Cada día libramos la batalla de la fe. Dios escucha nuestras oraciones. Solo debemos entrenar nuestro sentido espiritual para reconocer la voz de Dios en su Palabra. Como dice mi amigo, Andrés Acevedo: «Cuando oramos, hablamos con Dios, pero cuando leemos la Biblia, es Dios quien habla con nosotros». Gracias, Andrés Acevedo.
No podemos recorrer el camino por nosotros mismos. Hagamos como Moisés, pidamos al Señor: «Si tu presencia no ha de ir conmigo, no me saques de aquí» (Ex 33:15).
En tus días grises, cuando llega el día malo (Ef 6:13), en tu soledad, cuando tu corazón se debilita, cuando tu vida está hambrienta de esperanza, recuerda estas palabras: «Yo estoy contigo» (Ge 28:15), te prometo protección (vv. 15, 20), transformación (He 7:9), prosperidad en la adversidad (Ge 39:2), poder para triunfar (1 Sam 18:14), valor para vencer el miedo (Dt 31:6, 8), ánimo y confianza (1 Cro 28:29).
La Palabra dice: «Dios hará vivir en paz a quienes le son fieles y confían en él» (Is 26:3 TLA). Es una paz que el mundo no da (Jn 14:27). Es la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios que cuidará nuestro corazón y nuestra mente mientras vivamos en Cristo Jesús» (Flp 4:7).
«Confía de todo corazón en el Señor y no en tu propia inteligencia. Ten presente al Señor en todo lo que hagas, y él te llevará por el camino recto» (Pr 3:5-6).
Que su Palabra pueda satisfacer su necesidad espiritual en este día. Confío que así será. Cuenta con mi Dios. Mi Dios es real. Mi Dios es Dios, porque únicamente él es Dios. Mi Dios sin igual.
¡Bendecido día!
«Adquiere la verdad y la sabiduría, la disciplina y el discernimiento, ¡y no los vendas!» (Pr 23:23 NVI)
Prof. Benjamín López Rivera, MEd
Con excepción de las fuentes citadas, el contenido literario es propiedad del autor. Si desea compartir la información, por favor, dé los créditos a las fuentes citadas como también a: bibliondidaskalia.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario