agosto 24, 2023

Hablar en Lenguas

He intercambiado opiniones con algunos cristianos con respecto al don de lenguas. Pienso que la expresión «Hablar en lenguas» se refiere a un idioma como tal. No, a balbuceos incoherentes o sonidos ininteligibles. Quiero compartir con ustedes un excelente estudio que ha sido posteado en diferentes redes sociales. Lo comparto porque es un trabajo bien documentado y organizado. Muy de acuerdo con lo que se expone. Es un compendio del tema: «Hablar en lenguas: Un breve estudio lexicográfico» del licenciado en teología Eric E. Richter. 

¿Qué significa la expresión «Hablar en Lenguas» en tiempos de Pablo?

Para comprender correctamente el significado de una frase es necesario tener en cuenta el lugar geográfico y el tiempo físico en el que es usada. Esto se debe a que una misma frase puede tener significados diferentes en lugares o tiempos diferentes. Por ejemplo, en la España del siglo XXI, «echarse un polvo» es una expresión vulgar para referirse a las relaciones sexuales. Pero, en la España del siglo XIX, esta frase hacía referencia al hábito de consumir rapé (tabaco molido que se consume mediante inhalación). La frase es exactamente la misma, pero su significado cambió con el tiempo.

Ahora, imaginémonos que nos encontramos con un libro español escrito en el siglo XIX. En esta obra de literatura el autor asegura que «se echó un polvo». ¿Cómo debemos interpretar esta frase? Es obvio que el autor se refiere a consumir rapé, pues ese es el significado que la frase tenía en ese tiempo. Interpretar esa expresión como una referencia a tener relaciones sexuales es sencillamente incorrecto, pues en ese tiempo la frase no tenía ese significado en particular.

Lo mismo puede ocurrir con palabras y frases que aparecen en la Biblia. Dado que los significados de las palabras cambian con el tiempo, es posible malinterpretarlas dándoles un sentido que no tenían durante el tiempo en que fueron escritas. 

Si deseamos saber qué es lo que significa una frase en la Biblia, necesitamos descubrir el sentido que tenía en ese entonces, independientemente del sentido que tenga en la actualidad.

"Hablar en lenguas"

La expresión “hablar en lenguas” se utiliza en varios pasajes de la Biblia. En ocasiones aparece en plural: “hablar en lenguas” (λαλειν γλωσσαι), pero a veces también en singular “hablar en [una] lengua” (λαλειν γλωσσα). Dado que ambas formas, la plural y la singular, se usan intercambiablemente, claramente significan lo mismo.³

En las iglesias pentecostales y en movimientos carismáticos esta expresión se utiliza para referirse a la actividad de pronunciar o repetir palabras ininteligibles en lo que a veces parece ser un trance o éxtasis místico que experimenta el creyente. Es decir, se trata de pronunciar sonidos que no tienen un significado conocido, ni pertenecen a un idioma humano identificado. Quienes practican esta actividad aseguran que se trata de la manifestación genuina del “don de lenguas” y que los sonidos que pronuncian son idiomas “angelicales” o “celestiales”.⁴ El término técnico para describir este fenómeno es glosolalia, proveniente del griego glossa (γλῶσσα) y laleo (λαλέω) que significan “lengua” y “hablar” respectivamente.

Quienes practican la glosolalia utilizan los versículos que mencionan el “hablar en lenguas” para justificar sus prácticas. Pero recordemos lo que hemos dicho anteriormente. Que actualmente una frase tenga un significado, no implica que tenía ese mismo sentido en los tiempos bíblicos. Es decir, que actualmente los pentecostales y carismáticos aseguren que la expresión “hablar en lengua” sea una referencia a la glosolalia, no significa que ese sea el sentido que esta frase tenía en el tiempo de Pablo.

Los cristianos que no pertenecen al movimiento pentecostal o carismático usualmente aseguran que la expresión “hablar en lenguas” se refiere a la capacidad de hablar idiomas extranjeros que previamente no se conocían. Este don espiritual recibe el nombre de xenoglosia, que proviene de las palabras griegas xenos (ξένος) y glossa (γλῶσσα), que significan “extranjero” y “lengua” respectivamente.

Por lo tanto, necesitamos averiguar cuál de estos dos posibles significados tenía la expresión “hablar en lenguas”, independientemente del significado que se le dé actualmente.

La mejor manera de conocer el significado de una frase en un período histórico específico es mediante un estudio lexicográfico. La lexicografía es la disciplina científica que se encarga de la preparación de diccionarios y para ello estudia el significado de las palabras. Con el objetivo de conocer el sentido de un término se debe determinar su origen (etimología) y el significado que se le da cada vez que se usa (semántica), entre otros factores.

Por lo tanto, en este breve artículo estudiaremos concisamente el origen de la expresión “hablar en lenguas” y el significado que tiene en los contextos en que fue utilizada.

Etimología

Existe un considerable debate acerca del origen de la expresión “hablar en lenguas”. Pero se reconoce universalmente que esta frase no era utilizada en la literatura greco-romana.⁵ Por lo tanto, es probable que esta expresión tenga un origen semítico, es decir, que provenga del hebreo o arameo.⁶ En favor de esta idea es que expresiones similares aparecen en la literatura judía. En la Misná⁷ se usa la expresión “hablar en [una] lengua” (Megillah 2.1)⁸ para referirse a idiomas extranjeros como el arameo o el asirio (véase también, Sotah 7.1, 2, 3, 4, 8.1).⁹ En los Rollos del Mar Muerto hay dos referencias a hablar en “lenguas” (1QH 2.18, 4.16).¹⁰ Ambos casos parecen ser referencias a Isaías 28:11.[11] Curiosamente, Pablo cita ese mismo versículo en 1 Corintios 14:21 al abordar la práctica de hablar en lenguas en las congregaciones corintias.

El texto de Isaías 28:11 pertenece a un lamento profético que abarca todo el capítulo y acusa al pueblo israelita de no escuchar la voz de Dios. En ese tiempo las doce tribus estaban divididas en dos reinos, el del norte y el del sur. El reino de Israel, en el norte, se había negado a escuchar la voz de Dios y ahora el reino de Judá, en el sur, corría el mismo peligro. Isaías le asegura que, si se negaban a escuchar las instrucciones divinas, entonces Dios utilizaría a los asirios, un pueblo extranjero con un idioma diferente, como instrumento suyo: “en lengua extranjera, Él hablará a este pueblo” (Isa. 28:11).

Al hacer esta advertencia, Isaías utilizó la expresión hebrea lashonaheret (לָשׁוֹן אַחֶרֶתְ). En la Septuaginta, la traducción al griego del Antiguo Testamento, se utilizan las palabras glossa y laleo para traducir esa expresión (γλώσσης ἑτέρας ὅτι λαλήσουσιν), las mismas que, como ya vimos, se utilizan en el Nuevo Testamento para referirse al “hablar en lenguas”.

Ahora, no queda dudas que Isaías 28:11 se refiere al idioma asirio.¹² Por lo tanto, el “hablar en lenguas” de Isaías se refiere a un idioma extranjero, no a pronunciar sonidos sin significado. Dado que Pablo, utiliza este versículo en su debate sobre las lenguas en 1 Corintios, es claro que el “idioma extraño” de Isaías 28:11 que Dios utiliza y las “lenguas” que hablaban los corintios debe estar necesariamente relacionadas.¹³ La relación y significado exacto de la frase en 1 Corintios será analizado en la siguiente sección de este artículo.

Como ya hemos podido observar, la expresión “hablar en lenguas” no se utilizaba en la literatura greco-romana. Por lo tanto, su origen debe buscarse en la literatura judía. Isaías 28:11, como el mismo Pablo, nos lo indica al citar este texto, es el candidato más probable. Es posible que este versículo haya dado origen a un modismo semítico por la cual la frase “hablar en lenguas/una lengua” se interprete como expresarse en un idioma extranjero.¹⁴ Un argumento que confirma esta idea es que no existen ni “paralelos” ni “experiencias religioso-históricas” similares en el Antiguo Testamento a la glosolalia.¹⁵ Por lo tanto, esa frase no podía tener ese significado en aquel entonces.

A continuación, buscaremos y analizaremos las veces en que aparece la frase “hablar en lenguas” y el significado que tiene en cada ocasión.

Rastreo semántico

En esta sección del artículo rastrearemos las veces que se utiliza la expresión “hablar en lenguas”. Como ya vimos, esta frase en griego utiliza el verbo laleo (λαλέω) y el sustantivo glossa (γλῶσσα). Comenzaremos analizando estas palabras y luego veremos el significado que tiene cuando aparecen juntas.

El verbo laleo significa “hablar, conversar, decir”.¹⁶ Sin embargo, en el mundo greco-romano antiguo también podía tener un significado “onomatopéyico”, es decir, una palabra que se usa para describir “expresiones ininteligibles o inarticuladas”, o sea, palabras que en sí mismas no tienen un sentido.¹⁷ Sin embargo, en el Nuevo Testamento, laleo no tiene este significado. Pablo, usa esa palabra 44 veces en sus cartas a los corintios, y, cuando no describe el “hablar en lenguas”, se usa para referirse a las actividades de proclamar ideas (1 Co. 2:6, 7), hablar (1 Co. 2:13; 3:1; 12:3; 13:11; 14:6, 9, 11, 21; 2 Co. 2:17; 4:13; 7:14; 11:17, 23; 12:19; 13:3), decir (1 Co. 9:8, 15:34), profetizar (1 Co. 14:3), predicar (1 Co. 14:19), conversar (1 Co. 14:34, 35) y expresar (2 Co. 12:4). En ningún caso se usa con sentido onomatopéyico. Lo mismo sucede en Hechos de los Apóstoles, donde el verbo laleo se utiliza en 59 ocasiones y, cuando no se refiere a hablar en lenguas, significa hablar (2:31; 3:22; 6:10, 11, 13; 9:27; 10:7, 44; 11:15; 14:9; 22:9; 23:9; 28:21, 25), profetizar (3:21, 24), predicar (4:1, 17, 20, 29, 31; 5:20, 40; 8:25; 11:14, 19, 20; 13:42, 46; 14:25; 16:6, 32; 18:25), decir (7:6, 38, 44; 8:26; 9:6; 13:45; 14:1; 16:14; 18:9; 20:30; 21:39; 22:10; 23:18; 26:22, 26), conversar (9:29; 16:13; 26:31; 27:25) y exponer (17:19). En ningún caso se utiliza con sentido onomatopéyico.

El sustantivo glossa, por su parte, significa “lengua”, refiriendo al órgano de la anatomía humana. Pero en su sentido metafórico significa “lenguaje” o “idioma”.¹⁸ En el Nuevo Testamento se usa en 50 ocasiones. Cuando no se refiere a “hablar en lenguas”, está describiendo el órgano físico de la “lengua” (Mar. 7:33, 35; Luc. 1:64; 16:24; Hch. 2:26; Rom. 3:13; 14:11; Fil. 2:11; Stg. 1:26; 3:5, 6, 8; 1 Ped. 3:10; 1 Jn. 3:18; Ap. 16:10), “lenguas de fuego” (Hch. 2:3), o idiomas extranjeros (Hch. 2:11; 1 Cor. 13:1; Ap. 5:9; 7:9; 10:11; 11:9; 13:7; 14:6; 17:15). En ningún caso se refiere a balbuceos incoherentes o sonidos ininteligibles.

Como ya hemos visto, la frase “hablar en lenguas” no se utiliza en la literatura greco-romana. Según Roy Harrisville¹⁹ existen 35 referencias neotestamentarias a “hablar en lenguas” 28 veces en 1 Corintios, 6 en Hechos de los Apóstoles y 1 vez en Marcos, mientras que en la Septuaginta se utiliza en 7 ocasiones. De estos últimos, solo dos presentan similitudes con la frase paulina y son realmente relevantes. En Isaías 28:11, como ya hemos observado, se hace referencia al idioma asirio: “en lengua extranjera, Él hablará” (διὰ γλώσσης ἑτέρας ὅτι λαλήσουσιν). En el otro caso, Isaías 19:18, se nos dice que cinco ciudades egipcias “hablarán la lengua de Canaán” (λαλοῦσαι τῇ γλώσσῃ τῇ Χανανίτιδι). A pesar de que estas dos menciones no presentan un paralelo exacto con la expresión que se usa en el Nuevo Testamento, si nos muestran que el sentido primario de “hablar en lenguas/una lengua” consiste en expresarse en un idioma extranjero.

En los casos del Nuevo Testamento, todas las menciones de “hablar en lenguas” se refieren al fenómeno carismático en el que se ejerce el “don de lenguas” del Espíritu. A pesar de que la mayoría de estas referencias son obscuras y difíciles de comprender, en algunos casos tenemos indicios internos que nos muestran a qué se refieren.

Comenzaremos con Marcos 16:17, donde se nos dice que los discípulos serían acompañados por “señales”, entre ellas que “hablarán en nuevas lenguas” (γλώσσαις λαλήσουσιν καιναῖς). La evidencia textual indica que el Evangelio según Marcos termina en el v. 8 y que los vv. 9 al 20 son un agregado posterior basándose en ideas extraídas de los evangelios de Juan y Lucas.²⁰ Se estima que este “final largo” del evangelio según Marcos fue escrito en la primera mitad del siglo II.2²¹ Dado que las señales narradas en los vv. 17-18 claramente fueron extraídos de los escritos de Lucas,²², entonces, debemos entender que las “nuevas lenguas” mencionadas aquí son el mismo fenómeno descrito en Hechos. 

En Hechos de los Apóstoles se menciona el fenómeno de “hablar en lenguas” en tres ocasiones diferentes: durante el Pentecostés (Hch. 2), en la casa de Cornelio (Hch. 10:46) y con los conversos de Pablo, en Éfeso (Hch. 19:6). En los dos últimos casos, a diferencia del caso del Pentecostés, no tenemos indicios claros que nos indiquen si se trataba de expresarse en idiomas extranjeros o en sonidos ininteligibles. Pero la utilización de los mismos términos,²³ y el hecho de que los presentes hayan considerado que era el mismo don del Espíritu que se había manifestado en el Pentecostés, sugiere fuertemente que se trató del mismo fenómeno.²⁴

Durante el derramamiento del Espíritu Santo en el Pentecostés, narrado en Hechos 2, los discípulos comenzaron a hablar idiomas extranjeros. Tenemos claros indicios de esto, aunque una simple lectura del texto es suficiente para convencer a cualquier mente no prejuiciada:

Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba habilidad para expresarse. Y había judíos que moraban en Jerusalén, hombres piadosos, procedentes de todas las naciones bajo el cielo. Y al ocurrir este estruendo, la multitud se juntó; y estaban desconcertados porque cada uno les oía hablar en su propia lengua. Y estaban asombrados y se maravillaban, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que están hablando? ¿Cómo es que cada uno de nosotros les oímos hablar en nuestra lengua en la que hemos nacido? Partos, medos y elamitas, habitantes de Mesopotamia, de Judea y de Capadocia, del Ponto y de Asia, de Frigia y de Panfilia, de Egipto y de las regiones de Libia alrededor de Cirene, viajeros de Roma, tanto judíos como prosélitos, cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestros idiomas de las maravillas de Dios. (Hechos 2:4-11)

Aquí podemos ver que, al hablar en lenguas, los discípulos se comunicaban en los idiomas natales de los partos, medos, elamitas, y de otros pueblos. En la fiesta de Pentecostés venían judíos de prácticamente todo el mundo antiguo conocido a celebrar las fiestas. Todos ellos escucharon a los discípulos predicar el evangelio en sus idiomas natales. Debemos recordar que este fue un milagro de proclamación y no de audición. Es decir, el Espíritu Santo llenó a los discípulos que hablaban, no a las personas que escuchaban.

La mayoría de los comentadores reconocen que en Hechos 2 claramente se describe la capacidad de hablar idiomas extranjeros que los apóstoles previamente no conocían,²⁵ incluso teólogos pentecostales reconocen esto.²⁶ Después de todo, contextualmente esta es la interpretación que más sentido tiene, ya que los extranjeros que escucharon estas lenguas las identificaron como sus idiomas nativos.²⁷

Ya hemos visto que en Hechos 2 se describe el milagro de hablar un idioma que previamente no se conocía y, por consecuencia, también Marcos 16, y Hechos 10 y 19 describen el mismo fenómeno. Ahora nos concentraremos en las menciones que ocurren en 1 Corintios. Pero antes, debemos tener en cuenta dos puntos muy importantes:

1. La utilización de las mismas expresiones en 1 Corintios y Hechos 2 sugieren que estamos hablando del mismo fenómeno.²⁸ Esto ha sido reconocido incluso por teólogos pentecostales.²⁹

2. La mayoría de los expertos reconoce que el fenómeno de la glosolalia no existía en el mundo pagano.³⁰ Aunque algunos intentan encontrar paralelos entre la glosolalia y algunas experiencias extáticas de religiones paganas,³¹ la evidencia claramente rechaza estos paralelos.³² Por lo tanto, Pablo, no está tratando con una copia de costumbres paganas, sino con un fenómeno netamente cristiano (aunque deformado por los corintios, como ya veremos).

Además de estos dos puntos, es preciso conocer el contexto histórico y religioso de la iglesia cristiana en Corinto para comprender mejor lo que Pablo les escribe a ellos. La situación de las congregaciones corintias era problemática y probablemente estos conflictos y problemas permeaban incluso la práctica del don de lenguas. Claude Peifer define la situación de esta manera:

«Habían surgido desacuerdos entre los corintios que se habían dividido en bandos alrededor de los nombres de Pablo, Apolo y Pedro, quienes no tenían ningún deseo de fomentar tal desunión. El paganismo rebotaba en forma de libertinaje sexual, y los cristianos se habían vuelto tan tolerantes que permitieron que un escandaloso caso de incesto quedara impune. La avaricia hacía que los cristianos pleitearan entre sí ante tribunales civiles paganos (cf. Cor 5:1-6; 5:1-11). Las mujeres aspiraban a una emancipación completa. Había abusos escandalosos en las asambleas litúrgicas, donde los corintios llevaban sus discordias incluso a la celebración de la Eucaristía. Algunos negaban la resurrección de los cuerpos, doctrina difícil de aceptar por los griegos.» (1 Cor 14:34-36; 11:17-22; 15:12).³³

Los problemas espirituales en las iglesias corintias provocaron que los creyentes consideraran el don de lenguas como una marca de excelencia y superioridad espiritual. Pablo, al contrario, minimiza el don de lenguas al colocarlo por último lugar en las listas de dones (1 Co. 12:7-10, 29-30). Para el apóstol hablar en lenguas no es una manifestación de superioridad, sino de vanidad e infantilismo ya que la verdadera marca de superioridad es el amor. Mediante una estructura concéntrica Pablo, coloca un poema acerca del amor en el capítulo 13, en medio de los caps. 12 y 14, donde se trata el don de lenguas. De esta manera, el apóstol indica que el amor es más importante que hablar en lenguas. La estructura de estos capítulos puede delinearse de esta manera:³⁴

A. El carácter de los dones espirituales: diversos y complementarios (12:4-41)

B. El amor y los dones espirituales (13:1-13)

A’. El uso de los dones espirituales: edificación y buen orden (14:1-40)

Al prestar atención a la estructura literaria y el contexto religioso de 1 Corintios podemos notar que Pablo, no está describiendo el uso correcto del don de lenguas, sino corrigiendo y rectificando el mal uso de este carisma espiritual.³⁵ Mucha de la dificultad y oscuridad de algunos versículos se disipa al comprender mejor el motivo real de las instrucciones paulinas de estas secciones.

