acuerdo con la literatura jehovista tanto Charles T. Russell, Joseph F. Rutherford, Nathan Homer Knorr y todos los TJ que vivieron antes de la fecha de 1954 eran idólatras. Si este es el caso, entonces, es imposible que ellos sean parte de los 144.000 reinantes en el cielo. ¿Por qué? Porque los idólatras tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda (Ap 21:8) no en el cielo. En cuarto lugar, tratan de mostrar que Jesús pertenece a una deidad inferior citando incorrectamente la expresión «Dios poderoso» de Isaías 9:6. Note lo que dice la cita anterior «Jehová no es el único dios o poderoso. El mismo hecho de que a él se le llama el Dios Todopoderoso indica que hay otros dioses no tan poderosos, no todopoderosos como él. De manera que Tomás podía llamar Dios a Jesús, pero no El Dios». Fíjese bien, lo plasmado en su página web, Jehová no es el único «dios» en minúscula o «poderoso» también en minúscula. En este enunciado el híbrido Jehová va acompañado del sustantivo «dios» en minúscula, y del adjetivo «poderoso» en minúscula. Pero después tratan de justificar que Jehová es el todopoderoso. Que no hay otros dioses tan poderosos como él. Haciendo alusión a Isaías 9:6 como un dios poderoso, o sea, un dios inferior, aducen que Tomás podía llamar «Dios» a Jesús, pero no «El Dios». Los TJ infieren que el Mesías sería llamado «Dios Poderoso» en hebreo, ʼEl Gibbóhr, pero no «Dios Todopoderoso» ʼEl Shaddái. Argumentación debatible. A Dios se le llama también Gibbóhr. Observe, Jeremías 32:18 expone que Jehová es poderoso, Gibbóhr. Tanto el Padre como el Hijo son llamados Gibbóhr. Según la TNM «Cristo es Dios poderoso» (Is 9:6). La misma traducción plasma que Jehová es Dios poderoso (Jr 32:18), entonces, ambos son Gibbóhr, Dios poderoso.
🔹 Juan 20:28
Entonces Tomás respondió y le dijo: «¡Señor mío, y Dios mío!»
Los TJ afirman que las palabras de Tomás, no son una confesión ni afirmación de que él haya llamado a Jesús Dios. Aducen que dicha expresión es una exclamación, sorpresa o asombro. La declaración griega es, Ὁ Κύριός μου καὶ ὁ θεός μου, ho kyrios mú kai ho theos mú, literalmente «El Señor de mí y el Dios de mí». Traducido al castellano como «Mi Señor y mi Dios».
¿Qué dicen los expertos en lingüística griega sobre este pasaje?
▪️ Albert Barnes. Aduce, «No hay evidencia de que esta fuera una mera expresión, como algunos han supuesto, de sorpresa o asombro. El lenguaje fue dirigido al mismo Jesús: "Tomás... le dijo". El Salvador no lo reprendió ni lo comprobó por usar un lenguaje inapropiado. Si no hubiera sido divino, es imposible conciliarlo con su honestidad de que no reprendió al discípulo. Ningún hombre piadoso habría permitido que tal lenguaje se dirigiera a él. Compare Hechos 14:13; Apocalipsis 22:8. El Salvador procede inmediatamente a felicitar a Thomas por creer; pero, ¿cuál fue la evidencia de su creencia? Fue esta declaración, y esto solo. Si esto fue una mera exclamación de sorpresa, ¿qué prueba fue que Thomas creyó? Antes de esto dudaba. Ahora él creía, y expresó su creencia, que Jesús era su Señor y su Dios. Si este no fuera el significado de Tomás, entonces, su exclamación fue un mero acto de profanación, y el Salvador no lo habría elogiado por tomar el nombre del Señor su Dios en vano. El pasaje prueba, por lo tanto, que es apropiado aplicar a Cristo el nombre de Señor y Dios, y de acuerdo con lo que Juan afirmó en Juan 1:1, y que se establece a lo largo de este evangelio» («Comentario Bíblico de Albert Barnes». Disponible en: https://www.bibliaplus.org/es/commentaries/4/comentario-biblico-de-albert-barnes/juan/20/28).
▪️ Robertson. Explica que la declaración «(Ho κυριος μου κα ο θεος μου) no es una exclamación, sino dirección, el caso vocativo a través de la forma del nominativo, cosa muy común en el koiné. Tomás estaba totalmente convencido y no dudó en dirigirse a Cristo resucitado como Señor y Dios. Y Jesús acepta las palabras y alaba a Tomás por hacerlo.» («Cuadros de palabras del NT de Robertson». Disponible en: https://www.bibliaplus.org/es/commentaries/465/cuadros-de-palabras-del-nuevo-testamento-de-robertson/juan/20/28).
▪️ Bullinger. Articula «Mi Señor y mi Dios». Primer testimonio de la Deidad del Señor resucitado. Posiblemente, Tomás estaba usando las palabras de Salmo 86:15, que en la Septuaginta decía Kurie ho Theos, y reclamaba perdón por su incredulidad sobre la base de Éxodo 34:6, al que se refiere este versículo del Salmos.» («Notas Bíblicas de Bullinger». Disponible en: https://www.bibliaplus.org/es/commentaries/60/notas-biblicas-de-acompanamiento-de-bullinger/juan/20/28).
▪️ Nicoll. Ὁ Κύριός μου καὶ ὁ θεός μου. Su fe vuelve con un rebote y se manifiesta en una confesión en la que culmina el evangelio. Las palabras no son una mera exclamación de sorpresa. Eso está prohibido por εἶπεν αὐτῷ; significan "Tú eres mi Señor y mi Dios". El pronombre repetido presta énfasis. En la carta de Plinio a Trajano (112 dC) describe a los cristianos cantando himnos a Cristo como Dios. Nuestro Señor no rechaza la confesión de Tomás; pero (Juan 20:29) le recuerda que hay una fe superior a la que brota de la evidencia visual: Ὅτι ἑώρακάς με … καὶ πιστεύσαντες.» («O Testamento Grego Do Expoxitor, NICOLL». Disponible en: https://www.bibliaplus.org/es/commentaries/327/o-testamento-grego-do-expositor-nicoll/juan/20/28).
▪️ Comentario de Cambridge. «No sólo la vista de Jesús, sino la convicción de su omnisciencia abruma a Santo Tomás, como lo hizo Natanael (Juan 1:50), y la mujer samaritana (Juan 4:29). Su fe se eleva de un salto en toda su altura en el grito de adoración, con el que se cierra el Evangelio. ὁ κύριός μ. k. ὁ θεός μ. Para los nominativos comp. Juan 19:3; Mateo 11:26; Lucas 8:54; Lucas 12:32. Lo más antinatural es el punto de vista unitario, que estas palabras son una expresión de asombro dirigida a Dios. Contra esto están (1) el claro y concluyente εἶπεν αὐτῷ; (2) ὁ κύριός μου, que está manifiestamente dirigida a Cristo (comp. Juan 20:13); (3) el hecho de que esta confesión de fe constituye un clímax y conclusión de todo el Evangelio. Las palabras se consideran correctamente como una declaración apasionada por parte de un Apóstol devoto pero (en el mejor sentido del término) escéptico de su convicción, no solo de que su Señor resucitado estaba ante él, sino que este Señor también era su Dios. Y debe notarse que Cristo no corrige a su Apóstol por esta confesión, como tampoco corrigió a los judíos por suponer que Él pretendía ser ἴσον τῷ θεῷ (Juan 5:18); más bien acepta y aprueba esta confesión de fe en Su divinidad.» («Comentario del Testamento Griego de Cambridge». Disponible en: https://www.bibliaplus.org/es/commentaries/237/comentario-del-testamento-griego-de-cambridge-para-escuelas-y-colegios/juan/20/28).
▪️ Ellicott. «Tomás respondió y le dijo. -Se da a entender que no hizo uso de las pruebas que le ofreció su Maestro, pero que expresó de inmediato la plenitud de su convicción. Esto se confirma con las palabras del siguiente versículo: "Porque me has visto". Mi Señor y mi Dios. -Estas palabras van precedidas de "le dijo" y van seguidas de "porque me has visto, has creído"; y las palabras "mi Señor" sólo pueden referirse a Cristo. (Comp. Juan 20:13). Por lo tanto, la oración no puede, sin violencia en el contexto, tomarse como una exclamación dirigida a Dios, y debe entenderse en el sentido natural de una confesión del Apóstol de que su Señor también era Dios.» («Comentario de Ellicott sobre la Biblia». Disponible en: https://www.bibliaplus.org/es/commentaries/67/comentario-de-ellicott-sobre-toda-la-biblia/juan/20/28).
▪️ Scofield. «Señor y Mi Dios». La deidad de Jesucristo se declara en las Escrituras:
(1) En las insinuaciones y predicciones explícitas del Antiguo Testamento.
(a) Las teofanías insinúan la aparición de Dios en forma humana, y así Su ministerio al hombre (Génesis 16:7); (Génesis 18:2) especialmente; (Génesis 18:17); (Génesis 32:28) con; (Oseas 12:3); (Éxodo 3:2).
(b) Se declara expresamente que el Mesías es el Hijo de Dios (Salmo 2:2) y Dios; (Salmo 45:6); (Salmo 45:7); (Hebreos 1:8); (Hebreos 1:9); (Salmo 110:1); (Mateo 22:44); (Hechos 2:34); (Hebreos 1:13); (Salmo 110:4); (Hebreos 5:6); (Hebreos 6:20); (Hebreos 7:17); (Zacarías 6:13).
(c) Su nacimiento virginal fue predicho como el medio por el cual Dios podría ser "Emanuel", Dios con nosotros; (Isaías 7:13); (Isaías 7:14); (Mateo 1:22); (Mateo 1:23).
(d) El Mesías está expresamente investido con los nombres divinos (Isaías 9:6); (Isaías 9:7).
(e) En una profecía de Su muerte, se le llama "compañero" de Jehová; (Zacarías 13:7); (Mateo 26:31).
(f) Se declara su ser eterno; (Miqueas 5:2); (Mateo 2:6); (Juan 7:42).
(2) Cristo mismo afirmó su deidad.
(a) Se aplicó a Sí mismo el YO SOY Jehovista. (El pronombre "él" no está en griego; Comparar (Juan 8:24); (Juan 8:56). Los judíos entendieron correctamente que esto era el reclamo de nuestro Señor de la plena deidad. (Juan 8:59). Vea también, (Juan 10:33); (Juan 18:4) donde, además, "él" no está en el original).
(b) Afirmó ser el Adonai del Antiguo Testamento (Mateo 22:42).
(c) Afirmó Su identidad con el Padre; (Mateo 28:19); (Marcos 14:62); (Juan 10:30); que los judíos lo entendieron así se demuestra por; (Juan 10:31); (Juan 10:32); (Juan 14:8); (Juan 14:9); (Juan 14:17); (Juan 14:5).
(d) Ejerció la principal prerrogativa de Dios; (Marcos 2:5); (Lucas 7:48).
(e) Afirmó omnipresencia; (Mateo 18:20); (Juan 3:13) omnisciencia, (Juan 11:11); cuando Jesús estaba a cincuenta millas de distancia; (Marcos 11:6); omnipotencia; (Mateo 28:18); (Lucas 7:14); (Juan 5:21); (Juan 6:19); dominio de la naturaleza y poder creativo; (Lucas 9:16); (Lucas 9:17); (Juan 2:9); (Juan 10:28).
(f) Recibió y aprobó la adoración humana, (Mateo 14:33); (Mateo 28:9); (Juan 20:28); (Juan 20:29).
(3) Los escritores del Nuevo Testamento atribuyen títulos divinos a Cristo: (Juan 1:1); (Juan 20:28); (Hechos 20:28); (Romanos 1:4); (Romanos 9:5); (2 Tesalonicenses 1:12); (1 Timoteo 3:16); (Tito 2:13); (Hebreos 1:8); (1 Juan 5:20).
(4) Los escritores del Nuevo Testamento atribuyen perfecciones y atributos divinos a Cristo (por ejemplo) (Mateo 11:28); (Mateo 18:20); (Mateo 28:20); (Juan 1:2); (Juan 2:23); (Juan 3:13); (Juan 5:17); (Juan 21:17); (Hebreos 1:3); (Hebreos 1:11); (Hebreos 1:12); (Hebreos 13:8); (Apocalipsis 1:8); (Apocalipsis 1:17); (Apocalipsis 1:18); (Apocalipsis 2:23); (Apocalipsis 11:17); (Apocalipsis 22:13).
(5) Los escritores del Nuevo Testamento atribuyen obras divinas a Cristo (Juan 1:3); (Juan 1:10); (Colosenses 1:16); (Colosenses 1:17); (Hebreos 1:3).
(6) Los escritores del Nuevo Testamento enseñan que se debe rendir culto supremo a Cristo (Hechos 7:59); (Hechos 7:60); (1 Corintios 1:2); (2 Corintios 13:14); (Filipenses 2:9); (Filipenses 2:10); (Hebreos 1:6); (Apocalipsis 1:5); (Apocalipsis 1:6); (Apocalipsis 5:12); (Apocalipsis 5:13).
(7) La santidad y resurrección de Cristo prueban Su deidad (Juan 8:46); (Romanos 1:4). («Comentario Bíblico Scofield». Disponible en: https://www.bibliaplus.org/es/commentaries/6/comentario-biblico-scofield/juan/20/28).
▪️ Brian J. Wright. Al final de su ensayo, finiquita que en Juan 20:28 se llama explícitamente a Jesús theos con plena certeza. El Dr. Wright analiza otros pasajes bíblicos en torno a Jesús como theos en («Jesus as ΘΕΟΣ: A Textual Examination," in Revisiting the Corruption of the New Testament: Manuscript, Patristic, and Apocryphal Evidence (ed. Daniel B. Wallace; Text and Canon of the New Testament; Kregel, 2011).
▪️ SDA Bible Commentaries. «Señor mío. Gr. ho kúriós mou. Tomás usa el título con su significado más excelso (ver com. Jn 13:13). Kúriós (Señor) en la LXX es la traducción del Heb. YHWH, el nombre divino que se translitera en castellano como "Jehová" (RVR) y como "Yahveh" (BJ). Mediante esta confesión, Tomás relacionó al que estaba ante él con el Jehová del AT. Es evidente que más tarde una confesión tal llegó a ser una fórmula de fe (cf. 1 Cor 12:3). Dios mío. Gr. ho theós mou. Theós (Dios) es en la LXX la traducción del Heb. ‘Elohim, el título divino de "Dios". En el NT Theós por lo general se usa para el Padre (Rom 1:7; 1Cor 1:3; etc.); pero aquí, como en Jn 1:1, la palabra atribuye la deidad a Cristo. Aunque había muchas cosas acerca de la relación de las Personas de la Deidad que Tomás todavía no comprendía claramente, su confesión fue más profunda y más abarcante en sus alcances e implicaciones que las que habían hecho antes otros de los discípulos (por ejemplo, ver Mat 16:16).] («Seventh Day Adventist Bible Commentary»).
En síntesis, en cuanto a que Jesús nunca dijo ser Dios, es cierto. No lo dijo. No hay un versículo bíblico explícito ni implícito en el cual Jesús haya dicho «Yo soy Dios». Pero tampoco hay un versículo explícito que lo niegue. No obstante, en las palabras de Jesús había algo subyacente porque se expresaba y actuaba como יהוה lo hacía de sí mismo. Harris aduce, «Si la iglesia primitiva nunca le hubiera aplicado el título «Dios» a Jesús, su divinidad aún sería evidente en ser el objeto de adoración humana y angélica, y el objeto de la fe salvadora; el que ejerce funciones exclusivamente divinas, como la agencia creadora, el perdón de los pecados, y el juicio final; el destinatario en las oraciones de petición; el poseedor de todos los atributos divinos; el portador de numerosos títulos que se usan de Yahvé en el Antiguo Testamento; y el coautor de la bendición divina. La fe en la deidad de Cristo no se basa en la evidencia o la validez de una serie de «textos prueba» en los que Jesús recibe el título de θεός, sino en el testimonio general del Nuevo Testamento, corroborado por el juicio de la experiencia personal.» (Murray J. Harris, “Titus 2:13 and the Deity of Christ,” in Pauline Studies: Essays Presented to F. F. Bruce, ed. Donald A. Hagner y Murray J. Harris (Grand Rapids: Eerdmans, 1980), 271).
Los TJ disertan que las palabras de Tomás fueron dirigidas al Padre, no a Jesús. En cuanto a que las palabras de Tomás no fueron dirigidas a Jesús, la sintaxis textual diserta lo contrario: «Tomás... le dijo». ¿Le dijo a quién? El contexto hace alusión a Jesús. No al Padre. Quien apareció a los discípulos fue Jesús, no el Padre. En cuanto a que las palabras de Tomás no son una afirmación, sino que son palabras de asombro o admiración o exclamación debo decir lo siguiente, los TJ deberían saber que en el griego no existe el signo de admiración o exclamación (griego básico). El hecho que las versiones bíblicas castellanas lo incluyan en sus traducciones, no quiere decir que el signo de exclamación pertenezca al texto griego. Por lo tanto, la afirmación jehovista de que las palabras de Tomás son de asombro o admiración no tiene base. Como expresa Nicoll, «Las palabras no son una mera exclamación de sorpresa. Eso está prohibido por εἶπεν αὐτῷ eipen autō significan "Tú eres mi Señor y mi Dios". El pronombre repetido presta énfasis.» («O Testamento Grego Do Expoxitor, NICOLL». Disponible en: https://www.bibliaplus.org/es/commentaries/327/o-testamento-grego-do-expositor-nicoll/juan/20/28).
