Al navegar por las redes sociales usted encuentra expresiones como: «No le falte el respeto a Dios. A Dios, no se le trata de tú. A Dios se le trata de usted».
Algunos cristianos creen que es irrespeto dirigirse a Dios con la fórmula de tratamiento «tú». No creo que Dios se moleste si nos dirigimos a él con el pronombre personal «tú». A fin de cuentas, la mayoría de las versiones bíblicas que tenemos en nuestro idioma utilizan la fórmula de tratamiento «tú» para dirigirse a Dios. Me parece extremo considerarlo como falta de respeto.
Como fórmulas de tratamiento se conocen los cambios gramaticales, especialmente en la segunda persona gramatical «tú» relacionados con el respeto o la confianza hacia otra persona; por ejemplo, en el caso de nuestro idioma (español) habitualmente contrastan las formas «tú» y «usted» en algunas regiones, o «vos» y «usted» en otras. Los pronombres de confianza en español son: tú, vos, vosotros/as, y sus análogos en otras lenguas. Los pronombres de cortesía son: usted, ustedes y otras formas menos empleadas.
En el presente, según nuestra cultura, el tratamiento hacia una persona mayor de edad o de mayor rango social con el pronombre personal «tú» se considera una falta de respeto. Se aconseja que la fórmula de tratamiento debe ser con el pronombre personal «usted» por asunto de cortesía y respeto. En lo personal prefiero la fórmula de tratamiento «tú». No considero que sea una fórmula de tratamiento descortés ni irrespetuosa.
En el hebreo el pronombre personal singular informal es אַתָּה atah «tú»: y el plural formal es אַתְּ at «usted». En griego koiné es σύ sý, soo «tú». Si mal no recuerdo, me parece que la distinción entre los pronombres formales, a saber «usted» y «ustedes» y los informales «tú» y «nosotros» no existía en la lengua griega. Me parece que en el idioma inglés tampoco existe. Por lo general, los traductores bíblicos traducen los pronombres al español de la forma informal «tú» y «vosotros» en vez de «usted» y «ustedes». Cabe preguntar, ¿Cómo debemos dirigirnos a Dios? ¿Formalmente o informalmente?
Por qué nos referimos a Dios con el pronombre «tú». Porque la misma Biblia nos enseña a relacionarnos con Él de esta manera.
Si se considera como falta de respeto el tutear a Dios, entonces, Jesús y los autores bíblicos inspirados por el Espíritu Santo son unos irrespetuosos. Todas las sociedades bíblicas traductoras serían irrespetuosas porque en sus traducciones plasman el pronombre «tú» como tratamiento hacia Dios. Me parece algo extremo.
Las disertaciones veterotestamentarias hacen uso de la fórmula de tratamiento «tú». Por ejemplo, observe el evento sinaítico. Cuando Yahvéh, se dirige al pueblo, sus palabras fueron, «Yo soy Yahvéh [tú] Dios...» (Ex 20:2).
Cuando el profeta Isaías, se dirige a Dios con acción de gracias adujo: «Yahvéh, [tú] eres mi Dios, yo te ensalzo, alabo [tu] nombre…» (Is 25:1).
De igual manera las disertaciones neotestamentarias. En su oración sacerdotal, Jesús se dirige al Padre con el pronombre personal «tú» (Jn 17). En el Padrenuestro aduce: «Ora a [tu] padre que está allí, en lo secreto» (Mt 6).
Cuando Nicodemo departía con Jesús, se dirigió a él con el pronombre personal «tú»: «Maestro, sabemos que Dios te ha enviado a enseñarnos, porque nadie podría hacer los milagros que [tú] haces, si Dios no estuviera con él» (Jn 3:2 DHH).
Bíblicamente hablando la fórmula de tratamiento «tú» no es irrespeto. Normalmente, se emplea el pronombre «usted» como tratamiento de cortesía, respeto o distanciamiento. Tratar de «usted» a una persona es un tratamiento de respeto y distancia, mientras tratar de «tú» a una persona es un tratamiento de total confianza. Por eso, Dios se dirige a nosotros con la fórmula de tratamiento «tú».
En contra de lo que piensa la mayoría de las personas, tutear no rebaja el grado de respeto hacia otro, sino que enfatiza el hecho de compartir, de tener algo en común con ella, a saber, confianza. Dios comparte con nosotros porque a pesar de nuestra naturaleza caída nos tiene confianza. El Señor se relaciona como un amigo íntimo con cada persona humana. Jesús compartió su vida y su amor con los demás. Tutear al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo no es irrespeto, sino una fórmula de tratamiento de relación y confianza.
En síntesis, si tutear a Dios significa irrespeto, entonces, Dios cometió irrespeto al dirigirse al pueblo con el pronombre personal «tú» (Ex 20:2). De igual manera lo hizo Jesús y los autores bíblicos inspirados por el Espíritu Santo. No creo que la fórmula de tratamiento «tú» sea irrespeto. Es la Biblia, la que nos enseña a relacionarnos con Dios de esta manera. A fin de cuentas, la mayoría de las versiones bíblicas que tenemos en nuestro idioma se dirigen a Dios con el pronombre personal «tú». No hay porqué imponer nuestras convicciones. Tutear a Dios no significa irrespeto. Entiendo que es una relación de fe y confianza con el único Dios todopoderoso.
Que su Palabra pueda satisfacer su necesidad espiritual en este día. Confío que así será. Cuenta con mi Dios. Mi Dios es real. Mi Dios es Dios, porque únicamente él es Dios. Mi Dios sin igual
¡Bendecido día!
«Adquiere la verdad y la sabiduría, la disciplina y el discernimiento, ¡y no los vendas!» (Pr 23:23 NVI)
Prof. Benjamín López Rivera, MEd
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