Otros indicios que ayudan a comprender el significado de la frase “hablar en lenguas” consisten en las palabras y términos que suelen acompañas a esta expresión.

Primero, Pablo, en varias ocasiones menciona la frase en cuestión junto con la palabra “interpretar”. El apóstol pregunta retóricamente, “¿Acaso hablan todos en lenguas? ¿Acaso interpretan (διερμηνεύουσιν) todos?” (1 Cor. 12:30); y dice también, “el que profetiza es superior al que habla en lenguas, a menos de que las interprete (διερμηνεύῃ) para que la iglesia reciba edificación” (1 Cor. 14:5); “el que habla en lenguas, pida en oración para que pueda interpretar (διερμηνεύῃ)” (1 Cor. 14:13); “Si alguno habla en lenguas, que hablen dos, o a lo más tres, y por turno, y que uno interprete (διερμηνευέτω)” (1 Cor. 14:27); y “si no hay intérprete (διερμηνευτής), que guarde silencio en la iglesia” (1 Cor. 14:28).

La palabra “interpretar” en griego es diermeneuo (διερμηνεύω) que significa literalmente “traducir”, esto implica que “Pablo entiende lo de hablar en lenguas (en lo que él tiene también alguna experiencia) como una especie de hablar en un idioma extranjero que en cierto modo puede ser traducido palabra por palabra”.³⁶

Otro término que es usado junto a “hablar en lenguas” es la expresión griego logos (λογος). Esta palabra posee un amplio campo semántico, pero su significado más común es “palabra”.³⁷ Pablo, la utiliza en dos ocasiones: “A menos que su lengua pronuncie palabras (λόγον) comprensibles, ¿cómo se sabrá lo que dicen?” (1 Cor. 14:9 NVI); “en la iglesia prefiero hablar cinco palabras (λόγους) con mi entendimiento, para instruir también a otros, antes que diez mil palabras (λόγους) en lenguas” (1 Co. 14:9).

Al usar esta palabra, Pablo, confirma que el hablar en lenguas no produce balbuceos incoherentes, sino que quien ejercita el don de lenguas está expresando palabras reales que poseen un significado preciso, pues ese es el significado que ese término tiene en el resto de la epístola (1 Co. 1:5, 17, 18; 2:1, 4, 13; 4:19, 20; 12:8; 14:36; 15:2, 54).

El uso de los términos diermeneuo, que significa “traducir”, y logos, que significa “palabra”, implica que Pablo, se está refiriendo a idiomas reales y verdaderas. No obstante, hay quienes argumentan que estos idiomas son celestiales o angelicales, y no idiomas humanos. Para ello apelan a 1 Corintios 13:1, donde Pablo dice: “Si yo hablara lenguas humanas y angélicas, pero no tengo amor, he llegado a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe”.

No obstante, debemos tener en cuenta que el texto griego sugiere que este es un recurso retorico, una hipérbole, que no tiene como objetivo describir una realidad.[38] En griego este versículo comienza con la partícula ean (Ἐὰν), que se utiliza para iniciar oraciones subjuntivas.³⁹

La frase “lenguas humanas” y “[lenguas] angelicales está unidas por la preposición kai (και) que en este caso funciona como una conjunción copulativa. Es decir, el versículo debería traducirse como “Si hablase lenguas humanas, e incluso angelicales, pero no tengo amor…”. Esto nos muestra que Pablo, no está afirmando que los corintios hablaban o podían hablar en lenguas angelicales, sino que presenta un “ejemplo hipotético”.⁴⁰ Pablo, utiliza recursos retóricos similares mencionando a ángeles en Gál. 1:8 y 4:14.⁴¹

Otro texto utilizado para afirmar que el hablar en lenguas utiliza idiomas angelicales es 1 Corintios 14:2, donde Pablo escribe: “Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios, pues nadie lo entiende, sino que en su espíritu habla misterios”.

Este texto parece indicar nadie puede comprender lo que se dice en lenguas, ni siquiera la persona que está hablando, sino solo Dios. Lo que se habla son “misterios”, no palabras en algún idioma humano. No obstante, esta interpretación no puede ser considerada correcta a la luz del contexto. Para empezar, el mismo Pablo, asegura un par de versículos después que quien habla “misterios” puede traducirle al resto de la congregación lo que está diciendo (1 Co. 14:5). Segundo, el término “misterio” (μυστήρια) a lo largo de la epístola a los corintios no tiene el significado de “secretos” o “palabras desconocidas”, sino que se usa para referirse a enseñanzas reveladas y comprensibles acerca del plan salvífico de Dios (1 Co. 2:1, 7; 4:1; 13:2; 15:51).[42] Que Pablo, diga que “el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios”, es una clara descripción de lo que sucedía en Corinto. Sin nadie que pueda traducir, solo Dios podía entender lo que se estaba diciendo. Interpretar este, y otros versículos del mismo capítulo, como descripciones del uso correcto del don de lenguas es una equivocación que ignora el contexto literario e histórico.

La interpretación de otros textos que parecen apoyar la glosolalia comete este mismo error. Debemos recordar que Pablo, a lo largo de la epístola no está describiendo el uso ideal del don de lenguas, sino más bien el abuso y tergiversación de este don que los corintios realizaban. Por ejemplo, el 1 Corintios 14:4, el apóstol escribe: “El que habla en lenguas, a sí mismo se edifica, pero el que profetiza edifica a la iglesia”. Aquí Pablo, no está describiendo la función real del don de lenguas, sino el abuso de los corintios. Al hablar sin que nadie traduzca, quien practicaba el hablar en lenguas solo se edificaba a si mismo, pero dejaba a la iglesia sin recibir beneficio alguno. Pablo, les recuerda a los corintios que el objetivo principal de los dones espirituales es la edificación del pueblo de Dios.⁴³ Un argumento similar aparece en 1 Corintios 14:6.

Finalmente, el último texto que puede ser interpretado a favor de la glosolalia es el siguiente: “Porque si yo oro en lenguas, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto. (1 Cor. 14:14). A primera vista este pasaje parece indicar que la persona que habla (u ora) en lenguas no comprende los que dice, pues su “entendimiento” no recibe ningún fruto.

No obstante, al igual que con los demás pasajes, debemos recordar que Pablo, está describiendo las prácticas deformadas de los corintios, no el uso correcto del don de lenguas.⁴⁴ Un claro de indicio de esto es la manera en cómo comienza el versículo. En griego inicia con la partícula ean (ἐὰν) que, como ya vimos, se utiliza para iniciar oraciones subjuntivas, es decir, en este caso, proponer un ejemplo hipotético. Dicho de manera simple, lo que Pablo, está haciendo es simular lo que sería practicar el “hablar en lenguas” de los corintios para luego contrastarlo con el uso correcto y apropiado de ese don:

“Porque si (ἐὰν) yo oro en lenguas [como ustedes], mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto (Uso incorrecto del don) Entonces ¿qué? (τί οὖν ἐστιν) Oraré con el espíritu, pero también oraré con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero también cantaré con el entendimiento (Uso correcto del don)”. (1 Cor. 14:14-15)

El uso correcto del don de lenguas incluye no solo el “espíritu”, sino también el “entendimiento”. No es un fenómeno puramente emocional o espiritual, sino también racional y, consecuentemente, comprensible.⁴⁵ Por eso, Pablo, también dice: “en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento..., antes que diez mil palabras en lenguas”. (1 Cor. 14:19). El uso correcto del don de lenguas permite al creyente hablar no solo con su espíritu, sino también con su entendimiento, de manera que lo que dice pueda ser traducido para la edificación de la iglesia (1 Co. 14:27-28).

Finalmente, debemos analizar tres recursos retóricos utilizados por Pablo, para describir mejor el sentido de la expresión “hablar en lenguas”. Felizmente es relativamente fácil comprender el significado y objetivo de estos recursos. El primero es una comparación o analogía que contrasta el hablar en lenguas con el sonido realizado por instrumentos musicales, especialmente el de la trompeta durante la batalla (1 Co. 14:7-9). Solo si un instrumento da notas claras y distinguibles es posible entender su mensaje. Pablo, aplica la misma regla a lo corintios, pues, a menos que lo que ellos hablen sea “comprensible”, el mensaje transmitido por las lenguas será inútil.⁴⁶

Pablo, reafirma esta conclusión con un segundo recurso literario, ejemplificando lo que sucede cuando dos personas extranjeras, que hablan idiomas diferentes uno del otro, intentan entablar una conversación: “si yo no sé el significado de las palabras, seré para el que habla un extranjero, y el que habla será un extranjero para mí”. (1 Cor. 14:11). El objetivo de esta comparación es claro, si los corintios no proporcionan mensajes inteligibles y comprensibles al usar sus dones, entonces “las lenguas no pueden proveer comunicación”.⁴⁷

Por último, ya finalizando su argumento acerca del hablar en lenguas, Pablo, cita un pasaje de Isaías que hemos analizado anteriormente. En 1 Corintios 14:21, el apóstol cita a Isaías 28:11-12. Como ya observamos, el pasaje de Isaías se refiere indiscutiblemente al idioma asirio. El contexto muestra que, debido a la desobediencia de las leyes divinas y las negativas a escuchar las advertencias proféticas, Dios traería a los asirios para que castiguen a los israelitas rebeldes. Por rechazar los mensajes de los profetas, pronunciados en hebreo, su idioma natal, ahora deberían escuchar a los asirios, cuyo idioma extranjero sería extraño e incomprensible para los oídos israelitas.