¿Es el Arcángel Miguel Jesucristo Dios?
Repasemos un poco, en cuanto a que el arcángel Miguel es el mismo Cristo, podemos hacer un breve análisis de las evidencias lingüísticas, literarias e históricas que se tienen al respecto. Los TJ dicen: «Jesús no es Dios y nunca reclamó serlo» (Should You Believe…?, 2000). Se puede entender «...por las escrituras que Jesús es el arcángel Miguel» (The Watchtower, pag. 29, 1979). «El gran príncipe Miguel es nada menos que el mismo Jesús» (The Watchtower, pag. 29, 1984). «Existe evidencia escritural para concluir que Miguel era el nombre de Jesucristo antes que dejara el cielo y después de su regreso» (Revista «El Atalaya», ed. 15 de mayo de 1969, pág. 309).
La evidencia presentada por los TJ se encuentra en 1 Tesalonicenses 4:16 y Judas 9, «...el ángel principal, tanto en poder y autoridad, es el arcángel, Jesucristo, también llamado Miguel» (The Truth About Angels, 2001. Disponible en: www.watchtower.org).
Hemos señalado que los cinco pasajes que mencionan el nombre Miguel, son: (Dn 10:13, 21; 12:1; Jds 9; Ap 12:7), pero apesar de la insistencia jehovista, ninguno identifica explícitamente a Miguel con Cristo. Si los TJ afirman que Miguel era el nombre de Jesús, antes de venir a este mundo, y que ambos son el mismo personaje es porque subyacentemente, reconocen que Cristo es Dios «con nosotros está Dios» (Mt 1:23 TNM). La traducción está bastante bien, pero resalta la duda en su cristología. Antes enunciaban que Jesús no es Dios. Posteriormente, bajo la presión teológica protestante han aceptado que Jesús es Dios, pero un dios menor. Hermenéutica errónea. Postura que los hace politeístas. El dilema del jehovismo está en su sincretismo religioso. Es un sistema religioso que ha recogido las migajas heréticas de cuanta religión existe. No tienen una teología propia. Su teología está basada en conceptos de diferentes autores de otras denominaciones religiones. Por cierto, conceptos aplicados fuera de contexto. Aducen que Jesús fue la primera criatura creada por Jehová (arrianismo). Dicen que el arcángel Miguel es una criatura creada por Jehová que se ercarnó en Jesús. Su sincretismo religioso tiende a confundir. Por un lado, niegan la aseidad de Jesús, por otro lado, su Traducción Nuevo Mundo evidencia la misma. El jehovismo se contradice. En su cristología afirman que Jesús es divino, pero no deidad. Por eso, hacen alusión a Salmos 82:6 para decir que los ángeles son dioses, o sea, seres divinos, así también los gobiernos de este mundo para llegar a la incorrecta conclusión que Jesús como hombre era un ser divino, no deidad como Jehová. Cuando un TJ le mencione que Jesucristo no es Dios, dígale que su Biblia, la TNM prueba lo contrario. Cite el mismo pasaje de Isaías 9:6 en su contexto correcto. De seguro cambiarán el tema como acostumbran hacerlo. En síntesis, Jesucristo es «Dios Poderoso» (Is 9:6 TNM). En su página oficial afirman: «A Cristo se le llama «Poderoso Dios» en Isaías 9:6» (Disponible en: https://wol.jw.org/es/wol/d/r4/lp-s/1955647).
¿Es el Arcángel Miguel Jesucristo Dios? Como mencioné, esta es una pregunta capciosa. Hecha por un watchoweriano con toda mala intención. Independientemente, de su contestación tendrá problemas en su argumentación. Para ellos el Arcángel Miguel es Jesucristo. Un ser divino creado. Un Dios menor. En cuanto a los dos últimos sustantivos de la pregunta «Jesucristo Dios» de eso no hay dudas para el cristiano. Ahora bien, de que Miguel sea el mismo Jesús no está claro. Solo se deduce. Tanto los arcángeles como los ángeles son seres creados.
Que su Palabra pueda satisfacer su necesidad espiritual en este día. Confío que así será. Cuenta con mi Dios. Mi Dios es real. Mi Dios es Dios, porque únicamente él es Dios. Mi Dios sin igual.
¡Bendecido día!
«Adquiere la verdad y la sabiduría, la disciplina y el discernimiento, ¡y no los vendas!» (Pr 23:23 NVI)
Prof. Benjamín López Rivera, MEd
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