Vida con propósito

"Yo sé que tú puedes hacer todas las cosas, y que ningún propósito tuyo puede ser estorbado" (Job 42:2, LBLA)

Tener propósito en la vida significa tener una razón para vivir o algo por qué luchar. Son muchas las circunstancias que pueden dirigir tu éxito o tu fracaso. Algunos se la pasan huyendo de los errores del pasado para ocultar su vergüenza. Víctimas de su pasado. Controlados por sus recuerdos. No permitas que las circunstancias del pasado controlen tu presente. No permitas que las circunstancias del presente controlen tu futuro. No seas prisionero de tus recuerdos y circunstancias. Dios te dice en este momento: "Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Yahvé ha nacido sobre ti" (Isaías 60:1). No permitas que tu pasado controle tu presente. El Señor aduce: «Ven ahora, y pongamos las cosas en claro. Si tus pecados son como la grana, se pondrán blancos como la nieve. Si son rojos como el carmesí, se pondrán blancos como la lana" (Isaías 1:18). "Yo soy el que por amor a mí mismo borra tus transgresiones y no se acuerda más de tus pecados" (Isaías 43:25, NTV). No permitas que tu pasado controle tu presente, "Feliz el hombre a quien sus culpas y pecados le han sido perdonados por completo" (Salmos 32:1, DHH). Se libre en Cristo Jesús. Su gloria resplandecerá sobre ti. Él cumplirá su propósito en ti.

¡Levántate, resplandece! No hay por qué quedarse en los recuerdos del pasado. No arruines tu presente con los recuerdos del pasado. Hay vida con propósito en Cristo Jesús. ¡Ánimo! Si Dios convirtió a un asesino como Moisés en un líder, a un cobarde e indeciso Gedeón en un héroe, a un ateo como Abraham en padre de multitudes, a un hostigador y asesino como Pablo en un evangelista, créeme que podrá hacer muchas cosas maravillosas contigo. El te dice: »¡Mira! Yo estoy a la puerta y llamo. Si oyes mi voz y abres la puerta, yo entraré y cenaremos juntos como amigos" (Apocalipsis 3:20, NTV). La invitación está hecha: Cuando el Señor te dice: «Ven ahora, y pongamos las cosas en claro..." (Isaías 1:18). "Clama a mí, y yo te responderé..." (Jeremías 33:3). Hazlo porque "El Señor está cerca de quienes lo invocan, de quienes lo invocan en verdad" (Salmos 145:18, NVI).

¡Levántate, resplandece! No seas presa de los recuerdos, circunstancias, resentimientos y amarguras del pasado. No te quedes en el pasado. Tu vida ha sido dolorosa. Has perdido mucho. No tienes ganas de vivir. Todo se ve oscuro. Te sientes totalmente impotente. No tienes control de nada. No encuentras el camino en tu desierto. Estás afligido. ¡Es desalentador, verdad! Déjame decirte que hay buenas noticias para ti. ¡Hay bondad para los afligidos! "Nadie es comparable al Señor nuestro Dios, que reina allá en lo alto; y que, sin embargo, se inclina para mirar el cielo y la tierra. El Señor levanta del suelo al pobre, y saca del lugar más bajo al necesitado" (Salmos 113:5-7, DHH). Dios no abandona al afligido "más cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia" (Romanos 5:19, RV 1960). No importa cuán bajo hayas caído o cuán grande haya sido tu pecado, si hay arrepentimiento genuino, la gracia de Dios es suficiente para cubrirlo en aquellos que reclaman las promesas por fe. Hay aliento para los desconsolados. No seas prisionero de tus recuerdos y circunstancias. El Señor, te dice en este momento: »Pero olvida todo eso; no es nada comparado con lo que voy a hacer. Pues estoy a punto de hacer algo nuevo. ¡Mira, ya he comenzado! ¿No lo ves? Haré un camino a través del desierto; crearé ríos en la tierra árida y baldía." (Isaías 43:18, NTV). Dios puede hacer grandes cosas en tu vida. Sé que has perdido mucho, y has tratado de llenar ese vacío. Pero no lo has perdido todo, porque Cristo es todo (Filipenses 4:13). Cristo puede llenar tu vacío. Aférrate a "Aquel que lo llena todo en todo" (Efesios 1:23). Piensa que su luz ha venido sobre ti. Que la gloria de Yahvé ha nacido sobre ti (Isaías 60:1). Piensa que hay vida con propósito en Cristo Jesús, "El Señor cumplirá su propósito en mí; eterna, oh Señor, es tu misericordia; no abandones las obras de tus manos" (Salmos 138:8, LBLA).

Que su Palabra pueda satisfacer su necesidad espiritual en este día. Confío que así será. Cuenta con mi Dios. Mi Dios es real. Mi Dios es Dios, porque únicamente él es Dios. Mi Dios sin igual.

¡Bendecido día!

«Adquiere la verdad y la sabiduría, la disciplina y el discernimiento, ¡y no los vendas!» (Pr 23:23 NVI)

«Adquiere la verdad y la sabiduría, la disciplina y el discernimiento, ¡y no los vendas!» (Pr 23:23 NVI)

Prof. Benjamín López Rivera, MEd

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