Ahora Pablo, toma este texto y lo aplica a la situación en la que se encontraban los corintios: “En la ley está escrito: «Por medio de gente de lengua extraña y por boca de extranjeros hablaré a este pueblo, pero ni aun así me escucharán», dice el Señor” (1 Cor. 14:21 NVI). Dios ya le había hablado a su pueblo en un idioma extranjero que no eran capaces de entender y no sirvió de nada, pues los israelitas no cambiaron su conducta sino hasta después de la destrucción de Jerusalén. De la misma manera, si los creyentes corintios hablaban en la iglesia en un idioma extranjero que ellos no podían entender tampoco obtendrían ningún resultado.⁴⁸

Luego Pablo, explica el motivo por el cual el don de lenguas no debe utilizarse en la iglesia: sencillamente esa no es su función: “lenguas son una señal, no para los que creen, sino para los incrédulos (1 Cor. 14:22). Al igual que en el Pentecostés, la capacidad de utilizar idiomas extranjeros previamente no conocidos es una herramienta evangelística eficaz con no creyentes de otras regiones, pero de poco sirve utilizarlo en la iglesia sin contar con un traductor.

Luego Pablo, continúa con su retórica: primero describe al abuso del don de lenguas por parte de los corintios: “si toda la iglesia se reúne y todos hablan en lenguas, y entran algunos sin ese don o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos?” (1 Cor. 14:23), para después establecer el uso correcto del don: “Si alguno habla en lenguas, que hablen dos, o a lo más tres, y por turno, y que uno interprete” (1 Cor. 14:27)

Conclusión

En este artículo hemos realizado un breve estudio lexicográfico de la frase “hablar en lenguas”. Hemos observado que esta expresión no se utilizaba en el mundo greco-romano, lo cual indica que probablemente tenga un origen semítico. También pudimos ver que frases similares aparecen en el Antiguo Testamento, en los Rollos del Mar Muerto y en la Septuaginta.

La más antigua de estas menciones es Isaías 28:11, que probablemente sea el origen de esta frase. Esto indicaría que la expresión “hablar en lenguas” es un término semítico que se refiere a hablar idiomas extranjeros. Dado que Pablo, cita justamente este versículo al discutir el tema en su epístola a los corintios, lo más probable es que haya retenido el mismo significado.

También observamos que la palabra “lengua” en griego se refiere al órgano físico humano, pero que también significa “idioma extranjero”. De hecho, la evidencia indica que las menciones a “hablar en lenguas” en Marcos 16 y Hechos 2, 16 y 19 se refieren a hablar idiomas extranjeros. Lo mismo podemos afirmar de las referencias que encontramos en 1 Corintios.

Al analizar el conjunto de la evidencia, podemos afirmar que el Nuevo Testamento describe el don de lenguas como la capacidad de hablar idiomas extranjeros que previamente no se conocían, es decir, lo que es definido como xenoglosia. Afirmar lo contrario es contradecir la acumulación de evidencia lingüística que hemos podido observar en este artículo.

Referencias

A menos que se indique algo diferente, todas las citas bíblicas han sido tomadas de La Biblia de Las Américas (1986). De la misma manera, a menos que se indique lo contrario, el énfasis es añadido. 

Véase también, Rom. 16:15; 2 Co. 1:1; 9:1; 13:13; Efe. 1:1; 2:19; Flp. 4:21, 22; Flm. 1:7; Heb. 13:24. 

Luis Bonnet y Alfredo Schroeder. Comentario del Nuevo Testamento, vol. III Epístolas de Pablo (El Paso, TX: Casa Bautista de Publicaciones, 1970), 294-25. 

Véase, por ejemplo, Yiye Ávila, Dones del Espíritu (Miami, FL: Unilit, 1993), 15-37. 

Nil I. J. Engelsen, Glossolalia And Other Forms Of Inspired Speech According to 1 Corinthians 12-14 (Ann Arbor, MI: University Microfilms, 1970), 20. 

Edward A. Engelbrecht, “‘To Speak in a Tongue’: The Old Testament and Early Rabbinic Background of a Pauline Expression”, Concordia Journal 22, no. 3 (julio de 1996): 295-302 

Si bien la Misná fue puesta por escrito más de un siglo después de la muerte de Pablo, contiene tradiciones y formulaciones con siglos de antigüedad. De la misma manera, el hebreo misnaico o rabínico tuvo sus orígenes a partir del siglo III a.C. aproximadamente y fue contemporáneo al de Pablo. 

Herbert Danby, trad., The Mishnah: translated from the Hebrew with introduction and brief explanatory notes (New York: Oxford University Press, 1933), 203. 

Ibid., 300-302. 

Véase, Florentino García Martínez, Textos de Qumrán. 2da ed. (Madrid: Trotta, 1993) 365, 372. 

Engelbrecht, “‘To Speak in a Tongue’”, 299-300. 

Ivan D. Friesen, Isaiah. Believers Church Bible Commentary (Scottdale, PA: Herald Press, 2009), 171-172. 

Véase, David E. Lanier, “With Stammering Lips and Another Tongue: 1 Cor 14:20-22 and Isa 28:11-12”, Criswell Theological Review 5, no. 2 (1991): 259-286 

Engelbrecht, “‘To Speak in a Tongue’”, 302. 

“γλῶσσα”, por H. Haarbeck, en The New International Dictionary of the New Testament Theology, ed. por Colin Brown, 3 vols. (Grand Rapids, MI: Zondervan, 1975, 1976, 1981), 3:1979. 

Barclay Newman Jr., A Concise Greek-English Dictionary of the New Testament (Peabody, MS: Hendrickson, 1993), 106. 

William W. Richardson, “Liturgical Order and Glossolalia: 1 Corinthians 1426c-33a and its Implications”, Tesis doctoral, Andrews University (Junio de 1983), 89. 

Florencio I. Sebastián Yarza, Diccionario Griego-Español (Barcelona: Sopena, 1998), 301. Véase también, “γλῶσσα”, por H. Haarbeck, en Diccionario teológico del Nuevo Testamento, 3ra ed., ed. por Erich Beyreuther, Hans Bietenhard y Lothar Coenen, 4 vols. (Salamanca: Sígueme, 1990, 1993, 1994), 4:249-250. 

Roy A. Harrisville, “Speaking in tongues: A Lexicographical Study”, The Catholic Biblical Quarterly 38 (1976): 35-48. 

Vicent Taylor, Evangelio según San Marcos (Madrid: Cristiandad, 1979), 739-744; Rudolf Schnackenburg, El evangelio según San Marcos, 2 vols. (Barcelona: Herder, 1980), 2:342-345. 

Josef Schmid, El evangelio según San Marcos (Barcelona: Herder, 1967), 449. 

Joachim Gnilka, El evangelio según San Marcos, 2 vols. (Salamanca: Sígueme, 2001), 2:418-49; Salvador Carrillo Alday, El evangelio según San Marcos (Estella: Verbo Divino, 2008), 276-277. 

Jenn Everts, “Tongues or Languages? Contextual Consistency in the Translation of Acts 2”, Journal of Pentecostal Theology 4 (1994): 72-73. 

Gonzalo Haya Prats, Impulsados por el Espíritu: El Espíritu Santo en los Hechos de los Apóstoles (Salamanca: Secretariado Trinitario, 2011), 82-83. Véase también, Roger Stronstad, La teología carismática de Lucas (Springfield, MO: RDM, 2008), 98. 

C. K. Barrett, The Acts of the Apostles, 2 vols. The International Critical Commentary (Edinburgo: T&T Clark, 1994), 1:109; F. F. Bruce, The Acts of the Apostles: Greek Text with Introduction and Commentary (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1990), 114-115; Joseph A. Fitzmyer, Los Hechos de los Apóstoles: Traducción, introducciòn y comentario, 4 vols. (Salamanca: Sígueme, 2003), 1:320; Jesús M. Asurmendi et al., El Espíritu Santo en la Biblia. Cuadernos Bíblicos 52 (Estella: Verbo Divino, 1986), 44-45; Justo González, Hechos de los Apóstoles. Comentario bíblico latinoamericano (Miami, FL: Caribe, 1992), 63-65; Ernst Haenchen, The Acts of the Apostles: A Commentary (Filadelfia: The Westminster Press, 1971), 168-169; Josef Kürzinger, Los Hechos de los apóstoles, 2 vols. (Barcelona: Herder, 1974), 1:51-52; Charles H. Talbert, Reading Acts: A Literary and Theological Commentary on the Acts of the Apostles (Macon, GA: Smyth & Helwys, 2005), 25-26; Cristian Wolff, “Λαλειν γλωσσαις in the Acts of the Apostles”, en Paul, Luke and the Graeco-Roman World: Essays in Honour of Alexander J. M. Wedderburn, eds. Alf Christophersen et al. Journal for the Study of the New Testament Supplement Series 217, (Londres: T&T Clark, 2003), 191-199. 

E.g. Craig S. Keener, 1-2 Corinthians. The New Cambridge Bible Commentary (New York: Cambridge University Press, 2005), 112. 

Ju Hur, A Dynamic Reading of the Holy Spirit in Luke-Acts (Londres: Sheffield Academic Press, 2001), 160, 224. 

Carlos Calderón, “¿Qué eran las lenguas en el pensamiento del apóstol Pablo? (Segunda de dos partes)”, Kairós 42 (enero-junio de 2008): 71. 

Anthony D. Palma, El Espíritu Santo: una perspectiva pentecostal (Miami, FL: Vida, 2005), 142; Craig S. Keener, Gift Giver: The Holy Spirit for Today (Grand Rapids, MI: Baker Academic, 2001), 124-125. 

Heinrich von Baer, “El Espíritu Santo en los escritos lucanos”, en La investigación de los evangelios sinópticos y los Hechos de los Apóstoles en el siglo XX, eds. por Rafael Aguirre y Antonio Rodríguez Carmona, 285-290 (Estella: Verbo Divino, 1996), 288. 

James D. G. Dunn, Jesus and the Spirit (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1997), 242-243; F. F. Bruce, Pablo: apóstol del corazón liberado (Barcelona: Clie, 2012), 307l 

Véase el excelente análisis de Christopher Forbes, “Early Christian Inspired Speech and Hellenistic Popular Religion”, Novum Testamentum 28, no. 3 (1986): 257-270; Joseph Fortenrose, The Delphic Oracle: Its Responses and Operations with a Catalogue of Responses (Berkeley, CA: The University of California Press, 1978), 204-212; y Terrance Callan, “Prophecy and Ecstasy in Greco-Roman Religion and in 1 Corinthians”, Novum Testamentum 27, no. 2 (1985): 125-140. 

Claude J. Peifer, Primera y Segunda epístola de San Pablo a los Corintios (Santander: Sal Terrae, 1966), 10. 

Irene Foulkes, Problemas pastorales en Corinto: comentario exegético-pastoral a 1 Corintios (San José, Costa Rica: Departamento Ecuménico de Investigaciones, 1999), 342. 

Josef Holzner, San Pablo: Heraldo de Cristo (Barcelona. Herder, 1967), 334-335. 

“ἑρμηνεύω”, por N. Walter, en Diccionario exegético del Nuevo Testamento, ed. Horst Balz y Gerhard Schneider, 2 vols. (Salamanca: Sígueme, 2002), 1:1582-1588. 

Elsa Tamez, Diccionario conciso griego-español del Nuevo Testamento (Miami, FL: Caribe, 1978), 107-108. 

John C. Poirier, The Tongues of Angels: The Concept of Angelic Languages in Classical Jewish and Christian Texts (Tübingen: Mohr Siebeck, 2010), 50. 

A. T. Robertson, Comentario al texto griego del Nuevo Testamento (Barcelona: CLIE, 2003), 452; Mary Grosvenor y Max Zerwick, Análisis gramatical del griego del Nuevo Testamento (Estella: Verbo Divino, 2008), 614. 

Richard A. Horsley, 1 Corinthians. Abingdon New Testament Commentaries (Nashville, TN: Abingdon Press, 1998), 176. 

Poirier, The Tongues of Angels, 50. 

Véase además el análisis de Benjamin L. Gladd, Revealing the Mysterion: The Use of Mystery in Daniel and Second Temple Judaism with Its Bearing on First Corinthians (Berlín: Walter De Gruyter, 2008), 210-215. 

John Barton y John Muddiman, eds. The Pauline Epistles. The Oxford Bible Commentary (New York: Oxford University Press, 2001), 119. 

Lynn Burton, “Tongues in Corinth: The Case for Human Languages, A Study of Corinthians 12-14” (Tesis de maestría. Avondale College. 2011), 318. 

Herman Ridderbos, El pensamiento del apóstol Pablo (Grand Rapids, MI: Libros Desafío, 2000), 152-153. 

Joseph A. Fitzmyer, First Corinthians: A New Translation with Introduction and Commentary. The Anchor Bible vol. 32 (New Haven, CT: Yale University Press, 2008), 513-514. 

Carlos Calderón, “Comentario exegético a 1 Corintios 14 (Primera de dos partes)”, Kairós 43 (julio-diciembre de 2008), 58. 

Gerhard Hasel, Speaking in Tongues: Biblical Speaking in tongues and Contemporary Glossolalia (Berrien Springs, MI: ATS Publications, 1994), 139-141; véase también H. H. Drake Williams III, “Light Giving Sources: Examining the Extent of Scriptural Citation and Allusion Influence in 1 Corinthians”, en Paul: Jew, Greek and Roman, ed. Por Stanley E. Porter. Pauline Studies 5, 7-37 (Leiden: Brill, 2008), 29-30. 

agosto 19, 2023

Bautícese y será salvo

¿Es el bautismo un requisito para la salvación? 

Algunos suponen que el bautismo es un requisito para ser salvos. A esto se le conoce como «regeneración bautismal», la creencia de que una persona debe ser bautizada para ser salva. Los que sostienen este punto de vista se basan en Marcos 16:16 que dice: «El que crea y sea bautizado será salvo, pero el que no crea será condenado.» (Mc 16:16 NVI). Añaden que Jesús fue bautizado y debemos seguir su ejemplo (Mt 3:13-17).

¿Verbaliza Marcos 16:16 que el bautismo es un requisito para la salvación? Veamos lo que enunt el pasaje: «El que crea y sea bautizado será salvo, pero el que no crea será condenado.» (Mc 16:16 NVI). Fíjese lo que dice el último enunciado: «pero el que no crea será condenado». Note que aduce «el que no crea». En ninguna parte del versículo dice, «el que no sea bautizado será condenado». 

¿Qué implica el bautismo?
El bautismo implica creer y aceptar de todo corazón que Jesucristo es el Hijo de Dios y lo recibe como único Señor y Salvador personal (He 8:35-38). El bautismo representa el arrepentimiento de los pecados y la conversión, que se comprueba con la muerte del viejo hombre, con el nuevo nacimiento y la producción de frutos para el reino de Dios (He 3:19; Jn 3:3-5; 15:1-8). 

Entiendo que el bautismo es un paso importante de obediencia que debe tomar el creyente. Pero el bautismo no nos salva del pecado, sino como aduce Pedro, de una mala conciencia: «Todo esto es símbolo del bautismo (el cual no consiste en lavar las impurezas del cuerpo sino en el compromiso ante Dios de tener una buena conciencia) que ahora nos salva por la resurrección de Jesucristo.» (1 Pe 3:31 RVR 1960).

No es correcto añadir el bautismo a la fe en Cristo como requisito para la salvación. Eso sería salvación por obras. Es aceptar que el sacrificio de Cristo no fue suficiente para nuestra salvación. Me parece curioso el argumento de que el ladrón no fue bautizado para ser salvo. Algunos disertan que habrá personas que se salvarán sin haber sido bautizadas. Y, así será porque fueron bautizados, es decir, sumergidos en la sangre de Cristo: «No saben ustedes que cuando nos unimos a Cristo en el bautismo fue como si hubiéramos muerto con él? En realidad, nuestra vieja naturaleza quedó sepultada con Jesús en el bautismo. Y así como Dios el Padre, con su poder glorioso, lo volvió a la vida, también así a nosotros nos levantó para que viviéramos una nueva vida.» (Ro 6:3-4 NBV). Sabemos que hay personas con diversas enfermedades que están encamadas porque sufren algún tipo de parálisis, etcétera. Desahuciados que no tuvieron tiempo de bajar a las aguas bautismales, pero aceptaron a Cristo Jesús como su Salvador antes de su muerte. Sin duda alguna estas personas serán salvas. Bueno, espero no ser taxativo con lo último enunciado.

En cuanto al dato curioso de que el ladrón no fue bautizado, pero fue salvo, ¿Quién garantiza que no era bautizado? Acaso podemos asegurar que él no fue bautizado. La Biblia no registra la biografía de este hombre. Desconocemos su nombre, edad, etnología, etcétera. No registra si había sido bautizado o no. Solamente registra el evento del Calvario. Los Evangelios registran el corto diálogo entre Jesús y él. Parece ser que el relato lucano es el más completo porque es el único que enuncia que uno de los ladrones cambió de parecer después de haber escuchado a Jesús. Veamos, «Uno de los criminales colgados junto a él se burló: «¿Así que eres el Mesías? Demuéstralo salvándote a ti mismo, ¡y a nosotros también!». Pero el otro criminal protestó: «¿Ni siquiera temes a Dios ahora que estás condenado a muerte? Nosotros merecemos morir por nuestros crímenes, pero este hombre no ha hecho nada malo». Luego dijo: —Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Jesús respondió: —Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso.» (Lc 23:39-43 NTV).

La expresión «...acuérdate de mí cuando vengas en tu reino» parece sugerir que antes que el ladrón se arrepintiera y expresara su fe, pudo haber presenciado algunos eventos evangelísticos de Jesús, o escuchado de otras personas. Es posible que haya escuchado en algún lugar hablar del reino de los cielos (Mt 4:17, 13:11:52). Es posible que este hombre conociera más acerca de Jesús de lo que usted y yo conocemos. Quien sabe si había sido una persona bautizada que por alguna razón reincidió y sufrió las consecuencias de sus crímenes en la cruz. No lo sabemos porque los autores bíblicos no dicen nada al respecto. En todo caso sería especular. Sin embargo, debido a su solicitud «cuando vengas en tu reino» me parece que tenía algún conocimiento del mensaje del Señor. Lo importante es que, ante su solicitud, Jesús le respondió: «Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso».

En síntesis, no es correcto añadir el bautismo a la fe en Cristo como requisito para la salvación. La regeneración bautismal no es bíblica. De lo contrario sería salvación por obras. Es aceptar que el sacrificio de Cristo no fue suficiente para nuestra salvación. Entiendo que el bautismo es un paso importante de obediencia que toma el creyente. Pero el bautismo no nos salva del pecado. Sí, es cierto que Jesús fue bautizado y debemos seguir su ejemplo. Como también es cierto que nuestra fe debe estar puesta en Aquel que fue bautizado no en el bautismo como tal. La salvación es únicamente por los méritos de Cristo Jesús. 

Que su Palabra pueda satisfacer su necesidad espiritual en este día. Confío que así será. Cuenta con mi Dios. Mi Dios es real. Mi Dios es Dios, porque únicamente él es Dios. Mi Dios sin igual.

¡Bendecido día!

«Adquiere la verdad y la sabiduría, la disciplina y el discernimiento, ¡y no los vendas!» (Pr 23:23 NVI)

Prof. Benjamín López Rivera, MEd

Con excepción de las fuentes citadas, el contenido literario es propiedad del autor. Si desea compartir la información, por favor dar los créditos a las fuentes citadas como también a: bibliondidaskalia.blogspot.com

agosto 13, 2023

El Espíritu Santo

Por más inteligente que sea el ser humano no podrá describir la naturaleza del Espíritu Santo. Su naturaleza y esencia son incomprensibles para la mente finita. Las Escrituras no describen su naturaleza esencial. O sea, Dios no nos explica qué clase de ser es el Espíritu Santo. El silencio que guarda las Escrituras con relación a la naturaleza del Espíritu Santo, ha llevado a muchos a especular sobre su esencia.

Existen varias teorías especulativas acerca de la naturaleza del Espíritu Santo. El Monarquianismo y el Patripasianismo creían que el Espíritu Santo era un modo temporario de la auto expresión de Dios. La religión islámica piensa que el Espíritu Santo es solo un medio o un ángel por el que se comunica la verdad. La Iglesia Universal cree que el Espíritu Santo es una fuerza impersonal que surge de Dios. La Iglesia de los Santos de los Últimos Días piensa que el Espíritu Santo es un personaje de Espíritu. La Ciencia Cristiana aduce que el Espíritu Santo es la Ciencia divina. El desarrollo de la vida. La Congregación Mita sostiene que Mita la madre de Aarón es el Espíritu Santo. Los Testigos de Jehová no creen en la personalidad del Espíritu Santo. Afirman que es la fuerza activa de Dios. 

Algunos estipulan que el Espíritu Santo es una fuerza, una influencia, un ardor en el pecho, algo que se mete por dentro como dicen algunos evangélicos y pentecostales. Pero, es difícil desarrollar una relación con una fuerza o una influencia. La acreditada Biblia Palabra de Dios para Todos, vierte así: «No hagan poner triste al Espíritu Santo, quien es la garantía para su completa liberación en el día señalado.» (Ef 4:30 PDT). Los autores bíblicos están claros que el Espíritu Santo no se apareció a los seres humanos en forma personal, dicernible como Cristo (Jn 1:32; He 2:1-4). Como su naturaleza y esencia son incomprensibles pues algunos especulan que es una fuerza, un poder, algo que se mete por dentro, etcétera. 

Como algunas versiones bíblicas traducen: «Ustedes recibirán la fuerza del Espíritu Santo [...] (He 1:8 BLPH, BLPH), algunos creen que el Espíritu Santo es una fuerza. Una cosa es recibir la fuerza del Espíritu Santo, o sea, el poder, y otra cosa es decir que el Espíritu Santo es una fuerza o un poder.

Definamos el término «fuerza». La mayoría de los diccionarios disertan que el término «fuerza» es un concepto abstracto. Es la capacidad física para realizar un trabajo o un movimiento. Cualquier acción, esfuerzo o influencia que puede alterar el estado de movimiento o de reposo de cualquier cuerpo. Con respecto al término «influencia» es la cualidad que otorga capacidad para ejercer un determinado control sobre el poder por alguien o algo. 

Cabe preguntar, ¿Puede una fuerza inspirar, hablar, enseñar, escuchar, guiar, convencer, hacer recordar o dar testimonio? El pensamiento ilógico optará por decir que la fuerza de Dios puede hacerlo. Volvemos a lo mismo «la fuerza de Dios». Una cosa es recibir la fuerza del Espíritu Santo, o sea, el poder, y otra cosa es decir que el Espíritu Santo es una fuerza o un poder.

Dios no nos explica qué clase de ser es el Espíritu Santo. Pero el ser humano en su atrevimiento es taxativo al tratar de explicar lo inexplicable. Podemos hablar de las cosas reveladas, pero nos gusta entrometernos en lo que Dios no ha revelado (Dt 29:29). Itero, Dios no nos explica qué clase de ser es el Espíritu Santo. Esto me hace recordar las palabras del probervista: «Lo que sí he llegado a entender es que Dios nos hizo perfectos, pero nosotros lo enredamos todo.» (Ecc 7:9 TLA). Este pasaje presenta un principio significativo, «Dios, hace las cosas sencillas pero nosotros lo complicamos todo.» Tanto así que existen aproximadamente 4300 religiones diferentes en el mundo porque ninguno se pone de acuerdo en doctrina. «Pablo resalta la plena divinidad del Espíritu como el "Espíritu Santo de Dios", y destaca la personalidad del Espíritu al reflejar que el Espíritu Santo se entristece. (Ver también Ro 8:16, 26, 27; 1 Cor 2:10, 13; 12:11; Ga 5:17, 18). Debemos andar con cuidado al analizar el misterio de la Deidad. El Espíritu es uno con el Padre y con el Hijo, y a la vez distinto del Padre y del Hijo. "El Espíritu tiene su propia voluntad, y por lo tanto toma decisiones. Podemos entristecerlo y blasfemar contra él. Esas expresiones no son propias de un mero poder o influencia, sino que son características de una persona. ¿Es entonces el Espíritu una persona como tú y como yo? No, usamos terminología humana limitada para describir lo divino, y el Espíritu es lo que los seres humanos nunca pueden ser" (Paul Petersen, God in 3 Persons—In the New Testament [Silver Spring, MD: Instituto de Investigación Bíblica, 2015], p. 20, citado en John K. McVay. Efesios, 2023 ).

Que su Palabra pueda satisfacer su necesidad espiritual en este día. Confío que así será. Cuenta con mi Dios. Mi Dios es real. Mi Dios es Dios, porque únicamente él es Dios. Mi Dios sin igual.

¡Bendecido día!

«Adquiere la verdad y la sabiduría, la disciplina y el discernimiento, ¡y no los vendas!» (Pr 23:23 NVI)

Prof. Benjamín López Rivera, MEd

Con excepción de las fuentes citadas, el contenido literario es propiedad del autor. Si desea compartir la información, por favor dar los créditos a las fuentes citadas como también a: bibliondidaskalia.blogspot.com

agosto 12, 2023

¿Se ha cambiado o manipulado la Biblia?

Antes de presentar este escrito reflexivo debo aclarar que no tengo nada personal contra los testigos de Jehová (TJ) ni con ninguna otra denominación religiosa. No obstante, voy a tratar con una información posteada en las redes sociales por un TJ. Esta persona hace algunos señalamientos a los cristianos protestantes llamándolos «paganos». Por paganismo se entiende la práctica de religiones politeístas que no son aceptadas por el cristianismo. En otras palabras, un pagano es una persona que no es cristiana. Un término despectivo. Pero, qué se puede esperar del culto sectario jehovista.

El información tiene que ver con la siguiente pregunta: ¿Se ha cambiado o manipulado la Biblia? Verifiqué el origen de la misma. Sin duda alguna, el sujeto la obtuvo del sitio oficial JW.org. Siendo que en ambos casos el material es lo mismo, trataré de analizar la pregunta directamente del sitio oficial JW.org. Los TJ aducen que la Biblia no ha sido cambiada ni manipulada. Ellos disertan: «Algunos individuos sin escrúpulos han tratado de cambiar el mensaje de la Biblia. Ha habido copistas y traductores que han intentado cambiar el mensaje de la Biblia para que se adapte a sus doctrinas, en vez de adaptar sus doctrinas a lo que dice la Biblia.» (JW.org). Buen intento de los TJ para tratar de camuflar su engaño. Buen intento, pero sin éxito. Enuncian que algunos individuos sin escrúpulos han tratado de cambiar el mensaje de la Biblia. Quienes han cambiado el mensaje de la Biblia y la han manipulado son los TJ. Han cambiado el mensaje central de la Biblia: «la salvación en Cristo» en un mensaje antropocéntrico. Si no perteneces a los TJ no serás salvo. Afirman que solo ellos y los que se les unan serán salvos. ¡Qué barbaridad! Con respecto a la pregunta, ¿Se ha cambiado o manipulado la Biblia? Solo tiene que ver su Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras (TNM). Una versión completamente manipulada. En su sitio oficial preguntan: ¿Es exacta la Traducción del Nuevo Mundo? Aducen que es una Biblia exacta, clara, fidedigna y honesta. Basada en textos de fuentes confiables. Fiel al mensaje original, y lo más literal posible. En otro lugar aducen «Con el fin de comprender y divulgar el mensaje de las Sagradas Escrituras, los Testigos han usado a lo largo de los años muchas versiones que, aunque tienen sus puntos fuertes, suelen estar influidas por las tradiciones religiosas y credos de la cristiandad (Mt 15:6). De ahí que vieran preciso disponer de una Biblia fiel a los escritos inspirados originales». A la verdad que este culto sectario es atrevido. Observe lo que dicen, «Con el fin de comprender y divulgar el mensaje de las Sagradas Escrituras...». Créame que no es el mismo mensaje de las Escrituras del cristianismo, sino su mensaje de la doctrina Aris. Observe este otro punto, «Los Testigos han usado a lo largo de los años muchas versiones que, aunque tienen sus puntos fuertes, suelen estar influidas por las tradiciones religiosas y credos de la cristiandad». Si hay una versión plagada de errores e influenciada por tradicciones helenísticas paganas es la TNM. Los TJ son arrianos. De dónde viene la doctrina arriana, sino de creencias paganas griegas. Observe, «De ahí que vieran preciso disponer de una Biblia fiel a los escritos inspirados originales». Cabe preguntar, ¿Es correcto lo que se afirma en el sitio oficial de los TJ? Por supuesto que no. En primer lugar, no existe una traducción bíblica que sea fiel y exacta al manuscrito original. No hay evidencia de los manuscritos originales para corroborar lo aseverado. No existe ningún manuscrito prístino, o sea, que se mantenga inalterado, puro, tal como era en su forma primera. Itero, no existe. Solo existen copias de copias. Aproximadamente 1600 manuscritos del Antiguo Testamento, y casi 25000 del Nuevo Testamento. Los TJ dicen que la Biblia de los protestantes está adulterada y plagada de errores. En cuanto a los errores que cometieron los escribas, es importante saber dos cosas: la primera, según Peter J. Gurry «es que la mayoría fueron accidentales: un desliz de la pluma, una confusión de letras, una omisión accidental, cosas así. No todos lo eran, por supuesto. Algunas diferencias muestran claros signos de deliberación. Ciertamente, en el caso de diferencias más grandes como el final más largo de Marcos o las adiciones al libro de Ester, estamos lidiando con algo muy diferente a un desliz de la pluma. Pero muchos errores son comunes y bastante fáciles de encontrar y corregir. Lo segundo que debe saber es que copiar la Biblia no fue un proceso largo de introducir más y más errores, de modo que al final no podíamos esperar volver al original. En otras palabras, no era como el juego telefónico que jugábamos de niños. La razón es que los escribas no solo cometieron errores, sino que también los corrigieron. Sabían de primera mano que copiar era difícil y podían comprobar su propio trabajo e incluso el trabajo de sus predecesores. Es por eso por lo que algunos de nuestros manuscritos bíblicos más importantes, especialmente en el lado del Nuevo Testamento, a menudo tienen correcciones. Al final, tenemos dos razones por las que hay diferencias en los manuscritos de la Biblia, una histórica y otra teológica. La razón histórica es la misma que para el resto de la literatura antigua: copiar a mano es difícil y los escribas cometieron errores. La razón teológica es porque Dios nunca prometió mantener a los escribas completamente libres de error. No debemos comprometer a Dios con promesas que nunca hizo. Al final, podemos estar extremadamente agradecidos por los innumerables escribas anónimos que hicieron su trabajo, no siempre a la perfección, pero, en general, fielmente.» (Disponible en: https://textandcanon.org/es/dos-razones-por-las-que-hay-variantes/). Por lo general, el 99% del texto bíblico no es cuestionable. El 1% cuestionado por algunos no afecta ninguna enseñanza doctrinal.

Entiendo que hay buenas traducciones, y hay traducciones que le restan a la inspiración divina. Una traducción que le resta a la inspiración divina es la TNM. La organización jehovista la define como una traducción hecha directamente del hebreo, arameo y griego por un comité de testigos ungidos de Jehová. Su sitio oficial enuncia que el comité de la primera traducción estaba compuesto por un grupo de cristianos ungidos nombrado por el Cuerpo Gobernante. Aduce que a fin de dar el honor que le corresponde a Jehová, los miembros de este comité decidieron mantenerse en el anonimato. ¡Qué raro! Mientras todas las organizaciones traductoras de la Biblia, exponen los nombres y grado académico de su comité traductor, el comité traductor de los TJ prefiere el anonimato. Aducen que el anonimato se preserva para que el crédito de la obra sea para Jehová. Solamente tengo una pregunta para los TJ, el grupo de cristianos ungidos nombrado por el Cuerpo Gobernante, ¿Era un grupo especializado en lenguas bíblicas? Para ser más específico, ¿El comité original formado en la década de 1940, estaba preparado académicamente en lingüística hebrea, aramea y griega? Hago la pregunta porque la TNM presenta una imprecisión léxico gramatical terrible. A saber, falta de propiedad en el uso de las palabras. O sea, empleo de palabras con significado y funciones distintas del que tienen originalmente. Es una traducción parcializada para defender la didáctica particular sincretista jehovista basada en unos procedimientos filológicos equivocados. Una traducción basada en su razonamiento lógico sin la ayuda del Espíritu Santo. La Biblia no puede ser traducida e interpretada según nos parezca. Debe ser interpretada de acuerdo a las reglas gramaticales y lingüísticas de su idioma, lugar, contexto histórico, etcétera. No sé si los miembros del comité de las últimas revisiones tengan estudios en lenguas bíblicas. Insisto, la imprecisión léxico gramatical es notable. De igual manera sucede con los estudios posteados en su sitio oficial JW.org.

En los medios informativos existe diversidad de artículos relacionados con los miembros del primer comité de la TNM. Como mencioné, los TJ aducen que el anonimato se preserva para que el crédito de la obra sea para Jehová. Sin embargo, su anonimato quedó expuesto por Raymond Franz, antiguo miembro del Cuerpo Gobernante de los TJ, y sobrino del expresidente Frederick W. Franz. Se dice que Raymond Franz, escribió un libro titulado: «Crisis de conciencia». Aunque la TNM no menciona el nombre de los traductores, él afirma que los miembros del comité eran Frederick W. Franz, Nathan H. Knorr, Albert Schroeder, Milton Henschel y George D. Gangas. Con respecto a Fredrick W. Franz, se dice que era el único que tenía algún conocimiento de griego (aparentemente 2 años de estudio en la Universidad de Cincinnati). Según el escritor Walter Martin, en una prueba pedida por la fiscalía de Escocia, el 24 de noviembre de 1954, entre Walsh y Latham, Fredrick W. Franz admitió bajo juramento que no podía traducir Génesis 2:4 del hebreo. Me parece que el anonimato no se preservó para Jehová, sino para beneficio del inescrupuloso comité de traducción. Disculpen por utilizar su mismo adjetivo. El anonimato beneficia el ocultamiento de sus credenciales académicas. No todos eran estudiados en lenguas bíblicas. Se dice que solamente Fredrick W. Franz, tenía dos años de estudio. Si esto es verdad, entonces, el inescrepuloso Cuerpo Gobernante ha sido deshonesto. Supongamos que Fredrick W. Franz, posteriormente terminara sus estudios, aun así, solo uno del comité había estudiado idiomas bíblicos. Por lo tanto, lo correcto sería decir una persona no un comité. Una persona que pertenecía al comité. Involucrar a todos los miembros es deshonesto. Itero, solamente una persona tenía algún conocimiento de las lenguas bíblicas no el comité en general.

La TNM es una Biblia editada con un solo propósito: hacer que la misma se ajuste a las doctrinas particulares sincretistas basada en procedimientos filológicos equivocados de los TJ. Una traducción manipulada. Se calcula que tiene más de 300 interpolaciones. Sin duda alguna, el jehovismo al percatarse que sus doctrinas particulares no eran compatibles con las creencias del cristianismo, ni con sus versiones bíblicas, en lugar de atenerse a lo escrito por los autores bíblicos inspirados, decidió alterar las Escrituras para que fueran compatibles con sus creencias. El inescrupuloso comité alteró todo texto bíblico inspirado por el Espíritu Santo, que no era compatible con sus creencias para así acomodarlo a su teología sincretista. Su traducción no solamente presenta problemas lingüísticos, sino también teológicos. Es una versión bíblica acomodada a su filosofía religiosa sincretista. El inescrupuloso comité de traducción de los TJ, le da lo mismo citar autores trinitarios, ateos, agnósticos, paganos para defender sus postulados, y por supuesto desinformar.  

Los TJ se equivocan cuando aducen que la TNM es una Biblia exacta, clara, fidedigna y honesta. Es posible que hayan basado sus últimas traducciones en textos de fuentes confiables, pero eso no quita su imprecisión léxico gramatical, la falta de propiedad en el uso de las palabras cuando las emplea con significado y funciones distintas del que tienen. Todos los pasajes que tienen que ver con la aseidad de Jesús fueron alterados. Por eso, se equivocan al decir que es una traducción fiel al mensaje original, y lo más literal posible. 

En mi opinión, es una traducción que manifiesta el politeísmo jehovista en su máxima expresión. Su politeísmo consiste en la existencia de dos dioses diferentes: el Dios todopoderoso a quien llaman con el híbrido «Jehová», y el Dios poderoso Jesucristo (Is 9:6 «Dios Poderoso» TNM; Jn 1:1 «un dios» TNM). Sus aderentes alegan que su traducción explícitamente establece la diferencia entre el Dios todopoderoso Jehová y el Dios poderoso Jesús. Tremendo problema para una secta que dice ser monoteísta. Si afirman que hay un Dios todopoderoso y otro Dios poderoso, entonces, son dos dioses, por lo tanto, son politeístas no monoteístas. O sea, que el apelativo «pagano» con el cual este individuo se refiere a los cristianos protestantes, es propio de la creencia jehovista. Si es por defender su enseñanza de que Jehová es el único Dios todopoderoso, tambien se equivocan, porque si Jesús no es todopoderoso por el hecho de que en Isaías 9:6, lo llama «Dios Poderoso», entonces, Jehová tampoco sería todopoderoso porque el referente en Isaías 10:21 es Jehová, entonces, la expresión de Isaías 9:6 no puede hacer alusión a un dios desigual. O son ambos todopoderoso y poderoso o no lo son. No podemos pasar por alto lo que enuncia Apocalipsis 22:12-13. Aquí el referente es Jesús como el Alfa y la Omega, o sea, el primero y el último. En Apocalipsis 1:8, Juan presenta al Padre como el Alfa y la Omega, el Todopoderoso. El referente de esta expresión apocalíptica se encuentra en Isaías 44:6. Se deduce que si Jehová y Jesús son el primero y el último, que es lo que significa la expresión Alfa y Omega, entonces, hay dos Alfa y Omega todopoderoso. Me parece que la TNM no es tan clara como se aduce. Esto es posible en la triunidad de Dios. El Dios todopoderoso Padre, Hijo y Espíritu Santo. No quiero sonar taxativo, pero el jehovismo al presentar en la TNM la existencia de un Dios todopoderoso y un Dios poderoso, o sea, dos dioses, está obligado a aceptar el politeísmo en su máxima expresión. En teoría son monoteístas. En la práctica son politeístas. Podrán decir que en el presente no adoran a Jesús, sino a Jehová solamente. Esto para que no los acusen de idolatría como ellos llaman a los cristianos protestantes. Pero ese no es el caso. El asunto es que presentan a dos dioses y eso es politeísmo en todo el sentido de la palabra.

La manipulación de la Biblia no solo se ha dado en el círculo de los TJ. También se ha dado en otras religiones. Pero, la secta wachtoweriana ha sido la más señalada. La única en violar todas las reglas de la hermenéutica para acomodar el texto bíblico a su filosofía sincretista. La única traducción bíblica en el mundo, itero, la única que ha tirado por el suelo la inspiración del Espíritu Santo. El inescrupuloso comité de traducción jehovista echó a un lado la inspiración divina para establecer sus creencias particulares sincretistas.

Con respecto a la pregunta posteada en el sitio oficial JW.org, si se ha cambiado o manipulado la Biblia, la respuesta es [sí]. Sin duda alguna, la TNM demuestra que la Biblia ha sido cambiada y manipulada por los TJ para adaptarla a sus creencias particulares sincretistas. Si fuera una Biblia basada en textos de fuentes confiables como aducen, entonces, ¿A qué se debe las más de 300 interpolaciones? Dicen que es una Biblia lo más literal posible, pero raya en el hiperliteralismo, haciendo caso omiso de los fundamentos racionales del lenguaje bíblico. El hiperliteralismo autoriza las más absurdas licencias para que el intérprete derive a su antojo conclusiones exegéticas de una frase, una palabra o una sola letra. La fantasía interpretativa ha llevado a los TJ a extremos ridículos. En síntesis, lo único que demuestra la TNM es que la corporación de los TJ es una secta de control y manipulación excesiva y abusiva del texto bíblico. Han tirado por el suelo todo lo inspirado por el Espíritu Santo. 

Que su Palabra pueda satisfacer su necesidad espiritual en este día. Confío que así será. Cuenta con mi Dios. Mi Dios es real. Mi Dios es Dios, porque únicamente él es Dios. Mi Dios sin igual.

¡Bendecido día!

«Adquiere la verdad y la sabiduría, la disciplina y el discernimiento, ¡y no los vendas!» (Pr 23:23 NVI)

Prof. Benjamín López Rivera, MEd

Con excepción de las fuentes citadas, el contenido literario es propiedad del autor. Si desea compartir la información, por favor, dé los créditos a las fuentes citadas como también a: bibliondidaskalia.blogspot.com

agosto 04, 2023

Una fe basada en milagros

Por qué los movimientos pentecostales y evangélicos le dan tanto énfasis a los milagros de sanidad y, a la liberación demoníaca cuando en esencia del evangelio trata de Jesucristo.

De inmediato aclaro que el propósito de este escrito es reflexivo. En la literatura neotestamentaria queda atestado los milagros de Jesús. La versión joánica expone: «Jesús hizo muchas otras señales milagrosas en presencia de sus discípulos, las cuales no están registradas en este libro. Pero estas se han escrito para que ustedes crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que al creer en su nombre tengan vida.» (Jn 20:30-31). Algunos aducen que hay 36 milagros de Jesús registrados en la Biblia. Otros deducen que son 42. El número exacto de los milagros depende de cómo se cuentan los mismos. Los estudiosos educados aducen que los milagros pueden clasificarse en cuatro grupos: sanidad, liberación, resurrección y el control sobre la naturaleza. Sin embargo, los evangélicos y los pentecostales se enfocan más en los milagros de sanidad y de liberación demoníaca. Con respecto al primero, el énfasis es enorme, sin embargo, el asunto es que entre los milagros registrados, solamente 18 fueron de sanidad. Equivale más o menos a un ocho (8) por ciento. Esto nos dice que la sanidad divina es una parte integral del evangelio. No es todo el evangelio. Entonces a manera de reflexión, por qué los círculos pentecostales y evangélicos giran en torno a la sanidad y a la liberación demoníaca. Por qué están horas y horas rogando al Señor por milagros de sanidad y milagros de liberación demoníaca. Usan variedad de métodos en sus cultos, por ejemplo, aceites para ungir a las personas enfermas. Otros soplan buches de agua bendita en el rostro de las personas. Otros usan una manguera para rocíar el agua del Espíritu. Otros administran el supuesto soplo del Espíritu o el toque del Espíritu, etcétera. Se desgañitan exigiéndole al Señor que sane a los enfermos. Que saque los espíritus demoníacos. Se dirigen a la congregación con un vocabulario antibíblico: «yo declaro, yo decreto, yo establezco, yo ordeno, yo te bendigo, etcétera. Ninguno dice: «...si Dios quiere» (He 18:21), o «Que se haga la voluntad del Señor» (He 21:14), o «si Dios lo permite» (Hb 6:3). Me parece que la fe de estos movimientos está basada en el emocionalismo sentimental. Muchos de estos cultos son puro espectáculos. La fe de los milagros. Una fe basada en milagros es una fe inmadura. Una fe así subsiste lo que dura un relámpago.

¿Cuál era el propósito de los milagros? Parece ser que el propósito de los milagros era primeramente para glorificar el nombre de Dios (Sl 96:1-9; 1 Cr 16:23-29; Is 42:12). En segundo lugar, parece también que era para autentificar al que realizaba los mismos. La versión lucana expone: «Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis» (He 2:22). Lo mismo se aduce de los apóstoles: «Con todo, las señales de apóstol han sido hechas entre vosotros en toda paciencia, por señales, prodigios y milagros» (2 Cor 12:12). 

En el presente tenemos el evangelio de Jesucristo registrado en las Escrituras. Con esto no quiero decir que los milagros cesaron. No, el Dios de los milagros es el mismo hoy, mañana y siempre. Pero, los milagros no son el fundamento de nuestra fe. Como mencioné, tenemos el evangelio de Jesucristo registrado en las Escrituras. Las Escrituras enuncian: «edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo» Jesús es la piedra angular y el fundamento de nuestra fe (Ef 2:20). La fe no puede estar basada en los milagros. De acuerdo con la versión paulina la fe debe estar basada en Jesucristo. No me mal interprete. El Señor continúa haciendo milagros, pero mi fe no está basada en sus milagros, sino en lo que Dios ha hecho por mi a través de Cristo Jesús.

¿Por qué la fe no debe estar basada en los milagros? Como mencioné, porque una fe basada en milagros es completamente inmadura. Si en el presente el Señor realizara milagros como en el pasado el resultado sería el mismo. Tanto los conversos como los inconversos quedarían asombrados y creerían en el Señor por un momento. De ocurrir algo inesperado su fe emocional desaparecería. Eso ocurrió con el pueblo de Israel. Fíjese que muchos se habían emocionados al presenciar los milagros del Señor en el proceso de la salida de Egipto. Sin embargo, dudaron antes de presenciar el milagro del Mar Rojo (Ex 14:10-12). Otros más tarde dudaron si el Señor sería capaz de cumplir con la promesa de la tierra prometida (Nm 14:26-45). De hecho, el mismo Jesús realizó muchos milagros, pero la gran mayoría no creyó en Él (Jn 1:11). Por eso, una fe basada en milagros es inmadura.

Con respecto a los milagros, no es que estos han cesado. Dios continúa realizando milagros a su debido tiempo. Se realizarán no cuando nosotros querramos, sino cuando sea la voluntad del Señor. Como dice la Escritura: si Dios quiere (He 18:21). Si es la voluntad del Señor (He 21:14). Si Dios lo permite (Hb 6:3). Me parece que el mayor milagro que el Señor pueda realizar más allá de la sanidad, es la conversión: «Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio. Y renueva un espíritu recto dentro de mí.» (Sl 51:10). Un corazón arrepentido y convertido para salvación eterna (He 3:19). Ya Dios hizo su parte (Jn 3:16). Dios se adelantó e hizo el más grande milagro de la historia cuando una de las personas divina vino al mundo en la forma humana (Flp 2:6, 7). El Hijo de Dios se encarnó en Cristo Jesús para morir por nosotros y perdonar nuestros pecados (Ro 5:8), y para salvarnos según su gracia (Ro 3:23-24). Los milagros no son el fundamento de nuestra fe, sino el Señor de los milagros (Jn 3:16; 6:26).

Que su Palabra pueda satisfacer su necesidad espiritual en este día. Confío que así será. Cuenta con mi Dios. Mi Dios es real. Mi Dios es Dios, porque únicamente él es Dios. Mi Dios sin igual.

¡Bendecido día!

«Adquiere la verdad y la sabiduría, la disciplina y el discernimiento, ¡y no los vendas!» (Pr 23:23 NVI)

Prof. Benjamín López Rivera, MEd

Con excepción de las fuentes citadas, el contenido literario es propiedad del autor. Si desea compartir la información, por favor dar los créditos a las fuentes citadas como también a: bibliondidaskalia.blogspot.com

El sábado ¿asunto neurálgico para la salvación?

«Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos.» (Jn 14:15 NBV) Una estadística revela que en el mundo existe más de trenta mil (30000) ig...

Mi Dios sin igual